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—Pasen —ChanYeol sonreía con ironía como si hubiese leído su pensamiento —. Mi ama de llaves les acompañará a sus habitaciones. Esta noche no cenaremos formalmente ya que es su primer día en mi casa. Estoy seguro de que estarán cansados y seguramente querrán acostarse temprano. Mañana recorreremos los viñedos.

Cuando entraron al amplio vestíbulo, vieron como los últimos rayos de sol iluminaban las valiosas antigüedades, cuyo suelo estaba cubierto por una alfombra tan bonita y elegante que daba pena andar sobre ella.

El escudo Park Chauvigny estaba labrado en piedra, encima de la enorme chimenea del salón, en ese momento BaekHyun recordó, como su madrina, la tía Yuri le había comentado que el cuñado de su hermana era un conde, pero ya era demasiado tarde.
Todas habían ido juntas a la escuela, la madre de BaekHyun, la tía Yuri, la hermana de ésta y la madre de ChanYeol, aunque por supuesto, esta última tenía unos años más que las otras.
BaekHyun se quedó observando a ChanYeol. Hacía casi seis años que no lo veía. No había cambiado, incluso lo encontraba más atractivo.
¿Acaso el mayor, le encontraría cambiado?, creía que sí.

La última vez que se vieron él tenía dieciséis años, era tímido, torpe, se ruborizaba cada vez que el mayor le miraba, ahora tenía veintidós y un aire de autosuficiencia que se debía a que vivía solo y se encargaba de sus propios asuntos.

El verano que conoció a ChanYeol, éste tenía veintidós años, y estaba de visita en casa de su tía, después de haber pasado una fuerte gripe.
Les presentó al ama de llaves, madame Gertrude, la cual iba vestida de negro, y escuchaba con atención las órdenes de ChanYeol, quién le hablaba en francés, dejando como espectador a BaekHyun, quien estaba desconcertado.

Cuando JongDae y él siguieron a la mujer a través del primer piso, vieron un retrato. El hombre del retrato llevaba el uniforme de los soldados de Napoleón, pero el rostro que se veía debajo del cabello negro alborotado, era el reflejo de su anfitrión. JongDae se dio cuenta del parecido, y fue él quien se lo hizo ver a BaekHyun.

—Tienen las habitaciones en el mismo piso —dijo el ama de llaves —. Aunque, si desean que estén comunicadas... —observándolos con suspicacia.
BaekHyun sintió como se ruborizaba al oír la sugerencia que hizo la mujer.

—El señorito Byun y yo somos compañeros de trabajo —dijo JongDae con firmeza —. Estoy seguro, de que lo que se haya dispuesto estará bien y no es necesario que las habitaciones se comuniquen.

Más tarde, cuando dejó todo arreglado en su habitación, JongDae fue a ver si BaekHyun ya había terminado de deshacer su equipaje, y le comentó que él hubiese estado encantado de compartir la habitación, si el menor estuviese dispuesto, aclarando que sabía muy bien su respuesta negativa. De todas formas, pensaba que eso no hablaba muy alto de la moral de sus anfitriones.

—Tal vez están acostumbrados a que sus invitados traigan siempre a su secretario —dijo sonriendo.
BaekHyun pensó que tal vez su jefe tenía razón, pero hubo algo en la forma en que el ama de llaves lo miró, que le hizo sentir que los comentarios iban dirigidos específicamente a él.
—No me habías contado que tenías relaciones con la alta sociedad —se burló JongDae —. Si hubiese sabido que conocías al conde, no habríamos venido. Podías haber usado tu influencia para que él aceptase.

—Yo no sabía que había heredado el título. Como te habrás dado cuenta, nuestra relación, si puedes llamarla así, es superficial y no hay parentesco consanguíneo. Ni siquiera se puede decir que seamos amigos, porque simplemente nos hemos visto una vez.

Cuando JongDae le dejó para que terminase de ordenar sus cosas, BaekHyun pensó que había mucho más que eso. Como cuando a los dieciséis años siendo un joven ingenuo, imaginó que estaba enamorado de ChanYeol.

La escuela conservadora donde estaba interno, a la que asistían hijos de familias padres españoles y Ingleses, no era el lugar ideal para adquirir conocimientos sobre asuntos sexuales.
Él no sabía nada al respecto, y le perturbó la poderosa atracción que sintió por ChanYeol. Si el mayor le hubiese pedido que muriese por él, sin duda lo habría hecho.

 [ChanBaek] Black MailDonde viven las historias. Descúbrelo ahora