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BaekHyun dejó a un lado la pluma y cerró el sobre suspirando.

Mandaría la carta certificada. Ahora que devolvía el anillo a Kris, se sentía más feliz. No le contó nada del niño, y deseó que su madre tuviese razón cuando dijo que él tenía una naturaleza desapasionada. No quería herirle, y ahora podía reconocer que nunca hubiese sido el tipo de esposo que su familia esperaba.

ChanYeol había salido para asistir a una reunión de la asociación local de viñadores. La cosecha había sido buena. ¿Aceptaría ChanYeol proveer a Westbury's con algunos de sus vinos de menor calidad? No había discutido el asunto con BaekHyun y tenía demasiado orgullo para preguntar.

Cuando madame Gertrude anunció la llegada de Jessica, BaekHyun pensó que la francesa había ido a ver a ChanYeol. Iba a decirle que no estaba en casa, cuando Jessica se sentó en uno de los antiguos sillones, encendiendo un cigarrillo. Enseguida, se relajó y entrecerró los ojos.

—Así que... —con la mirada recorrió el cuerpo del menor y por primera vez el joven fértil se sintió desgarbado. La pelirroja llevaba un vestido de satín verde oscuro muy elegante —, ¡debes estar teniendo más éxito del que nunca soñaste! —exclamó Jessica de forma insultante —. Vamos querido —añadió cuando BaekHyun no dijo nada —, ¿acaso crees que alguna vez me dejé engañar por este pequeño acertijo de ChanYeol? Un acertijo del que ahora se arrepiente, pobre hombre —rió a carcajadas —. Pero ChanYeol se portó demasiado bien —continuó Jessica, despreocupada —. Recuerdo el verano que pasó con su tía. Le advertí que los jóvenes fértiles de dieciséis años podían causar muchos problemas, pero entonces... no me hizo caso.

BaekHyun trató de no mostrar sus sentimientos. Jessica daba a entender que sabía todo acerca de ese verano de hacía tanto tiempo, pero no podía ser cierto.

—Es cierto que ChanYeol me quiso castigar un poco y por eso fingió que existía una relación amorosa entre ustedes desde hacía mucho tiempo, pero… ¿acaso creíste que querría que el matrimonio fuese para siempre? —cuestionó la mujer, arqueando sus cejas.

Su «invitada» sugería a BaekHyun que no podía haber sido tan tonto como para pensar que ChanYeol lo prefería en lugar de a ella.

—ChanYeol es libre de divorciarse de mí si lo desea —replicó BaekHyun, con una calma que estaba lejos de sentir —. Que no lo haga, seguramente quiere decir algo, madame.

Por primera vez, BaekHyun vio que la francesa perdía un poco su compostura.

—¡Vamos! —dijo —. ¡Así que no eres el pequeño inocente que nos haces creer! Puedes haber inducido a ChanYeol a seguir con esta locura de matrimonio, pero no durará. Por el momento está atontado con la idea del hijo que llevas, pero ChanYeol es un hombre, con todo lo que implica esa palabra. ¿Necesito decir más?

El menor jugueteaba con un papel que tenía en su mano, escuchando lo que decía aquella mujer, sentía que tenía razón, sus palabras solo eran eco de los amargos pensamientos de BaekHyun.
ChanYeol era un hombre cuya sexualidad exigiría una salida ¿y quién mejor para proporcionársela que su ex amante?. Si bien, le había dicho que no se repetirían los acontecimientos que llevaron a la concepción del niño, pero un hombre como ChanYeol, no podía permanecer célibe para siempre. ChanYeol no dijo nada de que encontraba a Jessica poco satisfactoria como amante.

—Piensa en lo que te he dicho, chéri —continuó Jessica, acercándose hacia donde estaba BaekHyun, fijando la mirada en el sobre que éste tenía encima del escritorio —. No puedes engañar a ChanYeol para siempre. Pronto descubrirá tu pasión por él. Eso no es lo que busca en un esposo —añadió desdeñosa —. ¿O acaso esperas que un día corresponda a tus sentimientos? ¡Eres un tonto! ChanYeol es francés, miembro de la nobleza, educado desde su nacimiento a no esperar encontrar amor en el matrimonio. Vete antes de que sea demasiado tarde.

Sin esperar a que BaekHyun respondiese, caminó hacia la puerta.
Escuchar a Jessica, había provocado emociones de todo tipo, pero en ese momento supo lo que tenía que hacer. Algo en sus palabras, despertó su instinto de lucha.

Si tenía que perder a ChanYeol, no sería huyendo como un cobarde y negándose a aceptar el amor que sentía por su esposo.
Levantando con orgullo la cabeza, sonrió ante Jessica.

—Es muy considerada al preocuparse, madame, pero resulta innecesario, porque ChanYeol ya sabe que lo amo —haciendo acopio de todo su valor, sonrió, mientras se tocaba el vientre —. Y nuestro hijo es la prueba de que corresponde a mis sentimientos. Si lo duda... pregúntele.

Tuvo la satisfacción de ver cómo desaparecía la sonrisa de Jessica. Solo esperó que le creyese. Le dio la impresión de que la mujer estaba menos segura de ChanYeol de lo que aparentaba, por la forma en que lo miró cuando le confesó su amor.

Aunque BaekHyun sabía que no podía ganar, las amenazas y malicias de Jessica lo despertaron del letargo en que últimamente había estado. Cuando la francesa se fue, BaekHyun se quedó mirando los jardines, casi sin flores en esa época.

Tal vez no tendría el amor de ChanYeol, pero ganaría su respeto y confianza, ¿y quién podía decir lo que resultaría de eso? Dejó el sobre para Kris en el vestíbulo, para que se la enviasen y subió a su habitación para dormir la siesta, deteniéndose un momento debajo del retrato de Rene. ¡Una mujer encontró la llave del corazón de su esposo; si él pudiese encontrar la de ChanYeol!

—Me han dicho que Jessica ha venido esta tarde —comentó ChanYeol de pronto durante la cena —. ¿Qué quería?
—Nada. Simplemente fue una visita de cortesía —mintió BaekHyun, preguntándose qué diría su esposo si le dijese la verdad.

Esa noche se había puesto uno de los nuevos trajes largos de gestación para jóvenes fértiles que había encargado de París.

—Tengo que ir a París durante unos días. ¿Estarás bien? —dijo el mayor, rompiendo el silencio.
¿París? BaekHyun se quedó mirándole, su corazón comenzó a latir con fuerza. ¿Tendría que acostumbrarse a eso? ¿Discretas visitas a París mientras él se quedaba en casa?
—¿No quieres que vaya? —consultó al no obtener respuesta.
BaekHyun se humedeció sus labios. ¿Qué podía decir a eso?
—Yo...
—Si estás preocupada por el niño... por quedarte solo, podría pedirle a Rose que venga a acompañarte.

BaekHyun anhelaba decir que le quería a él, su compañía, solo a él, pero por supuesto no pudo hacerlo.

—La asociación local de viñadores me ha elegido para hablar en la Secretaría de Comercio sobre la exportación de vinos.
—¿Y Jessica? —en cuanto lo dijo, se arrepintió.
—¿Qué pasa con Jessica? …
—No, nada... pensé que tal vez ella iría, sé que pasa mucho tiempo en París —ChanYeol tiró su servilleta y se le acercó.
No le tocó, pero el menor se encogió en la silla, atemorizado por lo furioso que estaba su acompañante.
—¿Has creído que iba a París con Jessica? ¿Incluso después de todo lo que te he dicho? ¡Dios mío, tú sí que tienes imaginación! Pero ¿qué clase de hombre crees que soy!

Se retiró antes de que BaekHyun pudiese hablar, dejándolo solo ante la mesa del comedor, con el rostro tan pálido como la servilleta que había sido tirada.

Por la mañana cuando despertó, ChanYeol se había ido y las lágrimas que no se había atrevido a derramar la noche anterior, le provocaron dolor de garganta y de ojos.

 [ChanBaek] Black MailDonde viven las historias. Descúbrelo ahora