Parte 35

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Zac POV.

-¡Austin! ¡¿Encontraste algo!?- grito en la pequeña habitación donde me encuentro, esperando la respuesta de Austin.

-¡Nada!- escucho gritar y mi desesperación aumenta -¡Zac, estoy desesperado, no sé de qué sea capaz ese maldito Elliot teniendo a las chichas!-

Mi cabeza da mil vueltas y las palabras de Austin penetran mi alma. Si ese maldito le llega a tocar al menos un pelo a Leila, a su madre o a Vanessa, nunca se lo perdonaré, lo mataré, así me toque dar mi vida.

Rápidamente observo muy detenidamente a mi al rededor, las paredes están hechas de ladrillos y solo tengo una puerta de metal, la cual, ni siquiera tiene pomo. Mis manos aún atadas, ya empiezan a doler, la soga está muy apretada y corta mi circulación, tengo que hacer algo, y rápido.

Empiezo a frotar la soga con la pared de ladrillos, ya que estos tienen unos pedazos filudos, pienso que pueden ayudar a cortar la soga. Froto rápidamente la soga contra los ladrillos y justo cómo lo pensaba, los hilos se empiezan a romper. Siento la adrenalina sobre mi y froto más rápido la soga.

Después de 10 minutos frotando la soga por fin, solo quedan unos hilos, cierro los ojos y con las fuerzas que me quedan abro ambas muñecas de un tirón y la soga cae al suelo. Caigo al suelo agotado y me tomo las muñecas, tengo las marcas de la soga, mis manos ya empezaban a ponerse moradas.

Esto me hace recordar las marcas que tiene Leila, no puedo creer que la dejé pasar por esto. Todo lo que ha sufrido por mi culpa, no es justo.

-¡Zac!- escucho la voz de Austin que interrumpe mis pensamientos- ¡Me he soltado de la soga!-

-¡Igual yo! ¡Ahora tenemos que salir de algún modo!- le grito a través de las paredes.

Aún en el suelo, me toco los bolsillos en caso de que mi yo del pasado haya guardado algo útil. Y efectivamente encuentro una varilla de metal pequeña, justo del tamaño de mi bolsillo, supongo que la debí tomar sin que Elliot o Andrew me vieran.

La tomo y miro a mi al rededor, si las paredes son de ladrillos, supongo que con esta varilla podré picar y hacer un agujero. No es la mejor idea, pero tengo que intentarlo.



Leila POV.

-¡Thomas! ¡¿Explicame dónde están Zac y Austin!?- grito desesperada desde el asiento del co-piloto y Thomas solo me mira de reojo y da un suspiro.

Siento la desesperación recorrer mi cuerpo y empiezo a hiperventilarme.

-¡Thomas déjate de misterios y explícanos de una vez a dónde nos llevas y dónde están Zac y Austin!- grita Vanessa desde el asiento trasero del auto. Me volteo y observo a mi madre que está junto a ella, sus ojos llenos de lagrimas y sus manos entrelazadas, claramente todas estamos desesperadas.

Thomas la mira por el espejo del retrovisor y nuevamente da un suspiro.

-Escuchen chicas... - dice por fin -Elliot y Andrew se llevaron a Zac y Austin, ellos sabían que irían al apartamento de Zac y sacarían los mapas que tanto necesitan-

Mi cabeza da mil vueltas, no entiendo nada, ¿Cómo se enteraron de que ellos estarían ahí? y ¿A dónde se los llevaron?

-Espera espera Thomas, ¿Cómo se enteraron de que ellos iban a estar ahí? ¡Tú fuiste el que les dijiste que podían ir por los mapas antes que demolieran la ca...!- me detengo un momento antes de seguir gritándole.

No puede ser.

-¡Les tendiste una trampa!- grito mientras las lágrimas inundan a mis ojos- ¡Confiamos en ti! ¡Y otra vez nos traicionas! ¡Eres un estúpido Thomas! ¡¿Y ahora qué!? ¡¿Tú jefe mando a que nos secuestraras!? ¡¿Es eso!? ¡Deten el maldito auto!- grito desesperada y comienzo a quitarle las manos del volante, tratando de detener el auto en la carretera vacía por la que vamos.
¡Ni siquiera se en dónde estoy!

-¡Leila pára!- me grita Thomas mientras hago el intento fallido de parar el auto, digo fallido porque Thomas tiene mucha fuerza y yo no tengo nada comparado a él.

Escucho a Vanessa sollozar desde atrás, me volteo a ella y tiene las manos cubriéndole el rostro, mi madre está abrazándola de lado mientras también llora. Esto es horrible.

-Espero que estés feliz, nos has arruinado la vida a todos- le digo con odio. Por culpa de él todos nuestros planes se han venido abajo, hemos sufrido tanto, todos, no es justo.

-¡No es justo!- grito y nuevamente recobro fuerzas y me abalanzo sobre Thomas- ¡Eres un maldito! ¡¿Cómo pudiste hacer algo así!? ¡Deten el auto!- grito y peleo sobre él, mi desesperación aumenta y las lágrimas no dejan de salir.

-¡Leila ya basta! ¡Me harás volcar el auto!- Un miedo repentino aparece. No puedo morir ahora, Zac y Austin me necesitan.

Fijo mi vista en mi madre y Vanessa, ellas también me necesitan.

Me siento nuevamente en mi asiento y miro al frente, no tengo idea de donde estamos. Es una carretera que pareciera no tiene fin, no veo más autos ni por el frente ni por atrás, seguro nos llevará a alguna parte y nos dejará ahí solas. Es un maldito.

-Mira Leila...- escucho decir a Thomas mientras mi furia aparece nuevamente- Sí, traicione a Zac y Austin, pero todo es parte del plan-

-¿Plan?- digo confusa- ¿Qué plan?-

-¡¿Otro de tus maravillosos planes!?- grita Vanessa molesta, y la entiendo, yo también estoy que me abalanzo nuevamente hacia él.

-Escuchen, Elliot y Andrew confían en mi-

Pobres ingenuos.

-Ellos me entregarán los mapas para yo ir antes que ellos y verificar que todo esté en las bodegas, que no falte nada y que tampoco haya alguna trampa- escucho a Thomas mientras mi vista está fija al frente.

-Estamos a punto de llegar a la fábrica donde tienen a Zac y Austin- Volteo a mirarlo sorprendida.

-Necesito que entren y los ayuden a escapar, mientras que yo iré a distraer a Elliot y a Andrew, tomaré los mapas y nos encontraremos en la parte trasera de la fábrica, para que ninguno de "sus hombres de negro"- hace comillas con sus dedos- Puedan verlos, ¿Me entienden?-

Estoy atónita, vaya que si tenía un plan, pero de todas formas aún no puedo confiar en él, sin embargo, es nuestra única salida.

-¿Y después? ¿A dónde nos llevaras?- pregunto.

-En la bodega de este auto hay un kilo de explosivos- Todas nos alarmamos y volteamos a mirar a la parte trasera del auto- Tranquilas, claramente aún no es peligroso-

-¿Y cuándo lo será?- pregunta mi madre.

-Cuando lo ponga en las bodegas y acabemos con todo esto de una vez por todas- Aprieta las manos al volante.

Hará explotar las bodegas.

Ay Dios.



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Cathe💕

𝐓𝐄 𝐋𝐎 𝐏𝐑𝐎𝐌𝐄𝐓𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora