El Linaje Maldito: Stella

Capítulo 19. Un Desconocido

Estaba a punto de entrar a la cama cuando escuché a Gigi proponiendo matar a algunos hombres, al principio creí que se trataba de alguna broma, pero al oír a los chicos hablar seriamente supe que lo decía en serio.

Abrí la puerta justamente para escuchar claramente a Gigi decir que era una asesina al igual que ellos y que no había comido ni bebido de un humano en mucho tiempo. Esas palabras me golpearon, por un momento me quedé en blanco con las palabras "asesinos que bebe sangre humana" rebotando en mi cabeza ¿Qué clase de monstruos éramos?

Mi estomago se revolvió, iba a vomitar.

—Tranquila —me dije a mi misma— tal vez no es lo que crees.

... —otra bastarda Lefebvre —continuo Gigi con desprecio —caminado sobre la tierra. Una línea mediocre de asesinos.

No, no, todo tenía que ser mentira... Richard nunca me mentiría.

—¿Eso es verdad? ¿Yo... —dije con un hilo de voz— soy una asesina?

Todos voltearon a verme. Había una tensión terrible en el cuarto, los cuatro nos mirábamos mutuamente, las miradas de Richard y Dragus a Gigi decían "Te vamos a matar maldita pervertida" pero a mí me miraban con lástima como si fuera un niño al que acaban de darle la noticia que su perro había muerto. Gigi, tenía una sonrisa de satisfacción en el rostro. ¿Era cierto lo que decía? ¿yo era una asesina?

Pasaron unos interminables segundos. Estaba desesperada, ¿por qué nadie contestaba? Quería una respuesta, pero al mismo tiempo tenía miedo de escucharla.

—¿Qué mierda soy? —repetí.

El corazón me latía a mil por segundo. Richard abrió la boca y yo instintivamente llevé las manos a mis oídos, pero fue demasiado tarde, había escuchado.

—Sí —dijo en suspiro —te entrenó el mismo Whillem, el maldito no perdió el tiempo... te enseño a matar.

—Pero ella dijo... —señalé a Gigi temblando— no soy solo yo ¿cierto? Ustedes también son...

—Stella, princesa, cálmate por favor.

De repente un fuerte dolor de cabeza me asaltó, la habitación comenzó a dar vueltas y vinieron tantas cosas a mi mente: las palabras de Dragus "somos una familia antigua", Tasha sí estaba devorando a ese hombre, Kai y Jun "por seguridad vivimos aquí", el refrigerador con ojos en un frasco. ¿Qué otras cosas habían omitido decirme? ¿Qué me ocultaban y por qué?

Richard se acercó a mí y trató de cubrirme con sus brazos.

—¡No me toques! — grité— ¿a cuántas personas he...

—Eso no importa— contestó Dragus —ni siquiera lo recuerdas.

—El que no lo recuerde no deja de ser importante —volví a gritar— ahora díganme ¿cuántas?

—Olvídalo princesa... —dijo Richard —no ganas nada con saberlo.

Una risita llamó mi atención, era Gigi burlándose. Se puso de pie, altanera.

—Mataste a decenas... no, a cientos de personas. Hombres, mujeres, niños. Acababas con todos, eras una especie de máquina asesina. A tu paso todo se teñía de rojo, viseras por todos lados, era magnífico.

Al escucharlo di un paso atrás, mis piernas se aflojaron y de repente toda la habitación se había vuelto diminuta, me faltaba el aire.

—¿Princesa, te encuentras bien? —dijo Richard poniendo su brazo alrededor de mi espalda.

—Suéltame— lo aparté de un empujón —¡¿cómo mierda quieres que me encuentre?! ¡Soy un maldito monstruo!

Todo se volvió borroso y lo que pasó después no lo recuerdo, cuando me di cuenta, me encontraba en medio de algún lugar desconocido, con mucha gente por las calles, algunas gritando cosas que no entendía. Era el mercado de algún pueblo.