Capítulo 35 Presentaciones en condiciones

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A la mañana siguiente me levanto más pronto porque sé que hoy viene Ethan a casa como mi novio a comer con mi familia.

Cojo el móvil y veo un mensaje de Ethan deseándome las buenas noches cuando yo ya estaba dormida.

00:15 Ethan: Buenas noches terremoto;)

10:12 Yo: Buenas noches si

10:12 Yo: Jajajajajaj

10:13 Ethan: Despierta a estas horas?

10:14 Yo: Si, resulta que viene mi novio a comer y tengo que hacer la comida

10:14 Ethan: Que guay no? Nerviosa?

10:15 Yo: No lo sabes tu bien.

Bloqueo el móvil después de despedirme y me voy derecha al baño a darme una ducha rápida. Me desnudo y comienzo a pasarme el agua por el cuerpo, luego me enjabono, y me vuelvo a aclarar. Salgo de la ducha y me enrollo una toalla alrededor para eliminar el exceso de agua. Una vez he terminado me pongo una toalla en el pelo para escurrirlo también, luego me pongo la ropa interior y un vestido corto rojo tirando a granate con florecillas, un pequeño volante justo en el final y tirante fino.

Bajo las escaleras a trote y desayuno un poco mientras pongo a hervir el agua. No tardo mucho en desayunar, y para cuando he terminado, mi madre me pide ayuda para limpiar algunas cosas.

La verdad es que no entiendo esa vena de la limpieza que les sale a las madres cuando alguien va a ir a casa, es decir, si no viene el rey, o el presidente, no veo la necesidad de limpiar tanto a lo largo de una semana.

Empiezo a cocer la pasta mientras pongo la mesa yo, mi madre sigue con sus cosas y Lily y mi padre han ido a comprar el pan y a por alguna cosa más. Saco todos los ingredientes y los voy depositando en la fría encimera, saco la pasta y la dejo en un colador a que repose.

A la una y media vuelvo a la cocina. Comienzo a hacer la salsa simplemente poniendo un par de ingredientes hasta que llaman a la puerta. Le tengo dicho a Lily que se cuelgue las llaves, y así las tiene a mano y no me molesta a mi, pero no, tiene que pasar de mis consejos para molestarme. Voy hasta la puerta y la abro.

–Hola terremoto. –dice Ethan.

–Ethan llegas antes de tiempo no está hecha la comida y mi padre y mi hermana no están, mientras mi madre sigue limpiando cosas. ¿Que haces aquí?

–Lo primero relajarte, no soy ninguna eminencia, solo soy yo. Y segundo ayudarte a terminar. –dice sonriente entrando y cerrando la puerta.

–No solo eres tu Ethan. Eres tu, mi novio, vienes a ver a mis padres te lo recuerdo. –digo volviendo a la cocina para que no se queme nada.

–Déjame ayudarte. –quita la olla del fuego, lo remueve un poco y después se vuelve hacia mi.

Con las manos sobre mis mejillas acaricia sus labios con los míos e instantáneamente me relajo sobre él. Mis manos terminan sobre su cuello y paso la lengua hacia él para tenerle más cerca. Me separo y suspiro mirándole.

–Buena técnica de relajación. –digo sonriendo.

–Vamos a terminar esto. –dice sonriéndome y dándome un beso en la comisura de los labios. –¿Que estás cocinando?

–Pasta a la carbonara. –me mira sonriente y me vuelve a besar. Es su comida favorita.

–De acuerdo, pues manos a la obra.

Tardamos en dejar la salsa lista unos diez minutos. Entre risas y besos la terminamos, solo falta el toque de sal. Y como no, me paso.

–Trae la nata. –digo alargando la mano hacia el bote.

–No, nada de nata, trae la leche.

–¿Que?

–Hazme caso, es mi plato favorito, se como prepararlo. –dice moviendo la salsa para que no se queme.

Le paso el tetrabrick de leche y echa un poco sobre la mezcla. Luego la vuelve a probar y asiente efusivamente, me hace probar y está riquísima.

–¿Leche? –le digo cuando está echando la pasta en la olla.

–La nata hace que espese, y nadie quiere una carbonara espesa, la leche le quita sabor y la hace más líquida, aunque tampoco tanto, la nata hace que tengamos litros de salsa, no queremos litros. –me explica.

Sonrío y veo como mueve la pasta para mezclarla con la salsa y se impregne todo bien. Más tarde llega mi padre con Lily justo cuando estoy acomodando la olla en el centro de la mesa. Mi madre llega con un trapo y me riñe por no haber avisado de la llegada de Ethan.

–No te preocupes Eleanor, las cosas no se limpian solas. –dice Ethan riendo a mi lado sin darle importancia.

–Gracias Ethan, díselo aquí a mi marido. –dice mirando a mi padre con cara de pocos amigos.

–Ehh venga hombre, yo solo digo que hay que limpiar menos, nada más. –dice mi padre.

–Vale ya.– dice mi madre enfadada pasando una mano por el brazo de Ethan con una sonrisa para ir a la cocina.

–Bueno Ethan, ¿porque no te sientas? –pregunta mi padre.

Nos sentamos todos en la mesa, y aunque al principio pensaba que iba a a ser bastante incómodo, se desarrolla sin problemas y conversamos tranquilamente. Mis padres le preguntan sobre el tema de clases y universidades, mientras Lily permanece callada aunque me mira de vez en cuando.

–Vi ¿no te parece mal presentarnos a Ethan como tu novio ahora? Lleváis saliendo más tiempo. –dice mi padre.

–Bueno... no era el momento. –termino por decir.

–¿Y tus padres son de aquí? –pregunta mi madre a Ethan. Mierda.

–Mamá... ¿sabías que es primo de Alan? –pregunto para desviar la atención, cosa que Ethan me agradece dando un apretón a mi pierna por debajo de la mesa.

–Hace mucho que no se pasa por aquí Alan, ¿Porque no se vienen todos el día de tu cumple? A dormir si quieres. –dice sonriendo.

–Ehh claro, si te apetece dormir con un montón de adolescentes pesados...

–Nos iríamos, claramente. –dice mi padre riendo. –Yo no os aguantaría.

–Gracias.

–Y yo. –dice Lily sonriendo.

La mañana pasa tranquila y más tarde nos levantamos todos de la mesa, mis padres se van al sofá, Lily se va con sus amigas, y mientras Ethan y yo limpiamos todas las cosas entre risitas tontas.

–Ponte las zapatillas. –dice Ethan cuando ya me he apoyado en la encimera.

–¿Nos vamos? –pregunto confusa.

–Si tonta. Venga. –dice dando una palmada en mi muslo.

Subo corriendo las escaleras con una sonrisa y me pongo las converse, cojo el móvil, bajo de nuevo y en cuanto llego Ethan me da un buen beso en los labios.

–Mama vengo luego ¿vale?–le digo, ya que mi padre ha desaparecido.

–Claro, pasadlo bien. –dice sonriente.

Bajamos los escalones de la entrada dados de la mano, se monta en la moto y me tiende el casco para sentarme detrás, está vez no me cuesta tanto gracias a la práctica que le estoy cogiendo.

Arranca y pone rumbo a alguna parte desconocida para mi, ya que simplemente disfruto de tenerle a mi lado lo más cerca posible. Aumento el agarre en las trabillas de los pantalones y respiro hondo.

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Buenaaaaas ¿cómo estáis? Espero que genial!!!

Tened buen día!!

VioletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora