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La esperanza de que JongDae le ayudase a buscar una solución se esfumó, después de todo, él era antes que nada un hombre de negocios por lo que le había contado, ChanYeol solamente proponía un acuerdo entre amigos.

—¡Bien, conde, será mejor que te deje dormir un poco! A propósito, ¿cuándo será la boda?

—Todavía no le he dado la respuesta a ChanYeol.

—Mmm... Bueno, no me lo imagino aceptando algo que no sea en su favor. Tu futuro esposo me da la impresión de no dejarse persuadir con facilidad, así que, si yo fuese tú, actuaría con cautela.

BaekHyun ya estaba despierto cuando amaneció. Se bañó, se vistió y bajó a toda prisa. La casa parecía desierta. El ruido de los cascos de un caballo al pasar por encima del puente levadizo, le advirtió que no estaba solo y se ocultó entre las sombras cuando ChanYeol pasó montando un impresionante caballo negro.

El ama de llaves lo detuvo en el vestíbulo.
—Le petit-déjeuner se servirá en el pequeño salón —dijo en tono de reproche, recorriendo con la mirada el atuendo de BaekHyun, unos entallados pantalones de lino, y camisa color beige.

El menor estuvo a punto de decirle que no quería comer nada, pero sería reconocer su derrota hacerlo y algo en los ojos de la mujer le indicaba que disfrutaría verlo humillado.
Se detuvo al lado de la escalera, atraído contra su voluntad por el retrato que había visto el día anterior.

—Changsub de Chauvigny —comentó ChanYeol detrás de él, cogiendo su mano con la suya que estaba sobre la barandilla, para impedir que huyese—. Estuvo con Napoleón en el saqueo de Moscú y le salvó la vida al emperador. Por esa razón se le concedieron estas propiedades, que habían pertenecido a su familia antes de la revolución, pero que luego fueron cedidas a un primo segundo que odiaba tanto a sus parientes aristócratas, que los hubiese mandado a la guillotina. El hombre que ves allí retratado, era un poco mejor. Raptó a una muchacha rusa, y luego se casó con ella. Cuenta la leyenda de la familia, que el anillo de compromiso de los Chauvigny era parte de su dote. Pero ella odiaba tanto a su marido que se encerró en una de las torres y negándose a salir del lugar.
BaekHyun se quedó consternado al imaginarse el destino de la pobre muchacha.
—¿Qué pasó con ella?
ChanYeol rió con tristeza.
—Si estás comparando tu suerte con la de ella, no lo hagas. Mi pariente cometió el fatal error de enamorarse profundamente de su cautiva esposa, y cuenta la historia, que ella al enterarse de que su esposo le tanto, como para mandarla de regreso con sus padres, se conmovió y correspondió a su amor. Lo más probable es que se diese cuenta de que era aburrido languidecer sola en una torre y decidió sacarle el mayor provecho al asunto. Fuese cual fuese la verdad, le dio a mi antecesor tres hijos y dos hijas.

—Debió sentirse muy sola y asustada.
BaekHyun pensó que se encontraban en situaciones similares, aunque no por las mismas razones.

¿Cómo podría evitar que Kris se enterara de ese matrimonio secreto? Tendría que decírselo.
Si le hubiese contado lo de la carta, ahora no tendría ningún problema. Pero él no vio la razón, de narrar una situación que había ocurrido hace varios años, estaba también la sospecha de que no entendería, y que también lo condenaría por aquella carta, la cual nunca escribió.

—No trates de fingir que tienes miedo. ¿O es acaso por eso que te escondiste de mí, entre las sombras del patio?

¡Así que le había visto!

El menor se giró disgustado, pero se encontró atrapado contra la barandilla y percibió un agradable aroma al perfume del mayor. Debió haber sentido repulsión por el atractivo de ChanYeol, prefería hombres rubios, y sin embargo, todo su ser respondía a la vista de su cuello bronceado, de tal manera, que entreabrió los labios consternado por su reacción.
¿Habría tenido ChanYeol razón después de todo?
¿Era un joven que simplemente respondía ante la masculinidad?

—Vamos, todavía no me has respondido, esos dulces labios aún no me dicen que serás mi esposo —se burló ChanYeol —. Pero ambos sabemos que lo serás, ¿no es así, BaekHyun?
—No me dejas otra alternativa. Si no acepto...
—Le contaré a tu prometido la clase de chico que le presentará a familia. Me imagino que le importará la cantidad de hombres que han pasado por tu vida. ¿O está convencido de que ninguno de ellos tuvo importancia?
—¿Y por qué habrían de tenerla? —contestó BaekHyun furioso —. De todas formas, no es esencial para todos los hombres casarse con un joven fértil virgen. Tal vez los hombres prefieren a vírgenes, porque así evitan que descubran sus defectos, como podría serlo en el caso de que sus parejas fuesen más experimentadas.
—¿Me estás provocando, BaekHyun? Eres muy deseable, más de lo que recordaba —lo observó con una intensidad insultante —. Pero no, no deseo quedarme contigo para siempre. De todas maneras, tal vez sería mejor que firmaras un documento en donde quede explícito que este matrimonio se extenderá hasta que yo lo determine.
Su arrogancia lo dejó sin aliento.
—¡No puedes creer que yo quiera prolongarlo! No veo la forma de evitarlo, pero no te equivoques, ChanYeol, ya no tengo dieciséis años y no me impresionas.
—El matrimonio es algo muy íntimo, ¿y quién puede saber lo que sentirás o dejarás de sentir?
—Amo a Kris y a ti te odio. Deseo que esta farsa termine lo antes posible. Y me gustaría que me devolvieses mi anillo de compromiso.
—Lo tendrás... cuando se disuelva nuestro matrimonio. Por ahora, llevarás éste – guiando la argolla por su dedo anular.
BaekHyun contuvo el aliento al ver el anillo de esmeralda que le colocó.
—Tal como pensaba, combina con tus ojos —comentó el mayor —. Así que ahora estamos comprometidos —y antes de que BaekHyun pudiese detenerle, le dio un beso en los labios, que fue más un acto de posesión que un gesto de ternura.

 [ChanBaek] Black MailDonde viven las historias. Descúbrelo ahora