Parte 37

40 1 0
                                    

Salgo corriendo hasta donde se encuentra Leila y la cargo en mis brazos. Ella entrelaza sus brazos por mi cuello y yo por su cintura.

- Estás bien... Estás bien...- Susurro para mí mismo mientras la sigo abrazando.

-Estoy bien Zac- Me suelta levemente y me da un beso.

La beso como si mi vida tratará de eso. La bajo suavemente y ahora es que puedo reaccionar.

-Thomas, tú nos engañaste- me dirijo nuevamente hacia él con paso decidido.

-Espera Zac- Se interpone Vanessa en mi camino - Él nos salvó -

¿Qué?

-¿Qué?- dice Austin - ¿Cómo que las salvó? Por su culpa nos iban a dejar morir en esta fábrica- Señala la fábrica con una de sus manos, está muy molesto.

- Pero todo era parte de un plan- Interviene Louisa, madre de Leila.

- Es verdad - Leila se aproxima a Thomas, revisando el golpe que acabé de darle en la cara.

- Thomas va a usar explosivos para destruir de una vez por todas las bodegas- Menciona Leila - Elliot le dará los mapas y él tendrá que ir primero a ver que todo esté en su lugar, ahí aprovechará y colocará los explosivos que traemos en el auto para destruir todo -

Así que Thomas se ganó la confianza de Elliot, vaya.
Aunque no quita el hecho de que nos hicieron daño a todos.

Por otro lado, no puedo dejar que Thomas vaya sólo, todo esté problema es culpa mía.

-¿Y cómo lo harás? ¿Tienes algún dispositivo para controlar los explosivos?- Pregunta Austin.

Thomas cambia completamente de semblante y simplemente responde - No -

Todos le miramos, estamos igual de confundidos.

-¿Entonces? ¿Cómo planeas hacer explotar todo y salir de ahí a la vez? - Vanessa se acerca a él y le mira directo a los ojos.

- No puedo hacer que pasen ambas cosas. Voy a destruir las bodegas, y yo me iré con ellas -

El silencio inunde el momento. Thomas está dispuesto a sacrificarse para que todo esté gran problema termine.

Cierro mis ojos y mis pensamientos me inundan. Si hay alguien que deba sacrificarse debo ser yo.

Mi vida ha mejorado radicalmente en tan sólo unos meses, conocer amigos que verdaderamente te quieran por como eres y no por lo que ellos quieren que seas, es fantástico. Encontrar personas con las cuales compartir recuerdos y momentos juntos. No he Sido muy sociable desde pequeño, mi infancia la recuerdo muy rápida.

A pesarde todo, creo que este ha sido el mejor año de mi vida. Poder sentir y vivir el amor verdaderamente con una persona es el mejor sentimiento que guardaré siempre conmigo.

Abro mis ojos y se fijan directamente el Leila, ella me mira y noto preocupación en su rostro. Me acerco a ella y la tomo de las manos, parece sorprendida pero únicamente me mira a los ojos, expectante.

-Leila, te amo - Sus ojos se abren como platos - Desde el momento en el que te conocí, sabía que había algo en ti qué yo necesitaba - Le sonrió - Pero resultó que no era algo en tí, eras sólo tú. Te necesitaba a tí -

Una lágrima resbala por su mejilla, acerco mi mano y la retiro de su rostro.

- Imaginarme una vida contigo ha sido el mejor sueño de toda mi vida, despertar a media noche y que tú estés a mi lado, dormida tan tranquilamente. Saber que estoy con la mujer que verdaderamente amo, no hay nada más que necesite - continúo diciendo.

-Z-Zac... ¿Por qué me estás diciendo eso? - Más lágrimas empiezan a brotar de sus hermosos ojos.

- No hay nada más que yo hubiese querido en esta vida que compartirla toda contigo, verte convertir en la mujer profesional que quieres ser, formar una familia contigo, bailar cuando estuviéramos viejos y arrugados - Mi corazón se acelera y siento un nudo en mi garganta - Pero mi pasado nunca me dejará avanzar, desde que estoy contigo sólo te han hecho daño, he hecho daño a mi familia, Melody.... - susurro y Leila me aprieta fuertemente las manos.

-Zac.. ¿Q-Qué estás diciendo?- Los ojos de Leila se han puesto rojos al igual que su nariz.

Agacho mi cabeza.

- Si hay alguien que deba sacrificarse para detener esto de una vez por todas, debo ser yo -




Leila POV.

Mi mundo se detiene por un momento.

¿Está hablando enserio? ¿Por qué alguien debe de morir?

- No no no, aquí no morirá nadie - Interrumpe Vanessa.

- Ya no hay tiempo, no tenemos otra oportunidad- dice Thomas y justo en ese momento un móvil empieza a sonar en su bolsillo.

Thomas lo saca y lo mira - Es Elliot - Nos dice.

- ¿Si señor? - Responde a la llamada - Sí.... Sí señor.... Enseguida señor - Cuelga y agacha la cabeza.

- Es hora, debo recoger los mapas - Nos dirige la mirada a todos y se detiene en mí. Yo asiento con la cabeza.

Leila observa ese movimiento y sujeta mis manos.

- No, no no no no, Zac no ¡No puedes irte, no puedes dejarme! ¿Por qué? ¿Por qué quiere irte? Te amo Zac, te amo, por favor no te vayas, p-por favor.... Quédate conmigo - Mi garganta se vuelve un nudo y los lágrimas salen a montones.

Voy a perder a la primera persona por la que he sentido algo, la primera persona que logró entrar a mi corazón y a mi vida.

-Zac, tú me haces sentir viva, estar contigo ha sido lo mejor de mi vida, contigo puedo ser yo misma, eres todo lo que necesito ahora. Quédate conmigo... - Me lanzó a abrazarlo y él me corresponde.

Lloro en su pecho, el lugar en el que quisiera quedarme para siempre, rodeada de sus brazos, sintiéndome en casa. Levanta mi rostro y puedo notar unas pequeñas lágrimas salir de sus ojos, mi corazón duele, mi estómago se estruje.

Zac me besa, pero este beso es diferente. Todo a nuestro alrededor se detiene. Somos él y yo, palpitando en un solo cuerpo, sintiendo una conexión más allá de lo que se pueda entender.

Es él.

Él es la persona que necesito en mi vida.

Nos separamos suavemente.

- Debemos irnos, ya - Thomas interviene y la burbuja que nos rodeaba en mi imaginación se destruye.

No, no, no.

- Zac no, por favor, no... - Me sujeto fuertemente de su brazo.

Mientras, noto como Vanessa abraza a Thomas, ella también se encuentra llorando. La veo separase de él y correr a los brazos de Austin, este la consuela mientras ella sigue con su llanto.

Thomas se dirige hasta al auto y se sube en el asiento del conductor.

-Leila, recuerda esto, nadie te va a amar de la forma en la que hice yo - Zac me da un beso en la frente y hace que suelte su brazo.

Pero de repente me acuerdo...

La promesa.

-¡P-pero... Prometiste que estarías conmigo! ¡Por favor, no lo hagas! ¡Lo prometiste!- Mis lágrimas salen en cataratas, estrujo mi pecho al sentir ese dolor.

Y entonces, llega ese recuerdo a mi mente.
Aquel momento donde nos unimos en una promesa.

Prometió estar conmigo...

-Lo siento... - Da media vuelta y lo veo subir al auto, este se introduce en la carretera y lo pierdo de vista.

-Lo prometiste...- Susurro al caer de rodillas al suelo.






****************

Re intenso todo, lloré escribiendo este capítulo.

Cathe 💕

𝐓𝐄 𝐋𝐎 𝐏𝐑𝐎𝐌𝐄𝐓𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora