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BaekHyun consideraba que no merecía la pena poner la mejor vajilla solo para cuatro personas, sin embargo creyó que a su invitado le enorgullecería que le trataran con distinción. Estaba listo para recibirles cuando ChanYeol entró en la habitación. Parecía agotado.

—¿Te pasa algo? —BaekHyun no pudo evitar preguntárselo, pero se arrepintió después de haberlo hecho, pensó que ChanYeol se burlaría de él.
Para su sorpresa, ChanYeol no dijo nada.

—Es el clima —contestó más tarde —. El calor ha comenzado muy pronto y si no llueve tendremos que regar; para nosotros no será un problema muy grave, pero para los viñadores más pequeños como Phillipe... Si el tiempo no cambia, puede haber tormentas antes de la cosecha.

BaekHyun no necesitó que ChanYeol le explicase lo que eso suponía, a raíz de su estancia en Australia, sabía lo que una fuerte tormenta podía hacer a las uvas maduras.
No tenía palabras de consuelo para ChanYeol, y además, recordó que él sería la última persona a la que su esposo recurriría para compartir sus problemas. El saberlo fue como una puñalada para su corazón y antes de que continuase con sus cuestionamientos, ChanYeol se dirigió al baño y lo dejó solo.

El joven fértil se miró en el espejo. Se había puesto otro de sus trajes nuevos, mientras se contemplaba, ChanYeol salió del baño con una toalla alrededor de las caderas y con el cuerpo todavía húmedo. BaekHyun sintió como sus piernas se volvían débiles y se sentó frente al tocador mientras ChanYeol fruncía el ceño.

—Vamos, ésta no es la primera vez que ves a un hombre casi desnudo, y ambos lo sabemos. ¿O acaso no puedes quitar tus ojos de mi cuerpo porque llevas mucho tiempo sin hacer el amor?
Él quiso negar su acusación, pero su esposo se le había acercado tanto, que casi podía tocarle y con voz ligeramente ronca preguntó:

—¿Te gustaría acariciarme, BaekHyun? ¿Eso es lo que quieres?
Le cogió la muñeca y sus dedos tocaron aquel pecho varonil, lo que hizo que BaekHyun abriera bien los ojos al darse cuenta de que solo el rozarle le excitaba.
—Debo irme…, nuestros invitados llegarán muy pronto.
—¿Así es como piensas comportarte? —la intensidad de las palabras  de ChanYeol le sorprendieron y se quedó mirando su rostro contraído por la ira —. ¿Es una batalla para ver quién de nosotros aguanta más? Pues tú no ganarás, BaekHyun —le advirtió cuando el abrió la puerta de la habitación.

ChanYeol acababa de alcanzarlo, vestido de etiqueta, cuando anunciaron a sus invitados. Mientras se adelantaba para saludarlos, BaekHyun miró de reojo a ChanYeol, para ver cómo reaccionaba ante Jessica.
Cuando le observó inclinarse para besar a la francesa, pensó que quizás era un excelente actor, o le había mentido en lo referente a Jessica.

Monsieur Trouville, el padre de Jessica, saludó a BaekHyun con educación; tenía los ojos parecidos a los de su hija pero más amables.

—Eres un hombre afortunado, ChanYeol. Tienes un esposo encantador —dijo, después de negarse a aceptar un aperitivo —. Sus ojos son del color de una perfecta uva Chardonnay.

—Debes tener cuidado y no hacerte demasiadas ilusiones, mon ami —intervino Jessica, dirigiéndole una mirada maliciosa a ChanYeol —. Tal vez conoces a tu esposo desde la niñez, pero han estado varios años sin verse; años en que bebiste con avidez el vino de la vida y puede que tú esposo también lo probara.

—¡Jessica! —reprendió alarmado —Por favor disculpe a mi hija, está abusando de la amistad que nos une a ChanYeol. ¡Jessica, no querrás que BaekHyun piense que le tienes envidia por su marido! —monsieur Trouville se burló en voz baja, pero con un tono que hizo que BaekHyun se preguntara si desconocía tanto la personalidad de Jessica como ChanYeol sugirió.

La cena transcurrió sin incidentes, tal como BaekHyun esperaba. Él lo había dispuesto todo, incluso le consultó a su esposo qué vinos pensaba servir para que los alimentos los complementaran.

Jessica prefirió no comer el postre, mientras que ChanYeol y monsieur Trouville, lo disfrutaron. Cuando finalizaron la comida monsieur Trouville agradeció la cena y sugiriendo a ChanYeol, que se retirasen para discutir de negocios.
BaekHyun comprendió que su invitado querría hablar sobre la venta de sus tierras. Cuando Jessica y él quedaron solos, su invitada aprovechó el momento para comentarle sus opiniones:

—Tal vez ChanYeol engañe a mi padre con este matrimonio, pero a mí no me engaña —sus palabras estaban cargadas de desprecio; al sentirse en una posición superior a su «anfitrión», recorrió la habitación, mirando con desdén los arreglos florales que BaekHyun había puesto como decoración.

Fueron interrumpidos, cuando madame Gertrude entró con el café que le habían solicitado, ambas mujeres intercambiaron una breve conversación en francés, que aunque BaekHyun no entendió, estaba seguro, hablaban de él.

Cuando los dos hombres regresaron, ChanYeol parecía estar más tranquilo que lo que BaekHyun le había visto últimamente. Aceptó una taza de café, sus dedos se rozaron y BaekHyun se apartó como si se hubiera quemado. Las reacciones que tenía con su esposo comenzaban a atormentarle, aún más que su perturbadora presencia.

—ChanYeol, todavía no le has dado a BaekHyun los pendientes —la voz ronca de Jessica interrumpió el silencio.
—Por supuesto que no —ChanYeol miró hacia el cuadro que estaba sobre la chimenea, desde donde los miraba la «esposa rusa cautiva», tenía una expresión dulce que transmitía calma.
En ese instante, BaekHyun se percató por primera vez, que además del anillo de esmeralda que tenía en el dedo, ella llevaba unos collar que hacían juego.

—Ésos se regalan a la esposa o esposo cuando se lleva un año de matrimonio y se tiene un hijo, ¿no lo recuerdas, Jessica?
—Soy una tonta, lo había olvidado —señalo restándole importancia —, tenemos que desear que algún día tenga tú esposo la oportunidad de llevarlos —dirigiéndose al conde —. Claro que para eso tendrán que seguir casados, ¿no es así, BaekHyun? —comentó con ironía.

—¡Jessica! —reprendió su padre con disgustó, BaekHyun se compadeció del hombre cuando le escuchó disculparse por el comportamiento de su hija.
—No te preocupes por eso, Pierre —le dijo ChanYeol, colocando su taza sobre la mesa y acercándose al menor para rodearle con su brazo la cintura—. BaekHyun lo entiende, ¿no es así, cielo?

A BaekHyun le extrañó que lo tratara con tanto cariño y se quedó perplejo mirando los labios de su esposo, al escucharle decir tales mentiras.

—Cuando las personas tienen tanto como nosotros, pueden permitirse el lujo de ser generosas, ¿no es así? —ChanYeol besó el cuello de BaekHyun, sin darse cuenta, en apariencia, del sobresalto del menor y la furia de Jessica.

Solo monsieur Trouville pareció satisfecho con su actuación y se burló de él por avergonzar a BaekHyun delante de ellos.

—Se han casado hace muy poco, es normal que no se encuentre acostumbrado a que lo abraces en público —comentó su invitado, avergonzando más a BaekHyun —, y amigo mío, me doy cuenta de que ya es hora de irnos —añadió bromeando —. La próxima semana hablaré con mi abogado sobre el otro negocio.

ChanYeol los acompañó a su automóvil, mientras BaekHyun se ocupaba de recoger las tazas de café y los vasos sucios. Cuando escuchó los pasos de ChanYeol en el vestíbulo, sintió su nerviosismo aumentar, incluso su pulso estaba alterado.

—Está bien, ya puedes dejar de actuar; ya se han ido —estaba apoyado sobre el marco de la puerta —. ¿Pensabas en los abrazos que nos damos en privado, mi encantador esposo? Tal vez te debería recompensar con algunos más, si ése es el efecto que te causan. Pierre estaba muy impresionado. Dijo que eres una criatura muy hermosa.
—Imagino que para monsieur Trouville, todas las personas de menos de treinta años siguen siendo criaturas.
—Es fácil de engañar.
BaekHyun no hizo caso de las provocadoras palabras.
—Me alegro de que hayas podido arreglar tus asuntos satisfactoriamente, ChanYeol, pero estoy cansado, así que si me disculpas, me iré a la cama.

Por primera vez estaba despierto cuando él llegó a la habitación, pero cerró los ojos forzándose a respirar tranquilamente mientras su esposo se movía por la habitación, quitándose la ropa, dirigiéndose a duchar, para luego meterse entre las sábanas.

A pesar de que se encontraba de espaldas y tenía los ojos cerrados, supo que ChanYeol dormía sin nada que le tapara, todos los temores y dudas que tuvo desde el comienzo de su matrimonio volvieron a obsesionarlo. Su esposo, no le era indiferente.
El hombre, que ahora dormía junto a él, fue el primero en provocarle sensaciones abrumadoras, excitación; aunque reprimió todos aquellos sentimientos, y le maldijo durante toda su adolescencia, en el fondo de su ser, seguían allí, dispuestos a cobrar vida en cuanto lo tocaba.

 [ChanBaek] Black MailDonde viven las historias. Descúbrelo ahora