Capítulo 21

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-Ah. Qué sorpresa verte, Lucas. – dijo titubeante mi rubia amiga.

Vi el rostro de mi hermano que mostraba una pequeña sonrisa que siempre lo caracterizaba a él, mientras se tornaba un silencio tan incómodo que lo único que cortaba la tensión en el lugar, eran mis estornudos, y de hecho, me comenzaba a sentir un poco mal.

Tendré que tomarme algo.

-Hola, Peyton. – le saludó Lucas. – Perdón por no avisar que vendría, sólo venía a hablar unos minutos con Lauren.

-Oh, no importa. – dijo Peyton con una sonrisa. – Eh, Lincoln, te presento a Lucas, es el hermano de Lauren. – dijo.

-Mucho gusto. – dijo Lincoln tan amablemente con una sonrisa, y Lucas le estrechó la mano que le había tendido.

-El gusto es mío. – respondió mi hermano.

Bueno, hora de salvarles los culos a todos.

-¿Ustedes por qué no van a la mesa y siguen conversando? – miré a Peyton y a Kelsey con una sonrisa de compasión por mí. – Digo, no es que los esté corriendo ¿verdad? Pero hablaré aquí con Luke. – dije refiriéndome al sofá de la sala.

-Claro. – dijo Peyton, y rápidamente se llevó por los hombros a Lincoln, y Kelsey suspiró con resignación.

Sé que a ella le gusta los momentos como estos.

Le sonreí de lado a mi hermano, y caminé al sofá hasta sentarme, con la cajita donde estaba mi pae en mi regazo, y le dí unas palmaditas al sofá a mi lado, indicándole que se sentara, a lo que él ladeó la cabeza en diversión.

-Y bueno... ¿Cómo has estado? – pregunté.

-Muy bien, aunque he hecho algunas cosas pesadas en el hospital y no he dormido muy bien estos días. – resopló.

-Oh, Luke, no pareciera. – pregunté frunciendo el ceño y él rió.

Yo madrugo un día haciendo trabajos y estudiando para la universidad y al otro día en la mañana parezco un zombie. En cambio Luke, siempre tan fresco como una lechuga como siempre, porque sé que le gusta estar en el hospital, y aunque esté estresado nunca se le nota porque siempre es amable con las personas, otra de las cosas que admiro de él, porque en cambio a mí, apenas me hablan cuando estudio y empiezo a enloquecer.

Las mejores experiencias la tienen Peyton y Kelsey. Créanme.

-¿Y cómo está Luisa...? Ah... – balbuceé pensativa.

-¿Lindsay? – preguntó ahogando una risa.

-Lo siento, no soy muy buena recordando nombres. Pero sí, ella. – dije.

-Está bien. – asintió sonriente.

Lucas me estuvo contando cómo fue que conoció a Lindsay, su novia, y es que ella es enfermera en el hospital donde está Lucas, y ellos ya se conocían pero su relación siempre fue laboral, hasta que un día Lucas – cosa tan rara de él – le pidió a salir como amigos, y bueno, de allí comenzó la atracción y blah blah blah.

Tan cliché.

-Se ve una chica dulce. – dije.

-Lo es. – se encogió de hombros. – ¿Y tu cómo vas con Nathaniel?

Pensé que no hablaríamos sobre él, pero bueno, yo saqué el tema de Lindsay, era obvio que él me preguntaría sobre Nathaniel. Pero no creo que pueda seguir mintiéndole a mi hermano, cuando él y yo nunca nos ocultábamos nada. Así que, terminaré con esta farsa.

Mi Amigo con DerechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora