Capítulo 9.

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Nathaniel.

Últimamente he estado pensando mucho en Lauren, y para mi es extraño; porque, usualmente, después de que yo tengo algún tipo de relación con una chica dejo de saber de ella. Pero con Lauren, es diferente, porque además de que quiero saber más de ella, también podríamos ser ¿amigos? Aunque no lo sé, por lo que veo ella me odia; pero conseguiré muy pronto caerle bien y que me tenga tal confianza.

La última vez que la vi a ella, fue cuando fui a su casa y ocurrió... Eso, y ya han pasado dos días pero le he estado mandando mensajes para molestarla un poco – porque sé que le irrito –.

Josh me dio su número.

No me la he estado pasando en casa porque mis padres llegaron el miércoles por la mañana y han estado en la casa. Mi papá encerrado en su oficina y mi mamá se ha estado reuniendo con sus amigas en la casa. Gracias al cielo que Teo no les contó nada sobre la fiesta que hice en mi cumpleaños, porque probablemente, ellos no me volverían a dejar solo o sino le dirían a Teo que me supervisara.

En estos momentos, estoy en la piscina relajándome un poco. Le mandé un mensaje hace unos minutos a Lauren de que pasaría por ella para salir, y aunque me haya respondido con un rotundo "no." no me importa. Saldré con ella y la conoceré mejor.

¿Pero qué te está pasando, Nathaniel? Desde cuándo te ha interesado conocer más a una chica.

Pues desde ahora.

-Ah, Nathaniel. – mi madre apareció vestida con un vestido de playa, un sombrero de playa y unos lentes de Sol.

-¿Si, mamá? – sacudí mi cabello.

-Cielo, iré a la playa con unas amigas. Llegaré en la tarde. Tu padre está allá dentro trabajando. – dijo.

¿Mi mamá a la playa?

-Está bien.

-Nathaniel, me gustaría hablar después contigo. – dijo, quitándose los lentes de Sol.

-¿Por qué? ¿Pasa algo? – alcé una ceja.

-Bueno, en realidad creo que si, y me gustaría que me dijeras.

La miré por unos segundos, y después nadé hasta el extremo de la piscina y salí por la pequeña escalerita que había.

-¿Qué pasa? – agarré mi toalla y comencé a secarme.

-Oh, no es nada malo. De todas formas, si quieres, hablamos cuando regrese. – me sonrió y se acercó a mi y puso sus manos en mis mejillas y me dio un beso en la frente. – Nos vemos, cariño.

No sé de qué me quiera hablar ella, pero no tengo ánimos de una conversación seria. Con la única que me gustaría tener una conversación, tal vez seria, sea con Lauren. Y pensando en ella, me tengo que ir vistiendo para salir a buscarla. Así que, me seco todo el cuerpo antes de entrar a la casa todo mojado y después voy y me echo un baño.

***

Estacioné mi auto al frente de su casa. Su casa es de una sola planta pero es grande, es de color como un verde crema y en la entrada tiene césped con flores ligeras. Bajo de mi auto, y camino hacia la entrada de la casa, veo la hora en mi reloj de muñeca y marcan las 5:25 de la tarde. Doy pequeños golpes en la puerta dos veces y espero a que me abran, pasan dos minutos y me abren la puerta. Pero no es Lauren, es Peyton.

-¿Nathaniel? – frunció el ceño.

-Peyton. – incliné ligeramente mi cabeza.

-¿Qué haces aquí? ¿Lincoln vino contigo? – ella se puso de puntillas y vió por encima de mi hombro y después a los lados.

Mi Amigo con DerechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora