VIII. Filo Y Sangre

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Sentía como el sol chocaba contra mi rostro, era muy temprano en la mañana y no había rastros de personas circulando por las calles. Ed me dijo que fuera al castillo en la tarde ahí me podría inscribir y me harían una prueba para entrar en la guardia.

Para que llegue tan temprano, estúpido Ed. Me apuro para nada.

Ya que era muy temprano creía que la mejor opción era buscar una posada para tener donde quedarme esa noche, cuando entrara a la guardia ellos me proporcionarían un espacio en el castillo. Siendo sincera no me apetecía dormir en un castillo, ya lo había hecho anteriormente durante dos meses.

Me incomodaba estar en la calle principal, me sentía vulnerable; visible por todos. Me dirigí hacia un callejón que estaba a mi derecha. Veía como las personas empezaban a montar sus puestos para vender sus productos al público, al parecer había una panadería cerca porque podía percibir el olor del pan recién hecho.

Seguí caminando y sí, mi olfato no me había fallado; estaba en lo cierto, había una panadería que estaba sacando pan recién hecho. Note que al lado de la panadería se encuentra una taberna de dos pisos con un cartel que tenía en letras blancas Se renta habitación en piso superior.

La taberna no se veía muy pintoresca ni agradable, pero quedaba cerca de la entrada de Leorium, no perdía nada viendo cómo estaba la habitación, tal vez y me llevaba una sorpresa. Me dispongo a entrar en la taberna y note como las manijas estaban llenas de polvo; como si nadie hubiese entrado en varios años.

Abrí la puerta, asome mi cabeza y me encontré con un lugar totalmente abandonado –Buenas, quisiera saber sobre la habitación en alquiler- Grite para ver si lograba llamar la atención de alguien ya que no se veía ni un alma rondando en este lugar, a menos que contemos a las arañas que se encuentran en el techo y sobre las mesas que hay distribuidas alrededor.

-¿Que basurero es este?- Pensé en voz alta.

-¿A que le llamas basurero, niñita malcriada?- Me sobresalto poniéndome alerta ya que no sabía quién me hablaba ni desde donde.

-Disculpe, no fue mi intención ofender- No quería tener problemas acabando de llegar a Leorium.

No baje la guardia y percibo como un cuerpo se movía desde las sombras que se acercaba a donde yo estaba, desde las mismas sombras salió un chico de tés clara y cabello castaño. Aquel chico se seguía acercando y mi cuerpo se tensaba con cada otro paso que daba hacia mí. Se acercó demasiado al nivel de invadir mi espacio personal y eso no me agradaba para nada, y como Ed me había enseñado me coloque en posición de pelea y mire fijamente su rostro fulminándolo con la mirada, notando el verde esmeralda de sus ojos que a pesar de estar en un lugar oscuro resplandecían como faroles en la oscuridad.

-Calma niñita, no le haría daño a alguien tan hermosa como tú- Confirme que la voz que me había hablado antes es la del chico que tenía delante, no me gusto para nada su comentario ¿Como que niñita?

-Tampoco tenías posibilidades de tocarme un pelo siquiera antes de que te sometiera- Pude notar como se le formaba una sonrisa en la comisura de sus labios, aunque no entendía el por qué.

-Mi nombre es Orión ¿Tú tienes nombre dulce guerrera?-

-Mi nombre es Orión ¿Tú tienes nombre dulce guerrera?-

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El Guardián de los Reinos: El Origen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora