Tanta amargura embarga mi alma,
pues dejarte ir es mi deber.
Tan infame es la desgracia
de en la toxicidad permanecer.
No me olvides, te lo ruego,
más no pienses en volver.
Tan solo sigue con tu vida
y te verás renacer,
en una relación sana
cuando tú sanado estés.
Sanación, desintoxicación,
¡Un respiro, por favor!
Una lágrima, un recuerdo,
un 'te amo' que se borró.
Aquí queda mi legado
y aquí plasmo mi dolor,
de cien años que pasaron,
y un minuto que permaneció.
En silencio yo te hablo;
y en silencio... Te digo adiós.