Cap. 39: Cuando el sol deja de brillar

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Un inconveniente con mi salud me impidió continuar ayer con el maratón, pero aquí estoy ya.

Esto será una explosión de emociones...

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CAPÍTULO 39

"Cuando el sol deja de brillar"

Junio, 2014.

Connor se encontraba preparando un poco de café, contando los minutos que faltaban para que su suegro se fuese.

Sin importar lo mucho que parecía haber cambiado, algo no se sentía bien, no lo sentía sincero. Claro que también estaba el hecho de que aunque las cosas estuviesen tranquilas, no tenían la mejor relación, todo era muy político entre ellos, pero eso era mejor a tenerlo molestando todo el tiempo, en cierto modo.

Observó una vez más su reloj y se sentó, dejando la taza sobre la mesa del desayunador.

—Ashton se quedó dormido.

Podía cantar victoria, su suegro se iría y podría relajarse y ver una película.

—Es su hora de la siesta, y es como si él lo supiera —Bebió un trago de café sin voltear en dirección del hombre que estaba detrás.

Un papel rectangular cayó junto a su taza, y frunció el ceño confundido.

—Pon la cantidad.

—¿Qué?

En segundos James Anderson se encontraba frente a él, reclinado sobre la mesa dándole una mirada desafiante.

—Es un cheque en blanco. Pon la cantidad que quieres para desaparecer de la vida de mi hijo.

—Sabía que todo era una farsa y que no tardarías en quitarte la máscara.

—No esperaba menos de un vividor como tú. Sabes muy bien cómo funciona lo de guardar las apariencias.

—No me importa lo que pienses de mí, y no me afecta en ningún sentido.

—Escribe la cantidad y terminemos de una vez con esto.

—No hay cifra en este mundo que pueda hacerme alejar de mi familia.

—¡Mi hijo y mi nieto no son tu familia! —Elevó el tono de la voz— ¡Los Anderson no emparentamos con muertos de hambre!

—Cuanta hipocresía —Negó con la cabeza—. Recuerdo que cuando supiste del gran negocio que tenían mis padres, estabas más que feliz de que Blaine y yo estuviésemos juntos, y hasta hablabas de que si nos casábamos un día, debíamos combinar nuestros apellidos de la mejor forma para que sonase elegante.

—Pero tus padres fueron unos estúpidos que no supieron manejar la mina de oro que tenían en las manos, entonces te dedicaste a robarle a mi hijo.

—¡No voy a soportar esto ni un segundo más! —Se puso de pie y habló con firmeza— ¡Te quiero fuera de mi casa en este momento!

—¡Y yo te quiero fuera de nuestras vidas! —Gritó— ¡Te quiero lejos de mi hijo!

—¡Quién debe alejarse eres tú! ¡Déjalo vivir en paz! ¡Si tanto te importa, vete lejos. Tienes empresas en varios lugares en el mundo, múdate y dedícate a administrar alguna de ellas directamente.

—¿Crees que te voy a dejar el camino libre hasta que le hayas quitado todo? Blaine es inteligente, sin embargo tiene un terrible defecto que nubla su juicio: cree en las personas, en su honestidad absurda y una sinceridad que no existe, porque así no es el mundo. La única realidad es que engendros como tú se aprovechan de personas como él.

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