Capítulo 1.

15.2K 862 29
                                    


Rebecca's POV

Me encontraba de espaldas mirando por los grandes cristales de mi despacho. Desde esa altura, la vista de Los Ángeles era preciosa. Hoy se cumplían siete años desde que mi padre ingresó en prisión y tres, desde que decidí disolver La Mafia para siempre.

Después de que metieran a mi padre en la cárcel, no dudé en seguir adelante con su negocio, pero no era lo mismo sin él. Así que pagué a cada uno su parte correspondiente para que pudieran tomar caminos separados.

Chris tenía planeado un último golpe, el más peligroso y arriesgado de todos, pero nunca llegó a contárselo a nadie. A nadie excepto a mi.

Su último golpe era una de las razones por las cuales decidí terminar con La Mafia. Llevaba tres largos años planeando cada detalle y estudiándomelo con lupa, para que, cuando llegase el día, nada saliera mal. Obviamente, mi padre estaba al tanto y decidió echarme un cable desde dentro de la cárcel. Al fin y al cabo, él era el único cerebro de la operación. Y yo, simplemente, iba a ejecutarlo.

No contaba con un equipo ni confiaba en nadie, ya que, la última vez que Chris depositó toda su confianza en alguien, lo mandó directo al infierno. Hoy en día, la persona que lo traicionó, Damien Tanner, seguía en paradero desconocido. Ninguno entendimos por qué lo hizo. Y mucho menos para después huir como un cobarde. A la hora de elegir a los integrantes de la Mafia, mi padre fue muy cauteloso. Sin embargo, se equivocó al nombrar a Damien como su mano derecha. Se conocieron cuando eran niños y eran como hermanos, pero, a veces, la persona que menos te esperas, apunta el revólver hacia ti y sin temblar, dispara.

Volví a leer la carta anónima que me había llegado esta mañana. Alguien conocido estaba tratando de extorsionarme con esas líneas porque la única persona que me llamaba Becca era mi padre y estaba segura de que la persona que las había escrito lo sabía.

"Lee estas líneas con atención y piénsate muy bien tu respuesta porque no hay vuelta atrás:

Tengo un pequeño trabajo para ti, para la hija del gran Christopher Hunter. ¿Aceptas? De lo contrario, sufrirás unas terribles consecuencias.

Deja esta carta donde la has encontrado con la respuesta antes de medianoche. Espero que aceptes, pequeña Becca."

Al verla esta mañana ni siquiera me había inmutado. ¿Acaso se pensaba esa persona que unas líneas escritas en papel iban a acojonarme? El anónimo estaba muy equivocado, sea cual fuera aquel trabajo no iba a aceptarlo.

Hice una fotocopia a la carta y me la guardé en el bolso. Me senté en el escritorio y cogí una pluma, con la que escribí lo siguiente:

"No sé qué clase de persona es usted al manifestarte detrás de un simple papel, pero yo sí tengo muy claro la clase de persona que soy y como verá, no trabajo para nadie. Solo trabajo para mí. Estoy lista para las terribles consecuencias. Ahora mi pregunta es, ¿lo está usted?"

Doblé la carta y la metí en el sobre. Había muchas personas que se me pasaban por la cabeza, pero no estaba segura de ninguna. Lo cierto era que aquella carta me había provocado indiferencia. A lo largo de mi vida me había ganando muchos enemigos, estuve al borde de la muerte en numerosas ocasiones y nunca había sentido miedo. Era una de las muchas cosas que mi padre me enseñó.

No sabía quién era aquella persona, pero si quería algo, la única forma de comunicarse conmigo era cara a cara.

Me acomodé en la silla y me encendí un cigarrillo. Mientras expulsaba lentamente el humo, desdoblé la prensa de hoy y ahí estaba de nuevo. Aquella mujer volvía a ser portada por décima vez. Esta vez, el titular no fue tan sutil como las anteriores veces, esta vez el titular decía:

BESTIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora