Felicia siguió su Camino, las sonrisas estúpidas salían de sus labios, de pronto estaba trotando por los pasillos, daba pequeños saltos cuando sentía que no podía más.
¿Que sentirías tú sí después de tanto tiempo volverías a ver a el amor de tu vida, A el chico que te salvo, que te dió tanto y al que más deseabas?
No podía esperar para verlo a los ojos, tocarlo, sentía que flotaba.
Dió vuelta donde encontraría a Peter.
Lo vio, se detuvo de golpe en el inicio del pasillo.
Llevaba el cabello perfectame peinado, una camisa azul sin duda el azul era su color, lucia como un ángel, estaba acomodando un par de cosas en su casillero.- ¡Spidey!.- grito sin miedo pues había poca gente al rededor.
Peter levantó la mirada y sus pupilas se expandieron, la tenía enfrente.
Cerro su casillero de inmediato dejando a medidas lo que sea que estaba haciendo, Felicia camino en su dirección y Peter hizo lo mismo.
No podían esperar para estar con el otro.
El timbre sonó y de una de las puertas de los lados salió una rubia muy alegre que de inmediato se colgó del cuello de Peter.- ¡Aprobé mi examen!.- chilló emocionada y después lo beso, Peter la abrazó por la cintura y respondió el beso que corto en segundos.
Levantó la mirada y Felicia se quedó quieta en su lugar, empuñó sus manos y sintió sus ojos arder. ¡Pero que idiota! ¿Cómo podía pensar que Peter esperaba por ella? Sintió que no pertenecía ahí, las lágrimas resbalaron por sus mejillas como mantequilla en un sartén caliente.
Ambos se veían a los ojos.