La Reina De Los Milagros. (Kuroko No Basket Y Tu)

Capítulo 12

Abandonar.

Una nueva tarde se hacia presente, dos días habían pasado desde la suspensión de (Tn). Ahora mismo Kuroko y (Tn) se encontraban sentados en la cama hablando cosas sin sentido para algunas personas, hasta que comenzaron un tema serio.

-___(Ta)-san, necesitó decirte algo...- habló Kuroko con la mirada baja.

-Dime, Kuroko.

La habitación se quedó en silencio, Kuroko suspiró y siguió...

-Abandonaré el equipo...

-¡¿Qué?! ¿¡Por qué?! ¿Estas loco? ¡No puedes hacer eso! -___(Tn) comenzó a caminar desesperada por toda la pieza.

-___(Ta)-san es por el bien del equipo, yo no sirvo ahí, hasta el entrenador lo dijo.

-¿Pero que tonterías dices? -La pelinegra se acerco a él y lo tomó de las manos -. No hay un jugador malo en un equipo solo se necesita reforzarlo.

Kuroko dio una leve risa y vió a la de orbes (c/o) (1), quedó hipnotizado de nuevo, sentía tranquilidad y comprensión.

-¿Sabes? Lo mismo me dijo Aomine-kun.

-Ves... No lo dej...

-Akashi-kun me dijo algo -interrumpió Kuroko con la cabeza abajo.

-¿Akashi? - él asintió con la cabeza para seguir hablando.

-Dijo que le interesaba cuando me vió, al principio no entendía nada pero después comenzó a hacerme una prueba de tiros, que falle, no tenía ánimos para eso, entonces me dijo que mi falta de presencia podría ser utilizada...-explicó Kuroko -. Comenzamos a hablar de esto cuando venia de camino aquí con Aomine-kun.

La pelinegra no tenia palabras, era algo inesperado de Akashi.

-Hablare con él después...

Después de esa pequeña platica, decidieron pedir algo de comida, los padres de Kuroko lo recogerían después de cenar.

La cena término rápido y Kuroko tuvó que irse dejando a ___(Tn) sola en una habitación oscura, con miles de pensamientos revueltos, la copa de otoño sería en un par de meses y necesitaba saber todo sobre sus oponentes.

(. . .)

A la mañana siguiente la pelinegra despertó, se duchó y bajó a desayunar.

-Buenos días -saludó al llegar al comedor.

-Hola amor -contestó su madre con una sonrisa.

El desayuno pasó tranquilo, la mamá de ___(Tn) se iría al trabajo dejandola sola, eso le incomodaba y a la vez le ponía muy feliz.

-Recuerda, si vas a salir, toma las llaves y ten mucho cuidado -dijo la madre de la pelinegra antes de salir de casa.

-Sí -contestó con una linda sonrisa.

(. . .)

El reloj marcaba las cuatro y treinta de la tarde, esa era la hora del entrenamiento, tenía que ir, necesitaba ayudar al equipo. Tomó su mochila con un poco de dinero, las llaves de casa, su móvil y un bote de agua, sería de ayuda.