BESTIA

Capítulo 43.

Rebecca's POV

No podía dejar que aquella niña sufriera las consecuencias. No podía dejar que Markus, Damien y mi tío se salieran con la suya. Tenía que hacer algo y ahora el tiempo era vital.

—Axel...—Sollozó la niña.

—Jade, mírame pequeña.—Intentó tranquilizarla, pero sólo hizo que la ira de Markus creciera.

Cargó su arma y se lo colocó a Jade en la cabeza.—¡Vamos! ¡¿A qué esperas?! ¡¿A que le pegue un tiro y sea demasiado tarde?!

Me acerqué a él con paso firme, pero Markus no se fiaba de nosotros. Dos de los miembros se quedaron con Damien para seguir inmovilizando a Chris, quien miraba la escena desde el suelo. Y los otros dos, avanzaron hasta la posición de Markus. Uno me estaba apuntando a mi y el otro a Axel.

Volví a buscar a Axel con la mirada y le asentí levemente con un movimiento apenas perceptible. Teníamos que jugar muy bien nuestras cartas.

Cargó el arma y me apuntó con ella. Mi padre gritaba e intentaba revolverse, pero no podía hacer nada, seguía sujeto por ellos.

Seguíamos mirándonos fijamente. Si salía mal, este iba a ser el final para todos nosotros así que cogí aire y volví a asentir en un movimiento ligeramente apreciable.

En ese instante comenzó un tiroteo de lo menos agradable.

Saqué mi arma que tenía escondida en la parte trasera de mis pantalones y disparé al hombre que estaba apuntándome dejándole fuera de combate y Axel hizo exactamente lo mismo con el otro hombre.

Empujé a Markus antes de que reaccionara y me abalancé sobre Jade, protegiéndola con mi cuerpo.

Markus disparó varias veces en mi dirección antes de que Axel le apuntara con el arma. Acto seguido me miró. Le asentí varias veces con la cabeza haciéndole saber que estaba bien. O, al menos, medianamente bien.

—Se acabó todo.—Cargó la pistola y le obligó a moverse en dirección contraria.

Jade se aferró a mi cuerpo con fuerza mientras seguía sollozando. Estaba temblando de miedo. Tenía que protegerla porque sabía que esa niña significaba mucho para Axel y no podía dejar que le pasara nada.

Sirenas de coches de policía comenzaron a sonar cada vez más cerca. Los matones y Damien, aprovechando que Chris estaba inmovilizado y desarmado, salieron corriendo dejando a Markus abandonado.

Cobardes.

No fue hasta que llegaron Víctor y Aaron que entendimos lo que estaba pasando. Este último corrió hasta su hija y la abrazó entre lágrimas.

—Papi...—Seguía sollozando la pequeña.

—Todo ha terminado, mi amor.—La abrazó.

Me incorporé y me senté en el suelo con dificultad. Me estaba costando respirar.

Se giró hacia mí.—Gracias, Rebecca.

Asentí con la cabeza e intenté disimular el dolor que estaba sintiendo.

Axel estaba a punto de disparar a Markus y terminar con su vida cuando Aaron lo evitó.

—¡No! No arruines tu vida, no seas como ellos.

—Nos van a arrestar a todos. Quizás así pueda evitar que los Hunter acaben en prisión.—Me miró.

—Nadie va a acabar en prisión salvo ellos.—Axel lo miró incrédulo.—Pedí ayuda a Grace y nos ha mandado a sus mejores hombres.