[ChanBaek] Black Mail

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Cuando la puerta se cerró detrás de la furiosa francesa y JongDae se retiró con discreción, BaekHyun preguntó:

—¿A qué ha venido todo eso?

Lejos de mostrarse preocupado, ChanYeol estaba calmado, mucho más que el, se sirvió una copa de vino antes de replicar con frialdad:

—Creo que eres bastante inteligente. Seguramente te habrás dado cuenta de que Jessica se consideraba una parte de mi vida mucho más importante de lo que era.

Su arrogancia disgustó a BaekHyun.

—¡Una impresión que por supuesto tú, no hiciste nada por alentar! —exclamó furioso.
¡Qué hombre tan hipócrita y arrogante! ¡Atreverse a utilizarlo a él para deshacerse de la amante que ya no deseaba!

—Jessica sabía la verdad —replicó —, y si decidió que prefería ser la condesa de Park Chauvigny, en lugar de ser simplemente la amante del conde, es natural que intentara quitarle de la cabeza esa creencia errónea, de que podía pasar de un papel al otro tan fácilmente.

—¿Estás tratando de decir que su lugar está en tu cama y no a tu lado? —era un tipo imposible.
—Estás hablando de cosas de las que no sabes nada —interrumpió ChanYeol con frialdad —. En Francia, el matrimonio es un asunto serio, que no debe llevarse a cabo sin la debida consideración. El primer marido de Jessica era piloto de carreras, y se mató en un Grand Prix; durante muchos años ella disfrutó de los privilegios de la viudez —añadió con sarcasmo —, pero se equivocó al pensar que solucionaría su futuro conmigo. Un Park Chauvigny no acepta por cónyuge mercancía de segunda mano.

BaekHyun hizo un gesto y ChanYeol se quedó mirándolo.

—¿Crees que es algo divertido? ¿Que una mujer como ella, que se entrega a cualquier hombre que la mira, es la adecuada para ser la señora de este castillo?
—Fue adecuada para ser tuya —contestó BaekHyun con frialdad.
—Mi amante, pero no mi esposa; no la madre de mis hijos. Y antes de que digas nada, te repetiré que Jessica era consciente de su posición. ¿Acaso crees que ella me hubiese querido si no fuese por el título y por este castillo?
—Tal vez no —al ver la furia reflejada en los ojos del francés, el menor se curstionó por qué había respondido de esa forma.

¿Qué persona con sus cinco sentidos, no iba a desear a ChanYeol aunque no poseyera más que la ropa que llevaba puesta?
—No me interesan tus problemas sentimentales, ChanYeol —dijo con firmeza —. Lo único que quiero saber es por qué te atreviste a meterme en todo esto. Tengo la impresión de que te diviertes haciendo sufrir a los demás.
—Olvidaré ese último comentario que has hecho. En cuanto a lo otro, se debió a que estabas aquí, nos conocemos y ya llevabas un anillo de compromiso, lo que facilitó todo.
—Pues en este momento —dijo BaekHyun —, se terminó nuestro compromiso.
—Terminará mañana —habló ChanYeol con arrogancia como si él no tuviese nada que decir en el asunto —, cuando nos casemos.
—¿Casemos? —BaekHyun se quedó mirándole—. ¿Te has vuelto loco? ¡No me casaría contigo aunque fueras el último hombre que quedara sobre la tierra! ¿Olvidas que estoy comprometido con otro hombre? Un hombre al que amo y que me ama.
—Pero que no confía en ti, porque de ser así, no habría telefoneado esta mañana para preguntar si habías llegado y si compartías una habitación con Kim JongDae… Confieso que despertó mi curiosidad volver a verte, supuse que debías haber cambiado considerablemente para despertar tales celos.

BaekHyun ignoró el sutil insulto.
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¡Así que él se había enterado de que iría! ¿Habría planeado todo esa escena con Jessica? No quiso pensar que así fuera, pero conociendo a ChanYeol, ése era el tipo de acción maquiavélica que le encantaba.
—Siéntate —le ordenó, cogiéndolo de los hombros con fuerza, haciéndolo daño al empujarlo hacia el sillón —. Antes de que me sigas acusando, permite que te explique unos cuantos hechos. El padre de Jessica es buen amigo mío y un vecino a quien respeto mucho. Ella le tiene engañado respecto a su verdadera personalidad y por piedad, sus amigos mantienen en silencio su forma de ser. Es propietario de tierras que lindan* con las mías y que a su debido tiempo serán la dote de Jessica, si se vuelve a casar, pero Bernard se está debilitando y ya no puede hacerse cargo de ellas. Me gustaría comprárselas.

