Epílogo

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Pasó exactamente un año desde que el gran anuncio fue hecho. Todo el mundo acusó la idea de descabellada y apresurada, pero nadie podía contra los sentimientos. 

Luke se encontraba justo en frente mío, parado en el amplio altar que había sido preparado para la ocación. Llevaba un traje que le quedaba impecable, y se había peinado, tal vez, por primera vez en su vida. Yo, por mi parte, llevaba puesto un hermoso vestido, el cual había sido seleccionado con riguroso cuidado por mi hermana. Yo nunca había sido buena para ese tipo de cosas. Llevaba también un pequeño ramo de flores en mi mano. Odiaba las flores.

El sol brillaba radiante sobre nosotros, y los invitados estaban cómodamente sentados a algunos metros, prestando atención a cada cosa que ocurría. Se veían vestidos extravagantes, grandes tocados y colores vívidos. Los hombres estaban todos de traje, muy tradicionales. 

Hacía ya tres años que Luke y yo estábamos juntos, otra vez. Y por la expresión en su rostro cuando me miraba, estaba segura de que serían muchos años más. 

Calum también estaba allí, y Michael, y Ashton, obviamente. Yo, por mi parte, estaba rodeada de damas de honor, y Kate, claro. Luke no quitó su vista de mí ni por un segundo, y se mordía el labio inferior con fuerza, queriendo que yo lo notase. Sabía perfectamente qué significaba eso. Puse los ojos en blanco, y reí negando con la cabeza, intentando que entendiese que ese no era el momento ni el lugar apropiados para esas cosas. 

Una de las damas de honor que se encontraba a mi lado me dio un golpe con el codo para que me concentrace, porque la ceremonia estaba por comenzar. Le regalé una última sonrisa a Luke antes de que ocurriese lo inevitable, algo que todos sabíamos que pasaría en algún momento u otro.

El ministro, ya parado firme frente a nosotros, comenzó a hablar.

-Queridos hermanos, estamos hoy aquí reunidos para celebrar la unión en santo matrimonio de Ashton y Kate... 

 

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