Capítulo 27.

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Rebecca's POV

Axel se había dado cuenta de que yo sabía más de lo que decía. Sobre todo cuando le dije lo del arma homicida, pero no podía decirle más. Solo Chris, Victor y yo sabíamos que yo cometí aquel asesinato. No podía arriesgarme a que nadie más lo supiera porque si esa información caía en malas manos, la caída de mi padre estaba más cerca que nunca.

El arma homicida lo tenía yo, escondida bajo llave en un lugar seguro. El caso Donovan se rechazó por falta de pruebas. Las balas no eran suficiente, ni siquiera se había encontrado una sola huella o el arma. Solo cuerpos inertes con orificios de bala.

Estaba completamente segura de que Markus había puesto las huellas de mi padre en un arma cualquiera. Un arma que ni siquiera se asemejaría al que realmente usé. Daba igual que no coincidiera la bala con el arma, estaban buscando un culpable y como mi padre era candidato, no iban a pensarse dos veces llevarlo a juicio, pero si el arma homicida aparecía con un huella, el juicio daría un giro de 180 grados porque ningún juez podría meterlo entre rejas. Mi padre era inocente de ese asesinato y no iba a dejar que pagara por ello.

Ahora estaba empezando a atar cabos. El hijo de los Donovan no tuvo la idea de reabrir el caso, estaba completamente segura de que Markus le había hecho una visita y le había prometido ver al presunto asesino de más de la mitad de su familia entre rejas, pero estaban muy equivocados. Mi padre saldría inocente y todo el plan de Markus y quien mas fuera que estuviera detrás de todo, se iría al traste.

La doble vida de mi padre fue expuesta por Damien, un traidor que en el juicio vería si realmente podía confiar en él y decía la verdad. Tenía que tener una muy buena razón para haberle traicionado porque a día de hoy seguía sin explicármelo. Era como su hermano y le dio la mayor puñalada por la espalda que se le podía dar a alguien.

—¿Qué tienen contra ti?—Rompió el silencio Víctor.

—Me acusan de haber cometido el asesinato con un revolver. No sé cómo vamos a demostrar mi inocencia.

Los tres nos miramos, incrédulos. Planear una matanza de trece personas con un revolver no era muy común, pero eso iba a ser algo que utilizaríamos a nuestro favor. Cometí el asesinato con un fusil y lo único que se podía contrastar en los informes eran las balas. Si aparecía el fusil con las huellas de Markus, mi padre no iría a la cárcel.

Chris y Víctor querían deshacerse del arma, pero yo no. Sabía que mi padre tenía muchos enemigos y como conseguí sacarlo de la cárcel, estaba segura de que volverían a la carga. Ambos creían que me deshice del arma, pero lo cierto era que les hice creer que lo había hecho. Sabía que algo así podía ocurrir y si mi padre era condenado al corredor de la muerte, ni el mejor abogado podía sacarlo de allí.

—Yo sí lo sé.—Capté su atención y ambos me miraron.—Voy a poner la huella de Markus en el arma homicida.

—No hay arma homicida.—Respondió mi padre a la vez que me miraba enfadado.—¿Verdad, Rebecca?

—Nunca me deshice de él. Lo tengo guardado en un lugar seguro.

Ambos se pasaron las manos por el cabello, frustrados y malhumorados.

—Rebecca, como esta información caiga en malas manos, van a ir directamente a por ti porque saben que si te hacen daño a ti, hacen daño a Chris.—Víctor sonaba preocupado.

—Por eso no voy a dejar que nada de eso pase. No voy a dejar que mi padre vaya al corredor de la muerte al azar. Guardé el arma porque sabía que esto podía ocurrir.

Mi padre asintió.—Tienes razón. Si no tuviéramos el arma, seguramente perdería el juicio, pero también tiene razón Victor.

—Lo sé, pero no voy a dejar que pagues por un asesinato que yo cometí.

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