No entiendo el porqué de este sinsabor
que me acuna en sus brazos;
como tal madre a su niño
para acallar su fuerte llanto,
más fallar en el intento
por no darle lo necesario.
Como tal incomprendida,
que naufragó por tanta amargura.
Dolor, dolor que embriaga mi ser,
que apuñala mi alma
cuando algo no se debe ver,
¿podrías acaso traerme calma?
Ven acá, te invito a un café.
Pasemos el trago,
para volver a nacer;
así olvidaríamos las penas,
y así dejarías de doler...(me).