No funcionó.
El mundo fue el ganador.
Pobres almas dañadas,
pobre roto corazón.
Quisieron conservar sus sonrisas,
y quisieron conservar su amor.
Pero ¡qué mundo tan injusto!,
¿merecían tanto dolor?
En silencio se quedaron.
Aunque con ruido en su interior.
Sus ideas aclararon,
O mejor dicho, sus ideas ella aclaró.
Pobres almas abandonadas,
pobre de su corazón.
Pobre de aquella persona,
que perdió la razón.
Y todo porque la otra persona,
le vació más el corazón.