Capítulo 15

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Le rogué todo el camino que me explicase qué estaba ocurriendo, pero estaba completamente negado a hacerlo. Le pedí también que, al menos, me dijera si se trataba de algo bueno o malo, porque en verdad me estaba preocupando. Tampoco quiso contestar a eso, e incluso dijo que eso era algo que debía decidirlo yo, lo cual me descolocaba completamente.

Sin embargo, su expresión denotaba tanta preocupación e incertidumbre, que yo tenía ya la sensación de que nada bueno me estaba esperando en mi casa.

Y malas noticias eran lo que menos necesitaba en ese momento.

Ashton subió el auto a la entrada de la cochera de mi casa, y dudé si bajar o no por unos segundos. Él me dijo que no entraría conmigo, porque, al igual que con Kate, esto era algo que no le incumbía, en principio. Sin embargo, explicó que si las cosas se salían de control, o si por alguna razón lo necesitaban, él estaría esperando afuera.

No sabía exactamente si esto me tranquilizaba, o si ponía mis nervios incluso peor. ¿A qué se refería con "salirse de control"?

Caminé hacia la casa con una increíble necesidad de saber qué estaba ocurriendo del otro lado de la puerta, pero, a su vez, con la cabeza en llamas y ardiendo de miedo.

Antes de entrar, tomé aire profundamente, intentando calmar mis nervios y desacelerar mi ritmo cardíaco un poco. Imposible.

La casa parecía vacía cuando abrí la puerta, aún dubitativa acerca de si entrar o no. No sabía a qué me estaba enfrentando, y tenía un presentimiento tan oscuro que me aterraba el pensar lo que podría estar ocurriendo.

Al cruzar la puerta, me dirigí inmediatamente al living, desde el cual escuchaba algunas voces. No me sorprendió mucho lo que me encontré, en principio. Kate, mi madre, y su novio estaban sentados en los sillones. En otro sillón, algo apartado del resto, estaba sentado un hombre al que no conocía. 

A pesar de que, al ver a todos sanos y salvos, me tranquilicé un poco, las caras de mi madre y de Kate en específico no eran muy alegres, y por la cabeza se me cruzaron bastantes teorías extrañas acerca de lo que podría estar ocurriendo. Embargo de la casa, pariente lejano que nos deja una herencia, apocalipsis zombie...

Pero no.

Cuando mi madre me vio atravesar la puerta, se paró inmediatamente, al igual que Kate, quien vino a mi lado en segundos. El desconocido decidió también pararse unos momentos después, y parecía no poder quitarme los ojos de encima, cosa que, en cierto punto, era escalofriante.

Había algo en él que parecía muy familiar, sin embargo. Sus ojos me sonaban conocidos, y podría haber jurado que, en algún momento de mi vida y bajo alguna circunstancia extraña o lejana a mi memoria, me había cruzado con ellos.

Era alto, y grande, y tenía pelo castaño y ojos que combinaban. Parecía un hombre honesto, juzgando por su apariencia, y su camisa y pantalón de vestir. Se notaba, a su vez, que la vida no había sido muy amable con él, y por un segundo, sentí lástima por él.

Sentía lástima por él porque se veía abatido. Sentía lástima por él porque sus ojos daban pena. Sentía lástima por él porque su postura encorvada demostraba que la vida le había pegado duro. Sentía lástima por él porque parecía ser un buen hombre, y probablemente se merecía más de lo que la vida le había dado.

Sin embargo, toda esa lástima que había creado en mi mente hacia él a partir de conjeturas sacadas de la nada en mínimos segundos, se disipó cuando mi madre me lo presentó.

-Ashley, él... -parecía no saber cómo abordar el tema. Incluso, sentí por un segundo que tenía miedo de lo que estaba por decir. Ben tomó su mano, aún sentado en el sillón, e intentó hacerle notar que estaba allí, con ella.

Kate tomó mi mano también, cosa que no hacía casi nunca. Entonces, entendí la magnitud que tenía lo que estaba pasando. Era grave en verdad.

-Ashley... -comenzó nuevamente mi madre- Hija, él es tu padre.

Trust || l.h.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora