El Silencio de Mike

2.5K 142 159
                                    


POV El/Jane

Me había quedado en esa posición no sé cuánto tiempo, aún tenía mi cabeza en mis rodillas y mis lágrimas seguían en mis mejillas, de pronto escucho que tocan la puerta, pero no como lo haría papá, sino como un raspón, levanto mi cabeza para escuchar con más atención y volvió a sonar.

Sonreí al darme cuenta de quien se trataba, me alegro que esté mejor y que quiera estar conmigo, sin moverme abro la puerta y dejo que Jake entre.

Se alegra al verme y se acerca a mí, cierro la puerta de igual manera y se sube a la cama, tenía una venda grande en todo su cuello, lo abrazo, pero solo un poco para no lastimar su herida, luego se acuesta a mis pies.

No estoy segura si podré dormir, aún me siento muy triste por todo lo que pasó, pero por lo menos no estaré sola.

A la mañana siguiente, cuando abro los ojos estoy acostada de lado, entre mis brazos tengo el primer peluche que Mike me había regalado, veo al piso donde está Jake dormido, imagino que en la madrugada se bajo de mi cama.

Sabía que tenía que levantame para arreglarme y luego ir a al colegio. Pero no me quería mover, no quería salir de aquí para ver como papá y Mike me ignoran, sé que será difícil ver a Mike y no poder ser como siempre soy cuando lo veo, no poder decirle buenos días, ni poder ver su hermosa sonrisa que solo muestra para mí. Una cosa es  no poder verlo por las razones de antes, otra muy diferente es verlo y que no quiera volverme ver.

Escuchaba a papá que estaba preparando el desayuno, usualmente siempre le ayudo, pero no quería moverme, capaz si me quedo así dejo de hacer daño a las personas que quiero.

Tocan la puerta tres veces, él sabe que no está cerrada con seguro, pero igual lo hace.

—Jane, tu desayuno está en la mesa. —dijo con el tono serio de ayer.

No le respondo y él se va a la mesa aparentemente a comer.

Luego de un rato al notar que no salgo vuelve a tocar la puerta.

—Jane? me escuchaste? —su voz sonaba más normal ahora.

De igual manera no le contesté, luego abrió la puerta lentamente y su rostro apareció.

—Jane? sigues acostada? —dijo abriendo toda la puerta, él como costumbre ya estaba con su uniforme.

Jake se levantó despacio y lo fue a saludar, papá se fue acercando donde estaba.

—Jane? —cuando me vio mejor, su expresión cambio a preocupación. —Ey pequeña qué pasa? —dijo tocando mi cabello despeinado, suspiró al verme con los ojo hinchados, y se quedó acariciando mi cabeza.

No quería que se decepcione más de mí, solo quería que las cosas vuelvan hacer como antes, solo podía decir una sola cosa que puede arreglar este desastre que hice.

—Lo siento papá, —y mis lágrimas volvieron a salir.— Lamento decepcionarte.

—Qué?, no pequeña, no me has decepcionado, pero qué dices, —dijo amablemente. —Solo me asusté mucho saber que estuve muy cerca de perderte, sobre todo porque estabas en malas compañías y hacías cosas estupidas. Todos a tu edad hacemos cosas imprudentes y tontas, pero en esos momentos están los padres para guiarte y hacerte ver en qué estás mal.

Creciendo JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora