–¿Ethan? –pregunto al verlo parado en la calle.
–Hola Vi. –dice entonces con una sonrisa.
–¿Que haces aquí? –pregunto entonces mirando a los lados y encontrándome con su moto aparcada una casa más abajo.
–Yo... No sabía cual era tu casa porque cuando arrastre a Alan por la tarde para veros surfear, luego me arrastró él a mi y se me olvidó preguntarle, así que venía sin saber muy bien a donde. –dice pasándose la mano por la nuca.
–¿Vienes a verme a mi? –pregunto perpleja.
–Si.
Suena mi móvil el cual llevo en la mano y miro que es Nora la que me llama. Dudo antes de cogerlo porque está Ethan aquí y no se que decirle a Nora.
–¿Si? –lo cojo.
–¿Vienes al final? –pregunta ella.
–No puedo, mi padre me ha pillado y mi madre no me ha podido ayudar. –respondo mirando a Ethan.
–Vale, está bien no te preocupes, te veo mañana. Un beso. –responde alegre igualmente.
–¿Quieres subir? –le pregunto con una pequeña sonrisa.
–Claro. –responde sonriendo.
Camino hacia la puerta pero paro en seco.
–Mierda. –digo para mi misma. –Ve a la parte trasera. Quédate justo en el lateral ¿vale? Te aviso.
–De acuerdo. –dice dudando.
Entro en casa y corriendo voy al porche para correr las cortinas ya que mi madre no está. Dejo abierto un hueco en la ventana que casi no se ve y salgo al salón. Voy a subir las escaleras pero mi madre me ve.
–¿Ya estás aquí? –pregunta sentándose en el sofá.
–Al final no podía, así que lo hemos cancelado y me vuelvo a casa. –respondo esperando a que le sirva esa respuesta.
–De acuerdo. –Voy a subir las escaleras pero entonces me acuerdo y vuelvo a bajar un escalón. –Por cierto, estoy algo cansada, me voy a dormir ¿vale?
–Claro, descansa. –dice con una sonrisa.
Subo corriendo las escaleras y entro en mi habitación, voy a abrir la terraza pero primero me pongo el pantalón de pijama largo. Abro la puerta de la terraza tras dejarla puerta de mi habitación cerrada y con el pestillo. Me asomo y veo a Ethan en el lateral esperando.
–Tsss –le llamo para captar su atención.
Me ve y le hago una seña para que se acerque con cuidado y en silencio. Le indico en silencio como puede subir por el porche y la pared para llegar a la terraza. Sube con una destreza increíble y salta a mi terraza. Entro en la habitación con Ethan detrás y luego cierro la puerta.
–Ya está. –digo suspirando.
–Vaya. –dice observando mi habitación.
Yo permanezco detrás mirandole y sin saber muy bien que hacer. Mira mi escritorio y luego la pared llena de fotos polaroid con mis amigos.
–Que de fotos. –dice mirándolas todas.
–Me encantan las polaroid. – reconozco sentandome en la cama a un lado.
–Ya veo. –dice tranquilamente pasando a las pocas fotos en familia que tengo colgadas en otro lado.
–No quiero sonar borde pero, ¿que haces aquí? –pregunto mirándole.
–No lo se. –dice mirandome y sentandose también. –Supongo que simplemente quería hablar contigo.
–Esta bien. –digo suspirando. –de que quieres hablar.
–¿No vas a preguntarme porque tú? –dice él.
–Muchas veces me ha pasado que simplemente necesito hablar. No necesito más explicaciones Ethan. –digo sonriendo.
Terminamos ambos sentados en la cama con las piernas cruzadas hablando sobre cosas sin sentido, sobre Alan, sobre Nora, sobre el instituto y sobre mi familia.
–Osea que tienes dos hermanos. –dice para confirmarlo.
–Exacto. Lily tiene cuatro años más y Finn tiene siete más que yo. –le explico.
–Lily vive aquí pero Finn no.
–Finn vive en Nueva York. Se mudó para trabajar.
–Vale, ya lo entiendo. –dice asintiendo con la cabeza. –Oye, se que tal vez no querías que lo supiera, pero Alan me contó sobre tu ex novio.
Asiento con la cabeza y me muerdo el labio. Odio hablar de Sean, es un capullo y siempre lo será hasta que cambie, simplemente no me gusta hablar de él.
–Me contó lo capullo que es. –finaliza.
–Prefiero hablar de cualquier cosa menos de él. Me rompió el corazón en mil pedazos y luego los pisoteo. Pero supe volver a ser yo, a volver a vivir sin él. Y agradezco cada día que estuve con él porque sino tal vez ahora yo no sería así.
–Eso mola, pero ¿quien dice que solo el amor puede romper un corazon? A veces te lo rompen tus amigos y hasta tu familia. –dice mirando el suelo.
–No me has contado nada de tu familia y creo que tu conoces hasta a Nona. –digo intentando hacerle sonreir.
–Tampoco es que me apetezca... –reconoce algo cansado.
–Pues a otra cosa.
–Me mude por mi padre. Cuando vivía en Florida mi padre engañaba a mi madre hasta que le pille. Me hizo mudarme con él para asegurarse de que no decía nada, y mi madre vendrá en unos meses aquí.
–Lo siento mucho. –digo mirandole.
–No te preocupes. Mi padre fue tan capullo que a parte de pedirme perdón todos los días, dijo que lo hizo sin querer. Imbecil. –responde sin darle importancia.
–¿Quieres que venga tu madre? –le pregunto.
–Claro, es la única parte de mi familia que sigue conmigo a pesar de la distancia. De todas maneras mi padre cree que soy un idiota, no lo dice, pero lo piensa. –reconoce mirandome.
–Yo tampoco soy la hija perfecta que mis padres desearían tener. –digo también mirandome las manos.
–Pues ellos se lo pierden. –dice sonriendome. Le sonrio de vuelta y me acomodo más en la cama.
–Por cierto, si necesitas venir a hablar, ven cuando quieras. Me mandas un mensaje y te espero. –le digo sonriéndole.
–Gracias Vi, de verdad.
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#PonunEthanentuvida
Mucho amor queridos (inserte corason aquí)
Por cierto, en Instagram estoy más activa y os pongo mensajitos muy guays.
Pd: sigo buscando día fijo para actualizar
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Violet
Teen FictionMi nombre es Violet. Tengo 17 años y vivo en Victoria, Australia. Puede que mi vida no sea especialmente entretenida, pero es mi vida y para mi es increible. Me encanta hacer surf, es mi pasión desde pequeña. Vida normal, amigos y familia medio norm...