Capítulo 11

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Jordan

Me cogió de la camisa y me lanzó un puñetazo directo al ojo que yo, aún no se como, esquivé. Su nariz seguía sangrando, e Izan y yo ayudándonos mutuamente. Ese Daniel West era un hueso duro de roer.

- ¡Daniel suéltale! - Gritó Elísabeth al ver que su exnovio se avalanzó sobre mí. Por suerte, Izan me lo consiguió sacar de encima dándole un golpe seco en la nuca, que le dejó inconsciente.

Clara Atena

Daniel yacía desmayado en el arenoso suelo del parque. Mi novio ayudó a levantar a Jordan, y tras comprobar que solamente estaba inconsciente, llamamos de forma anónima a la ambulancia y nos fuimos lo más rápido posible.

- Gracias. - Dijo Jordan a Izan.

- No hay de qué. - Respondió dándole un amistoso golpe en el hombro.

Elísabeth parecía muy preocupada.

- ¿Seguro que tenía pulso?

- Sí, Eli. No te preocupes. Ese gilipollas se pondrá bien, y se arrepentirá de lo que hizo. - Le dí un fuerte abrazo.

- Muchas gracias a los dos.

Se mostraba muy agradecida. Sé lo mucho que sufrió por culpa de ese imbécil, que la engañó por primera vez con una chica de nuestra clase, cuernos que Elísabeth perdonó debido a lo enamorada que estaba de ese capullo. Yo nunca le perdoné. La segunda vez que le engañó se lo avisé yo, pero no me hizo caso, y le mandé unas notas anónimas, la última con una foto de Daniel besando a Catlin, una americana que venía de intercambio.

Elísabeth

Miré a Jordan, que se estaba tapando con la mano el extremo de sus labios. Nadie excepto yo se había dado cuenta.

- Déjame ver. - Dije apartando su mano y envolviendo su rostro con las mías.

Le rozé ligeramente la zona herida, que hizo que Jordan gimiera.

- Lo siento.

- No es nada.

- Muchas gracias por todo, otra vez, pero mejor que nos vayamos ya a casa.

- Vale. - Dijo Clara dándome un sonoro beso en la mejilla. Izan hizo lo mismo.

Clara le dió dos besos a Jordan, y le susurró algo al oído que no conseguí escuchar. Luego los dos chicos se dieron un abrazo "de hombres".

Mi mejor amiga y su novio torcieron por la calle de la izquierda, Jordan y yo, por la de la derecha.

- No era necesario que nos fuéramos. - Me dijo con una sonrisa.

- Hay que curarte ese labio, espero que no te lo hallas roto.

- No, no me duele tanto.

A los veinte minutos llegamos a mi casa. Saqué la llave del bolsillo de mi pantalón y al estar la puerta completamente cerrada, me dí cuenta de que no había nadie. ¿Dónde se habrán metido?

- ¿No están tus padresy mi madre?

- No, estamos solos. 

Me habría gustado que estuviera mi madre, por el simple hecho de que es enfermera y que le podría curar el labio sin que yo mirara. Le tengo verdadero pánico a la sangre.

- A ver, siéntate ahí. - Dije señalando una butaca azul. - Voy a por el maletín, ahora vuelvo. - Subí las escaleras hasta el baño de la planta de arriba, dónde guardábamos las medicinas y todo eso.

Con el kid en las manos, bejé los escalones de dos en dos, haciendo un impresionante derrape apareciendo al final del pasillo.

- Un poco más y besas el suelo. - Dijo Jordan riendo.

- Tú lo has dicho, un poco más. - Le guiñé un ojo y me arrodillé para limpiarle el labio.

- Si te sientas sobre mis rodillas te será más fácil, y estarás más comoda.

Sonrió.

- Más quisieras Jordan Lorente.

- Era por hacerte un favor, Elísabeth Vera.

Con una gasa seca limpié la sangre de su labio. No era mucha, gracias a Dios, así que no me mareé. La segunda gasa la mojé en alcohol.

- Esto te va a escocer un poquito.

- Mejor cierro los ojos.

Reí.

- Sí, mejor.

Puse la gasa mojada en alcohol en su labio inferior y un iiisshhh se escapó de su boca.

- Perdona.

- No me duele. - Mintió.

- Claro que no, machote.

- Evidentemente.

- Era sarcasmo, por si no te habías dado cuenta.

Me fulminó con la mirada, y se le escapó una pequeña carcajada que hizo que su labio le doliera más. Idiota.

- Te pondré una de estas tiritas raras para cicatrices, ¿vale? - Dije mostrándole una.

- Perfecto.

- Perfecto.

Ya echaba de menos esa respuesta, aunque, ahora que lo pienso, no sé por qué.

Inocencia como FelicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora