Viejo Amor (Segunda temporada)

Capítulo 22:

-Yo... -apreté los labios y me callé.

Austin me miró divertido mientras hacía bailar su jodido y maldito vino en la copa de cristal.
Sean negó e hizo una mueca.

-Bueno... -alargó Emma. -y dinos Austin, ¿Mike y Cat como están?

Austin dejó lentamente la servilleta en la mesa y se alejó de esta con una elegancia increíble.

-Si me disculpan, tengo que retirarme. María, como siempre, una cena más que increíble y deliciosa. -besó los nudillos de mi nana y ésta sonrió.
-¿Por qué tienes que irte? -le preguntó mi hermano.
-Tengo una cita. -le respondió Austin, sin quitarme la mirada.

Apreté la mandíbula y tragué saliva.

-Es algo raro una cena de negocios a esta hora de la noche, ¿no? -lo miré seria.
-¿De negocios? -le preguntó Sean.
-Con una vieja amiga. -le contestó Austin, ignorandome completamente.

Ellie, Danna y Emma me miraron.

-Amiga. -le dijo Sean, divertido.
-Sean, deja de insinuar cosas. -lo regañó mi madre y sonreí agradecida. -Austin, cariño, espero y algún día traigas a esa amiga tuya a cenar, sería un placer conocerla.

Abrí la boca y la miré sin creer lo que había dicho.
Que madre tan... amable me había tocado.

-Se lo comunicaré... -me miró -esta noche.
-Hoy comes. -se burló el idiota de mi hermano.

Austin lo miró y ambos se rieron.

¡Ah! ¡Par de idiotas!

-No dudes de eso. -Austin le guiñó un ojo.
-¡Austin! ¡Sean! -exclamó, mi madre.

Austin se acercó a ella y la abrazó.

-Buenas noches, Cara. Te quiero, no lo olvides.
-Y yo a ti, dulzura. -mi madre lo abrazó con tanto amor que me dieron celos.

Se separaron luego de unos segundos.

-Por cierto y antes que me olvide, habrá una cena el viernes por la noche en la residencia Bass, con la intención de presentar a Matteo como uno más de la familia. Mis padres están ansiosos por conocerlo. Me encantaría que se presentaran todos el viernes, incluyéndote Danna.

Danna le sonrió agradecida.

-¿Cuándo planeabas hablarlo conmigo?- lo miré y me crucé de brazos.

Él me observó.

-No tengo por qué hacerlo, sólo debo avisarte, Alison. -me dijo serio. -Con su permiso, me retiro. Danna, Rebeca, un placer conocerlas. Buenas noches. -me miró por última vez antes de retirarse del comedor.

Me desplomé en la silla.
Todos me miraron en silencio. .

-Bueno... -empezó mamá.
-¡No van a negar que eso fue intenso! -exclamó Emma mirando a todos.

Me levanté de la silla molesta y salí del lugar.
Entré al cuarto y cerré la puerta de un fuerte portazo.

¿Quién diablo se creía para hablarme así?
Era el padre de mi hijo.
No, era un idiota, eso era lo que él realmente era.
Un jodido, un maldito, un hermoso idiota.

¡Ah!

Mientras caminaba por toda la habitación tratando de calmarme, la puerta se abrió, revelando a Emma y a Ellie.

-Te traje pastel. -Emma sonrió. La fulminé con la mirada. -Ya, me lo comeré yo.
-Danna se quedó con Sophie, me dijo que vendrá en unos minutos. -Ellie se sentó en la cama. .

Por unos segundos nos miramos en silencio.

-¿Qué hacen aquí? -sonreí forzosamente.
-Sólo queríamos verte, charlar contigo. -sonrió mi hermana.
-Mentira, al menos yo sólo vine a preguntar si besaste a Austin. En realidad, a eso vinimos ambas.
-Eres una idiota. -Ellie la miró mal.
-Las dos son unas idiotas. -les dije.
-¿Entonces si? -Emma metió un pedazo de pastel a su boca.
-¿Entonces si, qué? -me hice la tonta.
-Besaste a Austin. -me miró, confirmandolo.
-¿Cómo estás tan segura? -me acerqué a ella.

Emma sonrió.

-Tu estúpida boca dirá millones de veces que no, negará absolutamente todo, pero ese jodido brillo que aparece en tus ojos enamorados cada vez que lo ves, ¿sabes que hace? Desecha todas tus absurdas mentiras a la basura. Y la verdad Alison, lo amas, estúpida, lo amas como jamás amarás a ese idiota que está detrás tuyo, y aún sabiendolo intentas con todas tus fuerzas convencerte de que no sientes nada por él, cuando la verdad es que aún mueres de amor.

Me quedé sin aire unos segundos.

-Uh... -alargó Ellie.
-Por eso, estoy tan jodidamente segura de que lo besaste, porque sé que no desperdiciarías la oportunidad de volver a probar al hombre que amas, ¿me equivoco mejor amiga?

Al ver que no le respondía, se alejó de mi con una sonrisa triunfante en sus labios. Dejó el pastel en mi escritorio y volteó a vernos, con los brazos cruzados.

-¡Con razón Austin dijo todo eso! -exclamó Ellie y me miró. -Él jamás se atrevería a decir algo que no es. -susurró sólo para ella. -¿Entonces es verdad? -nos miró.
-¿Aún lo dudas? -Emma la miró.
-Solo... solo fue un beso. -les conté.

Ellas me miraron.

-¿Un beso?  -Emma sonrió. -¿A lo Alison Black o a lo Austin Bass? -me miró pícara.
-¿Qué clase de pregunta es esa? -puse mis ojos en blanco.
-Una que queremos saber. -Ellie se cruzó de brazos.
-Par de idiotas. -murmuré.
-¡Ya dinos!
-¡A lo Austin Bass! -grité.

Ambas sonríeron satisfechas.