Capítulo 28 Mimos y muchos besos

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Cuando llego a mi calle y bajo del autobús veo a Ethan apoyado en la moto mirando el suelo atentamente, como si de un momento a otro fuera a resquebrajarse. En cuanto estoy cerca suyo, levanta la mirada y me ve llegar, una amplia sonrisa se instala en su precioso rostro.

Corro hasta llegar a él y rodeo su cintura con las piernas y paso los brazos por su cuello para darle un abrazo. Me separo para mirarle y le doy un beso en los labios que poco a poco se hace más intenso. Ethan pasa las manos por los muslos y las lleva hasta mi trasero. Se separa y me mira atentamente.

–Hola. –digo apoyando la frente en la suya.

–¿Que tal la tarde? –pregunta sonriendo.

–Muy bien. –respondo sonriendo también.

Me suelto y caigo en el suelo. Pienso en entrar por la puerta. Si hablo con mi madre no creo que me diga nada, es decir, confía en mi para estas cosas, y mi padre probablemente esté muy ocupado con su trabajo. Agarro la mano de Ethan y subo las escaleras hasta la puerta. Él me mira atento sin saber muy bien que hacer, confuso, pero yo estoy segura. Abro la puerta y después dejo las llaves en el vacía bolsillos negro de la entrada, vuelvo a agarrar la mano de Ethan y subo las escaleras hasta mi habitación.

–Vi ¿que...

Le hago callar y cierro la puerta detrás mía. Vuelve a intentar hablar entonces pero le vuelvo a silenciar poniendo una mano en su boca para que no hable. Salgo a la terraza y después de cerrar un poco la puerta de cristal entonces le suelto. Se sienta en el sofá y yo encima suyo.

Con una pierna a cada lado de su cuerpo le doy un tierno beso en los labios. Se separa y me mira. Lo único que quiero ahora es estar con él. Vuelve a besarme pero está vez decidido a ello. Me revuelve el pelo con una mano y yo a él el suyo. Con la otra mano baja de mi cintura hasta mi piel levantando un poco la camiseta que llevo puesta. Gimo en su boca y noto como se pone tenso al momento. Después de separarme para coger aire le miro de nuevo y vuelvo a besarle como si fuera la última vez que le fuera a ver.

–¿Que pasa? –pregunta cuando sonriente me siento a su lado pasando las piernas por encima suyo.

–Nada, simplemente quería darte un beso.

–Menudo beso. –dice riendo. –¿Y si pasan tus padres?

–Me da igual, en algún momento tendrán que enterarse. –digo encogiéndome de hombros.

Pasa una mano por mis piernas y la otra por mi espalda, se levanta conmigo encima y pasa hasta mi habitación para tumbarme en la cama. Se sienta al lado y comienza a jugar con el dobladillo de mi pantalón.

–¿Vienes conmigo a la fiesta de Miles? La del miércoles. –dice mirando fijamente los hilos sueltos.

–Claro. –digo sonriéndole para que se tranquilice. Parece nervioso.

–Se me ha ocurrido una idea para los disfraces, y a demás no es nada raro ni da pereza. –dice sonriendo.

–Dime.

–La purga. –dice sin más.

–¿En serio? –digo sorprendida.

–¿No te gustan?

–Creo que son las películas más macabras y que más mal rollo dan de todas las que he visto, y las que sin duda más he visto. –digo emocionada.

–Genial! –dice emocionado también por la idea.

Terminamos el tumbado boca abajo en mi cama mientras yo estoy sentada a su lado. Le he subido la camiseta y paseo la yema de mis dedos por su suave espalda una y otra vez. Observa embobado mi rostro mientras me concentro en su espalda y en las pocas pecas que tiene en ella de color claro. Es curioso lo que me relajo haciendo este simple movimiento.

–Túmbate conmigo venga. –dice tirando de mi brazo y acabo a su lado.

Comienza a hacer dibujos sobre mi brazo con el dedo y me quedo medio dormida, es tranquilizante. Hasta que escucho a mi madre llamándome y subiendo las escaleras. Rápidamente me levanto y me siento en la silla del escritorio, la cual giro para mirar a Ethan, él se incorpora mucho, aunque no le pone muchas ganas.

–Vi ¿no tendrás tu mi... –se interrumpe a si misma cuando ve a Ethan. –Hola Ethan, no sabía que estabas aquí. –¿Como estás?

Mi madre mira a Ethan con una sonrisa en el rostro y en ningún momento hace nada raro para poder avergonzarme aunque sea un poquito.

–Bien Eleanor, ¿y tu? –dice Ethan.

–Muy bien, ¿te quedas a cenar? –pregunta.

–No creo, he de volver pronto. –dice él.

–Bueno, otro día te quedas. –dice con una amplia sonrisa de madre. –Vi, ¿tienes tu el cargador de mi móvil?

–Lo cogió Lily está tarde, está en el cajón de la cocina. –le digo.

–Gracias.

Se da la vuelta y después de sonreírnos cierra la puerta detrás suya.

–Casi –dice sonriendo Ethan.

–Cállate –digo riendo.

Finalmente Ethan se va a casa después de darme un tremendo beso y de desearme las buenas noches unas cinco veces. Yo me meto en la cama pero como no consigo conciliar el sueño hablo con Nora por mensajes durante un buen rato hasta que dice que se va a dormir.

Me pongo a buscar en Pinterest disfraces, pero una vez lo he buscado salgo de la aplicación y bloqueo el móvil; es muy fácil disfrazarse de la purga.

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Sed felices!!!

VioletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora