- Basta de fingir.
Me dijo aquel chico rubio de ojos azules.
- ¿Disculpa?- tome el ultimo libro que me hacia falta y cerre la puerta de mi casillero.
La noche anterior spidy tampoco fue a mi casa y temia que no supiera donde estaba y jamás lo volviera a ver.
Despues de mis medicinas aguanté un poco más de tiempo más despierta antes de caer en un profundo sueño. Pude oír como cerraban la puerta de mi habitación bajo llave, lo cual me parece algo extraño más no tenia fuerza para protestar. No soy una prisionera.- A mi no puedes engañarme.- me volvió a el presente tomandome muy fuerte de la muñeca.
- ¡¿ De qué hablas?!- intenté soltarme pero él era más fuerte que yo por mucho y no lo logre, sin embargo era doloroso por tantos piquetes que había en mi brazo.
Me acercó mucho a su rostro.
- Vamos gatita... yo se cuanto deseas matar a el hombre araña.
No podia saberlo pero, podría jurar que mi rostro era de horror.
¿Matar a el hombre araña?
¿Me llamó gatita?¿Sabe quien soy?- ¡Harry!- gritó Ned sonriendo a lo lejos.
- Te salvaste por hoy pero tú y yo tenemos un trato pendiente.
Me solto la muñeca bruscamente y se alejo lleno de mal humor.
- ¿Quien demonios es el?- le pregunté a Ned apenas llego a mi lado.
- Es Harry Osborn. Peter y yo creemos que se a vuelto loco ¿Te hizo algo?
Intentó buscar heridas en la mano por la que me sujetó, pero estaba intacta.
Lo que estaba intacta era mi cabeza.
El sabía algo de mi y yo no podia recordarlo. Busque en mi cabeza, entre todo lo que me han contado y los rostros que a veces vienen a mi pero no encontraba a Harry Osborn. Me llevé ambas manos a frente.- Felicia ¿Estas bien?
Di algunos pasos pero sentía que apenas y podía moverme, un dolor invadió mi cabeza de pronto y despues... caí al piso.
(....)
Desperte agitada pero apenas vi donde estaba y me calme.
Era mi habitación.
El cielo aun se dejaba ver celeste por los ventanales y mis cobijas esponjosas como las nuves acaloraban.¿ Que demonios había pasado?
Me puse de pie e intenté salir de mi habitación, estaba cerrada bajo llave.
- ¡Elle!.- grité muy fuerte y varias veces pero al parecer ella no estaba en casa.
Rapidamente tome mi laptop y me senté agusto en la cama.
"Harry Osborn" escribí en el buscador de Facebook. Rapidamente di con su perfil, teniamos más de 200 amigos en común. Sus fotos tenian más de 500 likes y muchos comentarios de chicas.
"Harry Osborn" ahora en Google. Fue facil saber quien era.
Hijo Norman Osborn dueño y fundador de Oscorp.Unos golpes en la ventana me interrumpierón, era él.
Rapidamente puse la computadora a el otro lado de la cama y me acerqué a la ventana.- ¿Por qué no vas a la azotea para poder estar juntos un rato?.- fue lo primero que dijo la araña.
- Estoy encerrada en mi habitación, alguien puso la llave.
Lo siguiente fue una telarala en mi cintura y despues un jalón, la ventana era amplia y perfecto podia pasar a travez de ella, solo que muy alta. Nada que una telaraña no pudiera solucionar y despues... volava entre lls edificos abrazada a mi spidey.
Se detuvo en un pequeño parque solitario, ambos tomamos asiento sobre el pasto y el atardecer se asomaba.
Hubiera disfrutado mi encuentro y libertad pero no podia dejar de pensar en Harry Osborn.- ¿Todo bien?- dijo spiderman notando mi seriedad.
- Hoy me pasó algo raro en la escuela... bueno, primero que nada voy a una escuela... Migtdown y un chico se me acercó, me llamó "gatita" y dijo algo sobre nuestro plan de asesinarte.
Me hubiera gustado que esa mascara no estuviera sobre su rostro y poder ver si su expresión o mirada me decian algo.
- ¿Sabes su nombre?
- Harry Osborn.
Se quedó en silencio por varios segundos.
- ¿Lo conoces?- pregunté
- Es el hijo de Norman Osborn de Oscorp ¿Por qué querria el asesinarme?
- No lo se, pero ¿Por qué querria yo asesinarte?
No respondio, solo guardó silencio.
- ¿Hay algo que no me estas diciendo, spidey?
- No se porque querrias matarme, Felicia. Ni él tampoco.- se apresuró a contestar y parecia molesto.
- Sea cual sea la razón, yo no voy a matarte.- afirme.- y voy a averiguar porque él quiere hacerlo.
- No, Felicia. Tú debes descansar, no meterte en casos misteriosos. Además conozco gente de Oscorp... puedo averiguarlo yo solo.
En verdad sonaba irritado.
- Estoy involucrada de cualquier modo. Sabe que Felicia y Black Cat son la misma persona.
Suspiró.
- Son problemas fuertes para una cabeza vacia.- abrace mis piernas y las pegué más a mi pecho.
-Todo va a estar bien, gatita.- dio un beso en mi frente y por fin se sintio más relajado.- Buscare el modo de saber como el conoce de ti y la razón por la que me quiere matar.
- De acuerdo.
- Necesito que tú huyas de él. Si le das oportunidad de hablarte le das oportunidad de amenazarte. Si lo ves por ahi, ve a el lado contrario.
- Eso haré.
Más tarde volvimos a casa, dio un beso en mi frente atravez de la mascara, me dejo en la entrada de el edifico y se marchó.
Jamás me habia sentido perfectamente bien encajando en el papel de una dolescente enamorada que sonrie como boba mientras recuerda momentos hasta ese entonces.
Llegué a mi piso con ayuda de el elevador y apenas abrí la puerta me encontré a Elle y a Jefferson esperando por mi.
- ¡Te dije que estaria bien!.- grito Elle señalandome.
- ¿Donde estabas? ¿Como saliste?
Jefferson camino hacia mi y cerro la puerta muy fuerte detras mío.
- No veo creo que te importe.- respondí molesta.
- Si te dejé encerrada es porque no se supone que debas salir.
Fue hasta la mesa de el comedor y abrio el malerin color plata de todos los días, sacó la vacuna con el liquido verde-azul y volvio a mi.
- No soy tu prisionera, ni tuya ni de mi padre.- grité
- Es mi trabajo tenerte a salvo.- me tomo fuerte de el brazo y me jaló hasta la mesa.
- ¡ Al diablo con tu trabajo! Lo que tengas que hacer a mi no me importa.- intenté escapar pero no pude. Tomó mi brazó y lo extendio sobre la mesa.
- ¡Basta de medicinas! ¿Quieren drogarme hasta que no tenga conciencia?.- reclame antes de que la introdujera.
- De no ser por esto estarias muerta, Felicia.
Le escupí en la cara.
Elle solo observaba. Jefferson se limpio con la manga de su traje y continuo a poner la aguja en mi piel, la dejó caer toda de golpe haciendo que doliera aún más.
- Eres una niña estupida, no sabes lo que haces y si vuelves a escapar voy a asegurarme que te encierren en una habitación dr manicomio.
Me tomó de el brazo y me arrastró hasta mi habitación, me empujo ahí adentro y caí a el piso.- ¡Vete a la mierda!
Cerro la puerta y enseguida introdujo la llave.