El Secreto Del Chico Silencioso. (Larry Stylinson)

Capítulo 25: "Pesadilla común"

  A veces me he puesto a pensar si moriré muy joven o si viviré hasta que sea más grande. ¿Qué hago aquí? Es increíble cómo nuestra manera de pensar cambia a través de los años, ¿no creen?Vuelvo a tocar el timbre y me visualizo rápidamente para ver si me veo bien, y sí lo estoy. ¿Acaso no hay nadie en casa? Siento que cada segundo se hace más eterno aquí afuera parado como un idiota esperando que me abran. Miro disimuladamente el alrededor y están unos vecinos mirándome y ruedo los ojos. Mierda. Me saludan casi a gritos y les sonrío en forma de saludo. ¿De cuándo acá el amor? Con ellos no me la llevo muy bien. Miro hacia las cámaras de seguridad y al moverse una de ellas sé que se dieron cuenta que soy yo. 

 -Ya le abro, joven Louis. –Dice el vigilante de guardia por la radio del portón-.

Asiento mirando la cámara y creo que mis manos están temblando de lo nervioso que estoy. Joder.

-Adelante. –Dice mirándome fijamente y trago antes de entrar-.

Cuando cierra la puerta siento un escalofrío y tengo la sensación de que me está visualizando mucho.

-Louis: Gracias.

-De nada, joven. Sus padres han estado muy angustiados.

-Louis: Lo bueno es que ya estoy en casa. –Digo secamente y sigo caminando-.

Entro fácilmente porque la puerta está como ajustada y cuando llego a la sala me llevo la sorpresa de ver a mis padres hablando con Ana e inmediatamente todas las miradas se enfocan en mí. Mierda.

-Ana: ¡Mi niño! –Dice abrazándome cálidamente y no sé cómo interpretar las miradas de mis padres-.

-Louis: Ana. –Digo apretándola muy fuerte-.

-Lacie: Luego hablas con Louis, Ana. Déjanos a solas, por favor. –Dice con temple firme-.

Ana me susurra al oído que me quiere y acaricia mis mejillas antes de irse a la cocina.

-Lacie: ¿Sabes qué hora es?

Joder. Bueno, ya estoy aquí. ¿Qué más? No creo que se pueda poner peor la situación.

-Louis: No lo sé, mi celular está descargado. –Miento para hacerme el distraído-.

-Lacie: Son las 6:41 pm. ¿Se puede saber dónde estabas? –Dice molesta y trago-.

-Louis: Te lo dije por llamada.

-Lacie: No me importa la llamada. –Se levanta del sofá-. ¿Hasta cuándo?

-Tyler: No armes un escándalo. –Le dice a mamá mientras dobla el periódico-.

-Lacie: ¿Te costaba mucho llamar? ¿Sabes lo preocupados que estábamos?

-Louis: Lo siento.

-Lacie: No lo sientas.

-Louis: No quería causarles otro disgusto.

-Lacie: ¡Pero lo hiciste! Te recuerdo que aún no eres mayor de edad. –Dice acercándose más-.

Mierda. Siento que la sangre me está hirviendo. ¿Qué hago?

-Louis: Entiendo por una parte tu molestia, pero ya estoy acá.

-Tyler: No lo veas así tan fácil, Louis. –Dice con carácter-.

-Lacie: Dame tu celular, estás castigado. No tienes permiso para salir por un buen tiempo.

No, mi celular no. ¿Cómo haré entonces para comunicarme?