—Entonces, ¿por qué no te casas con Jessica? —interrumpió BaekHyun, demasiado furioso para seguir en silencio —. Así las obtendrías gratis.
—Por el contrario, tendría que pagar un precio muy alto. Sabría que todos los hombres de los alrededores, que se quedasen mirando a mi esposa la conocerían íntimamente. Sin embargo el mayor costo, sería no tener la certeza de ser el padre de los hijos que pudiese tener. Por otro lado, he oído que hablan de nosotros, comentarios originados por Jessica... estoy seguro, porque haría cualquier cosa con tal de convertirse en mi esposa.

De nuevo lo dejó sin respirar con su arrogancia, pero antes de que pudiera protestar, ChanYeol prosiguió sin emoción. Tenía dos soluciones. Ceder al chantaje de Jessica u ocasionarle un gran disgusto a un viejo amigo.
—Y con eso perdías esas tierras —comentó BaekHyun, en voz baja, pero fue ignorado.
—Sin embargo, en esta ocasión se me ha presentado una tercera solución, y mucho mejor... casarme con otra persona para calmar las sospechas de Bernard, acallando a Jessica, y lo más importante, será un matrimonio que se deshará una vez conseguido mi propósito, pocas palabras, querido BaekHyun, se trata de un matrimonio temporal contigo.

Éste no supo qué decir, se quedó mirándole con incredulidad.

—No lo haré —respondió con dificultad —. No puedes obligarme, ChanYeol.
—Por supuesto que puedo.
Cruzó la habitación, sacando de su bolsillo un llavero, del cual selecciono una pequeña llave, luego abrió un escritorio tallado, del siglo dieciocho.
—¿Recuerdas esto, BaekHyun? —su voz era firme, pero los sensibles oídos del menor percibieron una ligera nota de triunfo a la vez que observaba un papel de carta color rosa.
Por supuesto que la reconocía, se lo había regalado su madrina cuando cumplió dieciséis años. Entonces le entusiasmó, pero seis semanas más tarde, toda la caja fue a parar al fuego. Toda excepto dos hojas de papel y un sobre.
—Me pregunto qué diría tu celoso prometido de esto —le provocó ChanYeol —. Aún en la actualidad sigue teniendo cierto... algo, ¿no estás de acuerdo? ¿O tal vez te gustaría refrescar la memoria?
BaekHyun se estremeció y desvió la mirada, incapaz de contemplar la carta y mucho menos tocarla.
—Tu recato llega demasiado tarde, porque después de leer esta carta, dudo que alguien creyese, que alguna vez tuviste algo de modestia. Esta mañana la he vuelto a leer, aunque su vocabulario y estilo pueden dejar algo que desear, no hay duda alguna en la claridad de los sentimientos. Creo estar en lo cierto, al pensar que, ni siquiera tu amado prometido tiene una carta como ésta de ti, entre sus tesoros.
—¿Crees que alguna vez...? —estalló incitado a contestar, pero ChanYeol lo detuvo.
—Tal vez no. La verdad es que se me hace difícil creer que eres la misma persona. Por una parte, el aspecto tan frío que presentas al mundo y por otra parte la innegable pasión de esta carta. ¿No te gustaría que leyera algún párrafo para refrescar tu memoria...?
—¡No! —la palabra fue un gemido y BaekHyun se tapó los oídos con las manos.
Estaba temblando, tenía los ojos tan oscuros y vacíos de todo, excepto de la agonía que experimentaba.
—Así que —murmuró ChanYeol, en apariencia nada afectado por la expresión de su rostro —, estamos de acuerdo. Tienes dos opciones, casarte conmigo... temporalmente, o le mandaré a tu prometido una copia de esta carta de amor. Tienes toda la noche para pensarlo —añadió con frialdad —. Y BaekHyun, no trates de escapar porque te garantizo que tu prometido leerá esta encantadora misiva.

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lindad: estar contiguos dos terrenos, fincas, etc.
Misiva:Carta que se envía a una persona para informarle de algo.