Parte 44

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Tomo de inmediato el pliego de papel, dejando la taza sobre la mesa para ver mejor la atrocidad escrita en esta cosa. Mis ojos viajan por cada una de las letras impresas y me toma unos tres intentos de lectura entender todo esto y percatarme de la gravedad del asunto, y lo peor de todo es que lleve mi nombre en él.

«El matrimonio arreglado entre Alexandra y Oliver Anderson».

«David Schmitt, gerente general de la revista Anderson aseguró este pasado viernes que el joven magnate contrajo matrimonio con su secretaria, Alexandra Carlin, para no perder la presidencia de la revista, luego de que su padre amenazara con quitarle el puesto por no llevar una vida formal...».

Qué hijo de p....

Odio la prensa amarillista, odio todo lo que me incluya a mí en cotilleos de cuarta y pienso quién mierda pudo haber dicho algo así e incluirme en esta cosa. Ahora tengo que hacer una maldita rueda de prensa y negar todo esto públicamente, malditos reporteros aburridos que no tienen una mierda que hacer.

Intento tranquilizarme, camino de regreso a mi oficina con el periódico en manos mientras pienso quién pudo haber dicho algo así e incluirme, tengo que hablar con Anderson antes que este rumor se esparza por todos lados porque esto puede hundirnos, no sólo a él, también a mí... porque si llega a oídos del señor Anderson... necesito llamar a mi abogado y demandar al periódico y a las personas involucradas, en ese momento saco mi celular de mi bolsillo justo al llegar a mi oficina y antes de alcanzar mi escritorio observo por el ventanal el bulto de reporteros en la entrada de la empresa.

Oh por Dios.

Tengo que solucionar esto ahora, voy a ir en dirección a la oficina de Oliver cuando una llamada entra en mi celular, una llamada del mismo número que he ignorado todo este tiempo y lo dejo de regreso en mi bolsillo porque no es el mejor momento, no sé qué tiene ella con aparecer en el momento menos indicado, pero en tan insistente que me hace detenerme a mitad del pasillo y cerciorarme que en realidad miré bien número y no es el de otra persona en particular. De inmediato que el teléfono está en mis manos la llamada se corta y agradezco interiormente cuando me doy cuenta que sí es ella, pero antes de dejarlo de nuevo en mi bolsillo, el aparato vuelve a sonar esta vez anunciando un mensaje de texto. No dudo ni un minuto en revisar lo que contiene y sus palabras me revuelven algo por dentro.

"Sé quién ha hecho esto. Sé que tal vez no quieras contestarme, pero sobre esto era lo que quería hablar contigo el otro día"

El texto definitivamente llama mi atención, me quedo viendo la pantalla del teléfono por un largo rato hasta que finalmente me decido en contestar porque por un momento en mi cabeza se pasa Henry, nadie quisiera jodernos más que él, estoy tecleando mi respuesta nada agradable cuando un nuevo mensaje invade mi pantalla.

Recién Cazados © (Borrador de la 1era edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora