Capítulo 24

1.3K 94 19
                                    

Resumamos las cosas un poco. Dylan creía fervientemente que algo serio estaba ocurriendo entre nosotros, cosa que no era así visto con mis ojos. Por otra parte, yo había vuelto con Luke, o algo por el estilo, hacía unos días. Teóricamente, estaría engañando a Dylan, cosa que me enfermaba, porque fui demasiado rotunda al decidir que Anna era una maldita perra por engañar a mi mejor amigo en el mundo.

No obstante, tampoco podía aclarar las cosas con Dylan así porque sí,  ya que me acababa de enterar que su ex novia lo había engañado también, y no quería que volviese a pasar por algo parecido. A eso hay que sumarle que prácticamente todos creían que yo estaba con él.

Por último, no quería lastimar a Luke...

Se entiende que todo esto era un espantoso desastre, ¿verdad?

Ok, ok. ¿Por dónde empezar?

Tenía que hablar con Luke. ¿Por qué no había hablado con Luke aún? Apenas pude deshacerme de Dylan, sin hablar demasiado de lo que me había estado ocurriendo y sin habernos besado otra vez, cosa que fue un trabajo de evasión muy complicado por mi parte, corrí por las escaleras al piso de abajo, donde se encontraban las habitaciones de la banda.

Toqué la puerta esperando encontrarme con él, pero, en su lugar, me recibió Michael apenas abriéndola.

-Hola, -dije apresuradamente- ¿está Luke aquí?

-No, no... Salió con los chicos, ¿ocurre algo, Ashley? -cuestionó, con una mueca de preocupación en su rostro.

-Ugh, no, pero necesito hablar con él -respondí- ¿Puedes decirle si lo ves?

-Claro... ¿Necesitas algo más? -indagó. Parecía estar apurado por terminar la conversación. Apenas había abierto la puerta, como intentando ocultar algo detrás de ella.

-En realidad, sí -contesté- ¿Puedo pasar? Necesito hablar contigo, también.

Supuse que este, como cualquier otro momento, sería propicio para decirle a Michael lo que vi. Tenía que decírselo a alguien, o explotaría. No quería que siguiera desarrollando sentimientos por alguien que valía tan poco la pena como Anna, a pesar de que yo me sentía horrible, ya que era lo mismo que estaba haciendo con Dylan.

-¿Puede ser en otro momento? Estoy algo ocupado ahora -contestó entre dientes.

-No, Michael. Esto es demasiado importante...

-Estoy con Anna, Ashley... -comentó de forma sugerente, y arqueando las cejas- No sé si comprendes.

-Michael, en serio, esto no puede esperar.

-Esto tampoco puede esperar, Ashley... -replicó, intentando explicarme con los ojos que estaba demasiado caliente como para dejar pasar este momento- Hablamos luego.

-No, Michael...

Y luego, me cerró la puerta en la cara, cosa queme enfurecía por demás cada vez que ocurría. No pude siquiera explicarle una mínima parte de lo que quería decirle, lo cual era extremadamente importante, casi de vida o muerte. Y pensar que estaba con ella, allí dentro, creyendo que lo amaba tanto como él a ella, me enfermaba. Quería tocar la puerta más fuerte, o tirarla abajo y gritar la verdad en sus caras descaradamente. Pero Michael me odiaría por ello, y luego me volvería echar sin que pudiera decir algo.

Y para empeorar las cosas, tampoco había encontrado a Luke.

Comencé a caminar por el eterno y luminoso pasillo del hotel mientras me esforzaba en sacar mi teléfono de mi bolsillo para intentar que atendiera. Lo encendí, marqué su número de memoria, y presioné el botón de llamar justo cuando doblé en el final del pasillo y me estrellé contra alguien. Y entonces su teléfono comenzó a sonar.

Estaba junto a Calum y Ashton, y junto a Ashton estaba Kate, la cual tenía algunas bolsas en sus manos, cosa que no me sorprendía en absoluto.

-¿Podemos hablar? -pregunté, intentando que mi cara no reflejase la mezcla de sentimientos que me invadían.

Luke bufó, se revolvió el pelo con una de sus manos, y volvió su mirada a los chicos que lo acompañaban. Inmediatamente, entendieron la señal y comenzaron a caminar por el pasillo sin decir una palabra más. Calum volteó apenas, y soltó una risita divertida, como sabiendo qué ocurría. Creo que los tres tenían una mínima sospecha de que algo estaba ocurriendo. Era bastante obvio, más teniendo en cuenta que ellos sabían perfectamente lo inseparables y pasionales que solíamos ser en nuestras épocas doradas.

Nos era imposible estar separados, y la tensión que recorría ahora el aire era muy similar a lo que solía ser antes, a pesar de que intentásemos reprimirla.

Luke, también sin decir nada más, me tomó del brazo y me dirigió a mi cuarto, sabiendo de antemano que no habría nadie allí.

Cerró la puerta detrás suyo una vez que ambos estuvimos adentro, y no me dio ni un segundo como para intentar comenzar a hablar.

-¿Qué mierda fue eso? -cuestionó firmemente, llevando sus manos a su cintura, y mordiendo su labio en un intento de reprimir el enojo o la impotencia que probablemente estuviese durmiendo. Su voz sonaba más grave que de costumbre, y sus ojos se habían apagado.

-Yo... No tengo idea. Él no sabe... -intenté explicar.

-¿Él no sabe? -interrumpió- Ashley...

-No tuve oportunidad de decirle.

-¿Ah, no? Porque, por lo que me han contado, él estuvo intentando comunicarse contigo...

-¡Lo sé, Luke! Pero...

-Debes decirle -continuó- A menos que no quieras, claro. En ese caso, ve con él y...

-No seas idiota, Luke -reproché.

-¿Idiota yo?

-¡No significa nada para mí! -exclamé- Pero no quiero lastimarlo.

Me acerqué a él repentinamente, y llevé mi mano a su mejilla, buscándolo. Él ubicó su mano sobre la mía, y bajó la mirada un poco. Ninguno de los dos quería estar en esa situación luego de haber pasado por lo que pasamos. De a poco, los ánimos se calmaron, y ambos recuperamos nuestro aliento. Él cerró los ojos, y agachó la cabeza; y pude notar que le dolía estar pasando por esto.

Yo había fallado desde un principio. Ya lo había lastimado.

-Le diré, te lo prometo... Dame sólo unos días -susurré casi contra su pecho. Luego levanté mi mirada, y busqué su labios. Y justo cuando estaban por encontrarse con los míos, corrió su cara de lugar unos centímetros.

-No, no... -dijo negando con la cabeza- No hasta que le digas que se acabó todo.

Fruncí el ceño ante su actitud e intenté reprimir las ganas de gritar que tenía. No era un buen momento para jugar a ser la nena caprichosa que, cuando quiere algo, lo obtiene.

-No se merece esto, aunque sea un idiota. Nadie se lo merece -dijo llevando sus manos a mi cintura- Esperé muchísimo tiempo, puedo esperar unos días más...

Su mano se escabulló por debajo de mi blusa mientras terminaba de hablar, y comenzó a acariciar mi cintura con delicadeza. La distancia había desaparecido, y mi necesidad de él acrecentaba con cada ida y vuelta de su mano contra mi piel.

Luke respiró hondo, y suspiró, y luego implantó un cálido beso sobre mi frente.

-Si yo estuviese en su lugar, me gustaría que me tengan un mínimo de respeto... -susurró- Sólo dile. Dile, y todo estará bien. Y podremos volver a ser nosotros. Sólo nosotros...

Yo simplemente asentí, y susurré un "Ok" antes de que nos separásemos por completo. Se dirigió a la puerta, con la mirada aún puesta en mí, y la abrió para luego desaparecer.

Ante todo, me sorprendió la madurez de su pedido. Tenía razón en lo que decía, y me parecía perfecto que quisiera hacer las cosas bien. Sin embargo, me mataba tenerlo tan cerca y no poder besarlo, no poder sentirlo. Me mataba tenerlo tan cerca, y a la vez tan lejos de mí.

Trust || l.h.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora