El primer amor siempre es el más dulce, lleno de inocencia y fantasía.
Pero, la experiencia para Sakura Haruno no fue así. La persona la cual amaba irradiaba sed de venganza aún siendo un pequeño niño. A pesar de sus intentos por rescatarlo de aquel...
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Un nuevo día había comenzado, Sakura se levanto perezosamente de la cama, miro el reloj de reojo aún no cayendo en cuenta de la hora que miraba, tallo sus ojos, y al ver más clara la hora salto exaltada de la cama vistiéndose rápidamente, salió de casa quince minutos después, con su típico traje rojo y su bata blanca en dirección al hospital.
—Buenos días, señorita Sakura —saludo la secretaria de la pelirosa al verla llegar.
—Buenos días, Asuna. ¿Qué hay para mí esta mañana? —pregunto la pelirosa sonriendo—. Espero que no haya mucho trabajo hoy.
—Oh no señorita, solo hay dos operaciones programadas para las cinco y ocho de la tarde, y quince pacientes la esperan en su consultorio —respondió Asuna sonriendo dulcemente.
Sakura sonrió enternecida, no sabía porque Asuna tenía el poder de derretir su corazón en segundos. Asuna tenía poco tiempo de ser su secretaria, pero ambas eran muy amigas, eran cómplices de muchas cosas, Sakura también sabia del mayor secreto de Asuna, y este era que la chica de ojos color ámbar estaba profundamente enamorada de Kenshin; su compañero.
—Bien, espera ¿Qué? —Sakura proceso lo que dijo Asuna algunos segundos después— Son a las cinco y ocho, las operaciones duran 3 horas... —Sakura alboroto sus cabellos rosados con frustración—, Asuna por favor manda avisar al Hokage que no podré llegar al entrenamiento de hoy.
—Entendido Sakura, ten un buen día —dijo Asuna sonriendo pero con una mirada curiosa—. te llevare los expedientes 32434 cuando lleguen.
—Sí, está bien gracias Asuna —Sakura se despidió con una sonrisa dirigiéndose a su consultorio.
Más tarde miro el reloj de la pared, ya eran las tres de la tarde y aunque todo luciera normal y Sakura se observara tranquila, en realidad en su interior estaba hecho un lió. No podía creer que ayer casi beso a su Sensei... Aunque muriera por hacerlo sabía que había cometido un grandísimo error, ¿Cómo le vería ahora? tal vez de ahora en adelante este incomodo con su presencia... Ella ya había tomado la decisión de olvidarlo, ahora no estaba segura, parecía que el destino quería que siguiera enamorada de él por siempre, aunque le doliera saber que ya tenía pareja. Tal vez no ir hoy al entrenamiento sería lo mejor.
—Sakura-Senpai —la puerta fue abierta dejando ver a Kenshin quien luchaba con una pila de expedientes—, Asuna venía con estos pesados sobres y me ofrecí a traérselos por ella.
—Oh hola Kenshin, adelante déjalos en el escritorio —dijo la pelirosa con una sonrisa—, fuiste muy amable con Asuna.
—No fue nada en realidad —el pelinegro sonrió avergonzado.
La pelirosa le sonrió y observo como el chico estaba ¿inquieto?
— ¿Sucede algo Kenshin? —pregunto Sakura curiosa por su comportamiento.
—Mmm —Kenshin la miro vacilante—. Sakura-Senpai... ¿somos amigos verdad?
—Claro, ¿Por qué esa pregunta kenshin? —Sakura dejo de leer los documentos del escritorio y le miro con el ceño fruncido—, eres mi mejor amigo desde que estas acá, confió mucho en ti.
