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ChanYeol no le había dicho nada sobre la llamada de JongDae. ¿Por qué no los había invitado al castillo?

Como si le hubiese leído el pensamiento, ChanYeol interrumpió su conversación con JongDae para decirle a BaekHyun:

—Ahora ya sabes por qué quería que vinieras a Nantes conmigo. No quise echar a perder la sorpresa diciéndotelo. Por un momento creí que iba a necesitar usar la fuerza —bromeó con JongDae, quien le sonreía a BaekHyun —. ¡Nunca he conocido un joven fértil tan reacio a gastar el dinero de su marido!

Fue natural que JongDae y LuHan rieran. ¿ChanYeol había preparado ese encuentro para darle una sorpresa?
No pudo imaginar por qué, a menos que fuera para reforzar su determinación de hacer permanente su matrimonio.

—Hemos pasado la mañana comprando todo lo necesario para la habitación del niño —añadió ChanYeol confundiendo más a BaekHyun, que se ruborizó bajo la mirada inquisitiva de JongDae,
LuHan parecía recordar sus propios embarazos y sus hijos, quienes ahora ya eran unos jóvenes.
—¿Recuerdas JongDae? —le preguntó a su esposo —. Cuando Joong nació en Escocia, llegó con dos semanas de antelación —explicó a BaekHyun —, y yo estaba solo. Mis padres estaban de vacaciones, y la madre de JongDae se había ido con su hermana.
—Y nunca ha dejado de recordarme mi error —dijo JongDae con tristeza, pero sonrió.

A BaekHyun le era imposible imaginarse con ChanYeol de mediana edad y muchos años de matrimonio detrás de ellos, burlándose uno del otro de su pasado compartido y, de pronto, las lágrimas le nublaron la vista, y el delicioso pescado que estaba comiendo casi se le atragantó.

Se alegró de que los otros estuvieran demasiado absortos en su conversación como para darse cuenta de su silencio y solo cuando sintió los dedos de ChanYeol sobre su muñeca, se percató de que él había notado su aflicción.

—Pensé que te agradaría ver a tus amigos —le dijo en voz baja, cuando JongDae y LuHan se distrajeron en otra cosa —. ¡Pero en vez de alegrarte, te muestras introvertido!

A BaekHyun le fue imposible dar una explicación, tanto como entender que esa comida había sido preparada solo para hacerlo feliz. Se quedó mirando a ChanYeol. La verdad era que no le creía. ¿Por qué iba él a hacer algo para que se sintiese feliz? ¡Era más probable que pensase en el bienestar de su hijo!

Eran más de las tres cuando salieron del restaurante, después de despedirse de JongDae y LuHan, quienes se iban de Nantes esa tarde.

BaekHyun se sorprendió al enterarse de que ChanYeol esperaba que le acompañase a visitar a su cliente. Éste se mostró interesado cuando ChanYeol le informó sobre la carrera y la experiencia de BaekHyun.

—Pero por supuesto, ahora ya no se dedicará a eso —comentó el hombre —, ya que...
—BaekHyun —interrumpió ChanYeol con firmeza, para asombro del menor —, mi esposo ocupará su lugar a mi lado en el castillo y el negocio. ¿Por qué cree que me casé con él? —bromeó sonriéndole a BaekHyun —. Va a ser una valiosa ayuda.

Cuando regresaron al automóvil BaekHyun le preguntó:

—¿Lo dijiste en serio, ChanYeol? ¿Quieres que te ayude en el negocio?
—¿Te gustaría? Eso significaría que en ocasiones tendríamos que trabajar muy unidos.
¿Que si le gustaría? ¿Le gustaría tener la tortura de su constante presencia y no poderle obtener?
—Tus ojos te traicionan —dijo ChanYeol con rudeza antes de que pudiese contestar, le ayudo a sentarse. Cerró la puerta de su lado, y le puso el seguro.

Ese día había estado lleno de sorpresas para el menor, de pronto quiso creer que ChanYeol había preparado la comida con JongDae y LuHan para él, que sí quería que trabajara a su lado; que sí quería... allí se detuvo y dijo lo primero que se le ocurrió:

—¿Nos daría tiempo de ir a Chinon? —le preguntó.
—¡Vaya, vaya, te estás volviendo muy valiente si deseas pasar más tiempo en mi compañía!

BaekHyun no dijo nada, estaba demasiado dolido por su burla y mientras iban de regreso por el camino que rodeaba Loire, cerró los ojos y se reclinó en su asiento. ChanYeol puso la radio, y pronto la música inundó el automóvil. El día había sido agotador y mientras el sol se ponía, BaekHyun se durmió.

Cuando abrió los ojos, por un momento no supo dónde estaba. Había anochecido y, a media luz, pudo distinguir los contornos de los muros de la fortaleza real de Chinon, los cuales rodeaban al castillo. Sintió calor y somnolencia, tardó varios segundos antes de darse cuenta de que estaba apoyado sobre ChanYeol, con la cabeza sobre su hombro, mientras su esposo le rodeaba la cintura con el brazo.

—Me dio pena despertarte —fue todo lo que le dijo al apartar el brazo para permitir que se sentase.

BaekHyun trató de mirar a través de la oscuridad exterior para ocultar la sensación de pérdida que experimentó cuando sus cuerpos se separaron.

—Si quieres, podemos dar un paseo por los alrededores, aunque me temo que está demasiado oscuro para ver algo.

Él tenía razón y, sin embargo, con solo ver los restos de lo que una vez fue una gran fortaleza, recordó el pasado.
¿Alguna vez Berengaria, la hermosa pero no amada esposa de Ricardo Corazón de León, habría esperado a su esposo en el interior de esos muros?

—Te veo triste. ¿En qué piensas?
—En lo difícil que es la vida sin amor —contestó BaekHyun con sinceridad.
—¿Amor? Te estás aferrando a un mito —dijo ChanYeol con dureza —, la forma en que me respondiste cuando hicimos el amor fue inconfundible, BaekHyun, y sin embargo, insistes en aferrarte a tu ideología pasada de moda. Sinceramente... ¿crees que tu presuntuoso intelectual comparte tu apasionada lealtad?

¿Qué objeto tenía meter a Kris en la conversación?

—Estoy cansado, ChanYeol —expresó, falto de emoción —. Por favor, llévame a casa.
No fue consciente de utilizar la palabra casa, pero ChanYeol se quedó mirándolo un momento antes de poner el automóvil en marcha.
—¿Casa? ¿Así es como ves el castillo, BaekHyun? —preguntó con cariño.
—He dicho esa palabra sin pensar. ¿Qué preferirías que dijera? ¿Mi prisión?
—Tienes libertad para irte, siempre y cuando dejes a mi hijo.

BaekHyun se quedó mirando al frente a pesar de la oscuridad. Estaba lleno de amargura y dolor. En ese momento simplemente era un recuerdo la noche en que el niño fue concebido, pero durante toda su vida tendría que pagar por esos momentos de pasión compartida...

 [ChanBaek] Black MailDonde viven las historias. Descúbrelo ahora