El niño rico de la escuela, el rubio que se acostaba con una chica diferente cada que le daba la gana, el amigo que te apoyará económicamente aunque tú no lo quieras, dicen que el llevaba los zapatos más caros de la escuela y que un solo saco suyo era más caro que el outfit completo de una chica promedio, era invitado a todas las fiestas, era Harry Osborne.
Pero él no era malo.
Fue amigo desde muy pequeño de Peter, cuando su madre murió su padre lo mando a un internado en Escocia para que fuera criado por las monjas pero ellas no podían controlarlo, su rebeldía era su forma de protesta. Estuvo en escuelas militares y hasta en las escuelas más caras y lujosas pero él seguía sintiéndose vacío, hasta que volvió a New York. Volvió porque su padre estaba moribundo y necesitaba quién se encargará de oscorp. Su primer castigo por tantos años de ser un espíritu libre, fue entrar a una escuela pública. ¿Creyeron que una escuela pública iba a detenerlo? Si. Pero no porque el quisiera. Ni porque su mejor amigo, con quién volvió a tener contacto estuviera ahí también. Ni por la popularidad que tenía.
Era por ella.
Gwen Stacy.
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Que en su calidad bienvenida atrapó a Harry con aquella inocencia que ya ninguna chica tenía. Hasta que descubrió que era Peter quién había conquistado el corazón de aquella rubia. Repito, él no era malo. No sé metería con la novia de su amigo, ni siquiera lo intentaba. Pero era imposible reprimir aquel amor que sentía por la mujer perfecta.
Tras la muerte de su padre su único objetivo era alcanzar la mayoría de edad para hacerse cargo de la empresa que ahora era suya y después esperar a morir por la enfermedad hereditaria que acabaría con el antes de los 75. Pero Harry era muy inteligente, lo era aunque no lo demostrará muy seguido. Quiso hablar, quiso mostrarle a las personas que el podía crear aquella cura que detendría la muerte Generación tras generación en su familia. El legado de su padre, lo que el ya llevaba de avance le dejaba menos camino por recorrer pero nadie lo escuchaba, nadie lo dejaba involucrarse en asuntos como ese por ser un "niño". Pero gracias a la ignorancia de todo ellos el tomo su anonimato con gusto y con ayuda de Gwen logró encontrar lo que buscaba... El proyecto que su parte había dejado, todo ese arsenal de información y pruebas... Después lo entendió. Spiderman. El tenía sus poderes y habilidades impresionantes todo gracias a él veneno de una araña... ¿Porque no funcionaría igual en él? Lo supo hasta que de inyectó el veneno en las venas, ese que con cada gota de sangre que contaminaba hacia que le ardieran los músculos, los huesos, el alma.
Y las voces en su cabeza no dejaban de hablar, no era su voz, era la de su padre, diciéndole donde estaba lo que necesitaba para sobrevivir un poco. Llevándolo hasta la armadura de metal con el flotador que lo llevarían a almacenar cantidades exuberantes de odio.
El veneno resultó, poco a poco cobro fuerzas y después su palidez se fue, junto con las escamas que se empezaban a asomar en algunas partes de su cuerpo, había funcionado.
