Violet

Capítulo 44 Golpes inesperados

Cuando llego a casa ha oscurecido un poco el día, lleva todo el día sin salir casi el sol, pero aun así hace calor. Dejo la mochila en la habitación y me voy a comer con Lily y mi padre.

En cuanto hemos terminado de recoger nos sentamos en el sofá y contesto algunos mensajes en el móvil y miro algunas aplicaciones más, pero me aburro. Siempre me aburro. Siempre que no surfeo.

Subo corriendo las escaleras y compruebo que Lily está en su habitación y mi padre se acaba de ir a buscar a mi madre para darle una sorpresa. Entro en mi cuarto y me pongo un bañador negro básico, bajo corriendo las escaleras y con la tabla bajo el brazo salgo de casa.

El agua está algo más fría por no haber tanto sol, pero puedo asegurar que me he metido con el agua todavía peor. Comienzo a remar con los brazos mar adentro después de comprobar el velcro del tobillo como siempre.

Media hora después en cuanto saco la cabeza del agua está lloviendo y se ha vuelto más negro todo, pero no me importa, necesito sacar pensamientos de mi cabeza.

¿Porque Finn no me llama? ¿Que pasa con Nona? ¿La madre de Ethan estará bien? ¿Que haré después de los exámenes? ¿Seguirá Ethan conmigo después del instituto?

Una ola algo más... agresiva me da de lleno y caigo al agua, así que tiro del velcro y me agarro a la tabla rápidamente. El cielo está negro por completo, al igual que mi bañador. Me subo a la tabla y comienzo a remar de nuevo, hasta que otra ola me da y el velcro se suelta del tobillo y siento un golpe tremendo en la cabeza.

Lily

Ser la hermana mayor de Violet puede ser un auténtico coñazo. Puede. No siempre es un coñazo, pero ahora mismo si lo es. Vi se pasa el día en el agua, y la verdad es que con el día que hace no me extraña que se haya encerrado en la habitación, cuando hace mal día se enfada con el mundo, aunque intenta no demostrarlo, la conozco bien.

Abro su puerta y veo la habitación vacía, iba a proponerle una merienda juntas, de esas de batidos con más azúcar que una plantación de caña, y un montón de bollos ricos. Eso si, lo solemos hacer una vez al mes, porque todo eso es malo para la salud.

Bajo las escaleras y la busco por el salón, pero nada. La llamo y escucho el móvil en la habitación, así que muy lejos no debe estar. Le mando un mensaje a Nora, pero dice que con ella no está, me empiezo a asustar y justo en ese instante entran mis padres por la puerta.

–Hola cariño, ¿como va todo? –pregunta mi madre.

–Vi se ha ido, pero no está con Nora. –digo rascándome la nuca. Algo me huele mal.

–Estará con Ethan, no te preocupes.

–Está su móvil arriba. –digo mirando a mi padre.

Comenzamos a buscarla más detenidamente, incluso salgo a la calle. Miro por encima de la valla de madera hacia la playa, pero no veo a nadie allí sentado. Hasta que veo una mancha blanca en el mar. Es una tabla.

Bajo corriendo las escaleras y llego a la playa, está lloviendo bastante fuerte, pero intento ver algo más allá de las olas. Es Vi.

–Papa!! –grito desgañitándose. Por favor que me oiga, por favor que me oiga.

–Papa!! Vi está en el agua!!

Veo a mi padre salir corriendo con mi madre detrás, yo les sigo y cojo la tabla, la cual está dando vueltas entre las olas. Mi padre se mete hasta que el agua le da por las rodillas y buscamos a Vi.

–Vi! –grita mi madre con las lágrimas en los ojos.

–Allí. –digo señalando un punto no muy lejos.

Mi padre se mete en el agua y la coje en brazos dejando que sus brazos caigan a sus lados. Está sangrando.

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Solo puedo decir una palabra.

Drama.