Esta historia esta en edición y reconstrucción.
Una nueva vida en la escuela media Teiko, una inesperada noticia, una cruel despedida, una cálida bienvenida y unos grandes amigos.
¿Te gustaría estar en el mundo de Kuroko no Basket? Adelante, entra...
-Kuroko, de verdad, Haizaki no es mi novio, solo quería hablar y no sabía como llamarme.
-Solo tenía que decirlo.
-Te lo llevo explicando toda la tarde -la chica dió un suspiro -. Eres más difícil de convencer que mi mamá.
Horas antes las clases llegaron a su fin, pero la hora del club estaba por comenzar.
-Nunca estamos libres ¿no?- preguntó Momoi caminando hacía los gimnasios.
-Bueno, yo lo estuve la semana pasada.
-Eso no cuenta -las dos rieron y entraron a gimnasios diferentes.
Ya llegaban un buen rato de practica, ___(Tn) ayudaba a los chicos con las botellas de agua y recogiendo algunos cuantos balones.
-Nijimura-senpai, tengo que llevarle esto al entrenador, ¿podría encangarse por un momento?-dijo la chica con algunos papeles en mano.
-Claro que sí, no te preocupes, yo haré que recojan todo- contestó el pelinegro revolviendole el cabello a ___(Tn) con una gran sonrisa-. Puedes irte a casa tranquila.
-Muchas gracias, Nijimura-senpai. - La chica hizó una pequeña reverencia y se despidió de los chicos- ¡Buen trabajo a todos, nos vemos mañana!
La chica caminaba por los pasillos de la escuela de nuevo, hasta que reconoció esa peculiar cabellera celeste.
-¡Kuroko!- llamó su atención la chica, el chico se dió la vuelta y camino hacía ella.
-___(Ta)-san.
-¿Podemos hablar?
-Lo siento, tengo cosas que hacer -la chica comenzó a pensar en como lo convencería, el mal entendido del almuerzo debería de tenerlo enojado y eso no le agradaba.
-Habran malteadas de vainilla.
-Que esperamos, vamos -los ojos celestes que tenía se iluminaron por unos segundos sin dejar de lado su aspecto serio.
La pelinegra rió y miró a Kuroko quien también tenía una leve sonrisa.
-Solo llevaré esto con el entrenador -comentó mostrando los papeles-. Si quieres puedes esperarme en la entrada.
-Te acompañó.
-Esta bien.
Los dos comenzaron a caminar en un silenció bastante comodo, solo con el sonido de los zapatos contra el suelo y un poco de aire que se colaba por los ventanales, pero alguien tenía que romperlo.
-No sabía que Haizaki fuera tu novio.
-Sobre eso quiero hablar.
Después de entregar los papeles, los dos salierón en dirección a su hamburguesería más cercana.
-Kuroko, solo quiero preguntar algo... Tú, ¿estabas celoso de los chicos?
-Sí.
-B-bueno...
-___(Ta)-san...
-Ah, sí, lo de Haizaki...
Compraron sus malteadas y ___(Tn) aprovechó para pedir unas papas fritas y terminaría el día con un helado.
-Kuroko, de verdad, Haizaki no es mi novio. Solo quería hablar y no sabia como llamarme.
-Solo tenía que decirlo.
-Te lo llevo explicando toda la tarde -la chica dió un suspiro-. Eres más dificil de hacer entender que mi mamá.
-No es cierto - Reprocho el peli-celeste tomando su malteada.
-Yo digo que sí.
Su ambiente se llenó de risas de parte de los dos, se veían tan bien, tan relajados, tan...unidos.
-Por cierto -dijo la chica mirando a Kuroko -, necesito tu ayuda. Es que estoy entrenando un poco para ayudar al equipo y pues me preguntaba si...
-Claro.
-¡Pero ni siquiera he terminado de hablar!
-Quieres a alguien con quien entrenar ¿verdad?
-Adivinaste.
-Esta bien lo hare.
-¡Gracias!.
Sin darse cuenta ___(Tn) cuando iba a salir se encontró con un chico de cabellera roja, ojos del mismo color y cejas extrañas.
-Lo siento/ Perdon -fue todas las palabras que cruzaron.
Al salir del lugar, Kuroko llevó a ___(Tn) a casa y siguieron hablando, aunque algo preocupaba a la pelinegra. Un nuevo integrante del equipo se uniria el día de mañana, pero no le dieron detalles de quien era.
-Te veo mañana -se despidieron los dos con una sonrisa y Kuroko desapareció en la oscuridad de la noche.
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