No soy perfecta.
No es algo que ignore.
Soy más defectos que persona y más errores que logros.
Mi pasado está manchado por (muy) malas decisiones y miles de tantas aún afectan mi presente y el cómo soy percibida ante los ojos de otros.
En cierto modo me lo busqué por actuar tan vagamente sin pensar en las consecuencias, pero he estado trabajando en mí y cada día me convierto en alguien mejor. O eso intento.
Por ti, por mí y por todos. (Pero sobretodo por mí).
Porque por más debilidades que tenga, son de igual modo varias mis fortalezas, y entre ellas destacaría el seguirlo intentando; caer para levantarme nuevamente, pero ya nunca más por la misma piedra. Ya no.
No soy perfecta.
Lloro, me desilusiono, me enojo e incluso a veces mis sentimientos pueden más con mi cuerpo y mis labios que ni yo misma.
Mis problemas han llegado a mantenerme todo el día en la cama o toda la tarde en el refrigerador, para ver si consigo llenar este vacío al menos con comida que mi cuerpo no necesita.
Despierto malhumorada o amanezco con infinito cansancio por quedarme hasta las 5 am viendo doramas sobre aquel amor que he anhelado toda mi vida, de esos duraderos que puedan con altibajos y la distancia; esperando ser dominada por el sueño y así caer profundamente hasta el día siguiente.
Pero realmente no siempre funciona.
Por más que me mantenga ocupada, se vuelve inevitable ese arrepentimiento constante de mi pasado, hasta olvidar que esa ya no soy yo.
Que mis cambios permanecen a pesar de todo, que aprendí la lección a las malas -como ha sido en una gran cantidad de las personas-, y por lo tanto debo dejar de castigarme con la auto-insuficiencia; alejándome de los demás al no sentirme merecedora de rodearme de buenas personas.
Después de todo, temo ser juzgada y lastimada por la clase de persona que fui alguna vez, y ser arrojada a la exclusión para no volver a verme nunca más. Todo ello acompañado de un cruel e indiferente "¿En serio crees poder cambiar alguna vez? Jamás lo conseguirás ni conseguirás nada de lo que te propongas, nunca jamás".
Pero está bien. Sentirme de ese modo a veces no será mi fin.
De peores he logrado salir.
Porque no soy perfecta, se sabe que soy completamente imperfecta.
Soy simplemente humana.
