Capítulo 5.

403 19 6
                                    

Nathaniel.

He estado recibiendo llamadas y mensajes todo el día de todos. Hasta de gente que ni siquiera conozco. Pero siempre les he contestado con un cortante "Gracias". Mi madre me llamó felicitándome y disculpándose por no poder estar conmigo hoy, mientras que mi padre...Bueno, él sólo me mandó un mensaje.

Pero no he perdido mis ánimos sólo por eso. Teodoro fue a mi casa levantándome temprano cuando yo tenía pensado levantarme tarde. Me llevó el desayuno a la cama y me estuvo besando el rostro como por una hora.

Exagerado.

Me riñe mi subconsciente.

Por otra parte, estuve esperando a que se hiciera ya de noche para comenzar de una vez la fiesta. Los primero que llegaron fueron, obviamente, mis mejores amigos para organizar algunas que otras cosas. Después yo me fui a mi habitación para arreglarme y cuando salí del baño ya la música todo volumen se escuchaba, y cuando bajé, arreglado, ya había gente por todas partes. Más puntuales que lo normal.

Después de varias horas cuando ahí todos estaban, y me imagino que vendrían más, ya que con sólo ver a la cantidad de personas que habían tanto afuera como adentro de la casa, pensabas que eran todas las que habrían sido invitadas, pero no. Varias chicas se me acercaron a saludarme y a felicitarme coquetamente, mientras yo sólo me disponía de disfrutar de mi fiesta.

-Oye, oye, Nathaniel, escucha esto. –me dijo Max–. ¿Qué le dijo una papa a otra papa?

-¿Qué? –resoplé poniendo los ojos en blanco.

-Pa-paramericano. –dijo y soltó una sonora carcajada mientras Lincoln y yo lo mirábamos con el ceño fruncido.

-Ja, ja. Buenísimo chiste. –dijo en sarcasmo Lincoln, mientras se llevaba a la boca su vaso con alcohol.

-Igual no era para ti el chiste, idiota, se lo conté fue a Nathaniel. –dijo Max entre dientes.

-Pésimo chiste, Max. No sabía que fuera comediante, si es que eso dio gracia. –dije.

-Lo que pasa es que ustedes son unos amargados. ¿Y dónde demonios está Josh? –dijo el rubio frunciendo el ceño.

-Fue a buscar a Kelsey y a su amiga la rubia. –respondió Lincoln.

-¿Ahora si piensas follar? –preguntó Max arqueando una ceja.

-Tal vez. –se encogió de hombros.

Los tres quedamos en silencio mientras bebíamos de nuestros vasos llenos de alcohol y veíamos a chicas pasar frente a nosotros.

-Bueno, Josh me dijo Kelsey también tenía otra amiga y que vendría y estaba guapa, así que, iré por todo –dijo Max guiñando un ojo. –. ¿Tú ya le pusiste un ojo a alguien, Nathaniel?

- A varias, pero todavía me falta ver más. –dije.

En ese momento apareció Josh también con un vaso en la mano mientras saludaba a gente y les sonreía.

-Hey, ¿cómo va todo?

-Bien, ¿no ves? –sonreí.

-Ya veo.

-¿Ya trajiste a Kelsey? – preguntó Lincoln

-Sí, ¿por qué? –Josh frunció el ceño serio.

Lincoln rodó los ojos.

-Es por su amiga, tarado. ¿Vino? –preguntó Lincoln esperanzado.

-Sus – dio enfásis. – amigas. –dijo Max

Mi Amigo con DerechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora