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—No seas ridículo, ChanYeol —desestimó el menor —. Se han pronosticado tormentas, necesitas en los campos todas las manos que estén disponibles, además Henry y dos trabajadores más están ayudando a Phillipe. Y mis manos ya tienen experiencia.

Mientras hablaban, BaekHyun se miró las palmas de las manos que tenían algunas magulladuras, los dedos manchados, y las uñas sucias.

—¿Estás decidido a convertirme en un monstruo, no es así? ¿Quieres que mi gente diga que te hago trabajar hasta que te pones enfermo? ¿Te has mirado en el espejo?

BaekHyun se ruborizó.

Sabía que probablemente no tenía la mejor apariencia en ese momento, su vestimenta consistía en unos pantalones viejos y una camisa a cuadros, pero quería ayudar a ChanYeol, tomar parte en la recolección de uvas, para que el vino que hicieran durante esa vendimia tuviese algo, aunque fuese muy poco, de él.

—¡Oh, por Dios! —refunfuñó ChanYeol de pronto, cogiéndolo en sus brazos y besándolo hasta que lo hizo jadear.
De la misma forma salvaje en que lo aprisionó, le soltó, tomó algunos segundos procesar la situación, parpadeando bajo el sol, mientras a su alrededor los trabajadores reían y bromeaban.
BaekHyun tocó con los dedos sus labios hinchados por aquel beso cuando ChanYeol volvió a montar. Por supuesto que tuvo que besarlo para evitar que los recolectores pensaran que se estaban peleando. Los rumores por allí se extendían como el fuego y ChanYeol no querría que Jessica sospechase que su matrimonio funcionase mal.

No hubo ningún comentario sobre la velada que pasó en su casa y sólo pudo pensar que si había ido a ver a Jessica para aliviar su frustración, el remedio no había sido muy efectivo.
Seguía a su lado en el caballo mirándole, cuando de pronto su esposo se inclinó y lo levantó.

—Te llevaré al castillo —dijo de pronto —. Y allí, descansarás. La cosecha terminará mañana y seguiremos con el pisado de uvas. Los trabajadores irán a otro viñedo cuando terminen aquí, así que este año no podremos celebrar las fiestas como es costumbre... el tiempo está amenazador, pero todavía tenemos que invitar a los compradores y no quiero que te pongas mal cosechando uvas.

BaekHyun pensó que él decía eso porque necesitaba un anfitrión.
¿Cómo pudo ser tan tonto para creer que lo llevaba a casa porque estaba preocupado por su salud?
¡Durante un momento eso fue lo que pensó!

—Relájate —le aconsejó, cuando el enorme caballo obedeció a su amo e inició la marcha —. Satán no está acostumbrado a llevar dos personas. Apóyate sobre mí, así se sentirá menos incómodo.

En cuanto el animal dio unos cuantos pasos, BaekHyun comenzó a sentirse intranquilo y le agradeció a ChanYeol la sugerencia.
Cuando lo rodeó con un brazo para que se sintiera seguro, se dio cuenta de lo íntimamente que se apretaba contra él. Le resultaba imposible evitar tocarle cuando percibió el aroma del perfume que llevaba.

—No es necesario que vengas conmigo —protestó el menor cuando su esposo entró acompañándolo en el vestíbulo.
—Deja que sea yo quien decida lo que es necesario, BaekHyun. Te veo con muy mala cara. ¿Estás enfermo?
—¡Por supuesto que no!
—Jessica y su padre asistirán a la cena de los compradores —hizo una pausa —, en vista del número de invitados que tendremos en casa, creo que sería aconsejable que volviéramos a dormir como antes.

—Quieres decir...
—Quiero decir que dormiremos juntos BaekHyun, nada más eso —lo dijo de forma tan cortante, que el joven sospechó que le advertía que no le haría cambiar de opinión.

Volvió a ruborizarse. ¿Qué creía su esposo, que era él?
BaekHyun pasó muchas horas pensando en el menú para el banquete que se les serviría a los compradores. Como el propósito principal era servir unos platos adecuados para los vinos, prefirió consultar con su esposo la decisión final.
Las habitaciones para los invitados estaban en optimas condiciones, ya limpias y preparadas. Los decoradores que BaekHyun había contratado, llegaron para adornar con plantas y flores el salón de baile. Asimismo, se contrataron músicos, quienes recibieron cuidadosas instrucciones.
Cuando la ropa que había pedido a Orleans llegó, BaekHyun lo examinó.

La idea de aquel evento no era nueva; los bailes de disfraces habían sido los favoritos en distintas celebraciones durante siglos, pero éste sería algo diferente, porque ChanYeol y el menor se disfrazarían de una pareja que habían sido representados antes, más bien habían vivido en aquel lugar hace años... una joven mujer rusa y su elegante esposo. BaekHyun quería tener la certeza de que esa vendimia sería recordada para siempre por todos los que asistiesen.
No olvidó a nadie, incluso para las muchachas de la cocina había encargado vestidos a rayas y delantales nuevos.

—¡Oh, madame, todo esto es emocionante! —exclamó una joven mientras ayudaba a BaekHyun a colocar los jarrones con flores, en las habitaciones de los invitados.
Al principio ChanYeol levantó ligeramente las cejas cuando BaekHyun le contó sus planes, pero consintió con facilidad. Su única desilusión era que Rose y Phillipe no asistirían.

No podían dejar a su pequeña y preciosa hija. BaekHyun pensaba que en su lugar tampoco lo hubiese hecho. Durante los últimos días de forma constante solía acariciar su vientre, lo hacía de forma inconsciente.
ChanYeol, entró en la habitación mientras el menor estaba arrodillado examinando los trajes, observo que estaba pensativo y le preguntó:

—¿Te pasa algo?

BaekHyun se preguntó qué diría si le contestase que había sentido una patada de su hijo; pero se limitó a negar con la cabeza.

—¿Entonces quieres dejar de actuar como una víctima? Porque Dios sabe BaekHyun, que estabas bastante dispuesto... tú...
—Por favor no hables de eso, ChanYeol. Siento si alguna vez te di la impresión de...
—¿De qué me deseabas? —preguntó —, ¡Pues sí lo hiciste, BaekHyun! ¡Lo hiciste!

Se retiró antes de que pudiese decirle que nunca quiso dar la impresión de considerarse una víctima, de ningún tipo, a menos que fuese de su profundo amor por él.

El haber hecho el amor con su esposo, para él fue un momento único, muy agradable, y sin embargo, para ChanYeol parecía ser algo de lo que se arrepentía amargamente... sin poder evitarlo las lágrimas se deslizaron por su rostro, al reconocer que su amor era inútil.

 [ChanBaek] Black MailDonde viven las historias. Descúbrelo ahora