Capítulo 17

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Nathaniel.

¿De qué sirve tenerlo todo, si a la vez no tienes nada? De qué sirven tener tantos lujos, si no disfrutas de ellos. Es deprimente estar dentro de una gran casa, tan espaciosa, pero solo, sin nadie con quién platicar, ni conversar, ni jugar, ni nada. La soledad es lo que siempre me acompañará, no importa con quién esté, siempre me sentiré solo.

Es eso lo que mis papás no entienden, y por más que me haya abierto con mi mamá aquel día, con mi padre fue tan diferente. A él sólo le importa su trabajo, su empresa, su imperio. Su familia pasa a segundo plano, y aunque hable, y le repita mil veces de que yo no trabaré en esa maldita empresa con él, él insiste en obligarme, cosa que no puede porque esa decisión es nada más que mía, yo ya no soy un niño, ya soy mayor de edad, y así él piense que todavía soy un niño inmaduro, no pienso complacerlo.

Para completar el día, Lauren había venido aquí a reclamarme por lo que había aparecido en el periódico, ella estaba muy molesta, pero yo también lo estaba, y fue un mal momento que ella haya venido sólo a reclamarme eso. Eso no fue mi culpa, qué iba a saber yo que los de la prensa iban a estar allí, si hubiese sabido, yo hubiese sido el primero en ocultarnos, ya que el que nos relacionaran como "novios" es un fetiche que para mí, es nada.

Ella me dijo que no me quería volver a ver más, y no fue esa la primera vez que me lo ha dicho, pero esta vez pienso hacer eso, porque es verdad, la he estado involucrando en cosas sólo pensando en mí, por lo egoísta que soy, y aunque me haya caído bien los momentos que había pasado con ella, y no hablo solamente de lo sexual, tendré que dejarla en paz.

¿Por qué esto se me hace difícil?

No tengo la respuesta, sólo sé que Lauren es una chica diferente al resto, es ruda, inteligente, misteriosa, pero muy atractiva. Pero por muy diferente que sea al resto, le haré las cosas sencillas y no la buscaré, así la prensa pensará que entre los dos, nunca hubo algo.

-Eh, Nathaniel.

Estaba jugando tenis en el club con Lincoln, quería concentrarme en otras cosas, relajarme; pero he estado distraído en todas partes y esta no es una excepción.

-Te he ganado por segunda vez en el día hoy. Es la primera vez, ¿eh? – Lincoln sonrió.

Él no sabe aún nada de lo que pasó con mi papá y sobre lo que tenía con Lauren, ninguno de los chicos sabe que al menos yo si conseguí algo con ella, y es la primera vez que no les cuento qué es lo que hago con una chica. Por lo tanto, tampoco se los diré, porque comenzarán a decir, que entonces Lauren me ha afectado.

-Pero sólo fue hoy. Te dejé ganar. – dije, agarrando mi botella de agua.

Él bufó.

-Los malos perdedores siempre dicen eso. – ladeó la cabeza.

Nos habíamos sentado en la banca para descansar un rato de las dos horas que estuvimos jugando. Lincoln ha sido el único que viene conmigo a jugar tenis aquí en el club, a Josh y Max no le gustan los deportes, porque son unos flojos. El único momento donde ellos sudan, es cuando tienen sexo. El único momento.

-¿Qué tienes? Has estado raro últimamente. – dijo, y después tomó agua de su botella.

-No tengo nada.

-Si, si tienes algo. Vamos, cuéntame. – dijo fijando su vista en mí.

Lincoln, de todos los chicos, es con el único que tengo más confianza, y no es sólo porque lo conozco desde que somos niños, sino porque él tiene el don de demostrarles a las personas un aire de confianza que hace desahogarte con él. Y por una parte le tengo envidia, porque tiene unos buenos padres, va a la universidad y saca las mejores calificaciones, es amable con las personas, y es todo lo contrario a mí. Pero pese a eso, es mi mejor amigo y la única persona con la que puedo contar.

Mi Amigo con DerechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora