Era la mañana de el jueves, había llegado desde muy temprano a el hospital y me senté a esperar en la pequeña sala de espera que justo estaba afuera de la habitación de Felicia. Estaba muy comodo y no me di cuenta hasta que me dierón las 11 de la mañana.
El hospital estaba casi desierto desde que llegué, rara ves vi a alguna enfermera y en toda mi espera jamás entró nadie a la habitación de Feli, ni siquiera aquel hombre de traje que siempre estaba ahi.Me puse de pie y dí una vuelta rapida a el piso, me aseguré que no estuviera nadie por aqui y asi era, el piso estaba casi vacio. Volví a la habitación de Felicia e hice sonar la puerte un par de veces pero al no tener respuesta la abrí con suavidad.
Felicia estaba sentada ahora con menos maquinas conectadas a su cuerpo. Sú mirada estaba perdida en algun lugar del piso y cuando escuchó la puerta cerrarse de nuevo detras de mi me levantó la mirada, me quede estatico. Su rostro sin ninguna expresión asustaba y cuando por fin me sonrió, esa sonrisa tan retorcida... pensé que todo habia vuelvo pero no.
- Peter, viniste...- dijo en un susurro casi inaufible.
Rapidamente fui hasta ella y me sente enfrente suyo, tenía las pupilas dilatadas como nunca antes las había visto, el color de sus ojos apenas era visible en una delgada linea.- ¿Qué te hicierón?.- me apure a preguntar. Le revise la temperarura en su frente, pero estaba bien. Solo sus brazos estaban llenos de moretones, pero no de golpes, si no de que había sido inyectada varias veces.
- Estoy bien, peter. Solo es el efecto de mis medicinas- apenas y podía hablar.
- Felicia, ¿qué te pasó en los brazos?
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Todo había estado pasando muy raro desde que llegué aqui.
Las personas ni siquiera me hablan y las enfermeras que me atienden lo hacen como si estuvieran aterradas de hacerlo.No me dejan ver televisión, ni siquiera puede pedir prestado el periodico, no puedo usar mi celular tampoco y cuando por fin alguien viene a verme apenas y se puede quedar 2 minutos conmigo.
Ya me sentía muy bien, es cierto que no recordaba muchas cosas pero recordaba caminar, respirar, comer, como ir a la escuela y aun asi no me querian dejar ir.
Jefferson quiso contarme algunas cosas, como que Mary Jane ya no vive más en New York, que Elle y yo somos amigas desde hace tiempo y que he estado algo enferma y por eso tengo que medicarme varias veces por semana, es por eso que suelen inyectarme en las venas liquidos tan espesos como el pure de papa y que duelen horrendo, pero es verdad que despues me siento muy tranquila, muy relajada. No importa cuanto quieran ocultarlo, yo se que son calmantes y aunqur no entiendo porqué me dejo llevar por la tranquilidad y la paz que me dan.
No me han mencionado nada sobre Black cat pero, tampoco me interesa preguntar... solo me da paz saber que dejaran el tema en lo que me recupero de mi caída y que el unico motivo por el que podría volver a usar ese traje sera para reunirme con mi amor.
Todas las noches me quedo horas viendo por la ventana pero el nunca llega y todas las mañanas despierto y hay algo nuevo en mi ventana, algo que él dejó al amanecer y solo así se que no se olvida de mi.
En este instante en el que me pongo a pensar todo esto, peter entra a mi habitación e interrumpe mis pensamiemtos.
Peter, otro caso... es el unico al que recuerdo que está aqui por su voluntad, no deja de venir casi díario y no se si es porque nos hemos hecho más amigos y no lo recuerdo, pero no se lo menciono porque no quiero herirlo.
Despues de sus preguntas paranoicas logro calmarlo.
- Peter, estoy bien. Me han explicado que tengo algo asi como... algo.- no podia decirle a él que tenía una doble identidad y que varias veces atras (incluso antes de lo que recuerdo) sufrí crisis por eso ¿ y si él ya lo sabe?- solo son medicamentos, me ayudan a estar relajada y a sentir menos dolor por el golpe en la cabeza.