Confusiones de Amor

8. Mi regreso a la niñez

Lo vi fijamente unos segundos, el solo tenia la vista perdida en algo de mi rostro hasta que se dibujo una sonrisa picara en el. Yo le sonrei pero sin entender porque me miraba asi.

- Jason, ¿porque le dijiste a aquella tipa eso? - dije un poco alterada

- Le dije la verdad. - dijo siguiendo su paso con el carrito por el pasillo de los congelados

- Si, lo se pero ella entendió otra cosa. - dije siguiendo su paso, mientras que el solo sonreía como si estuviera planeando algo

- Pero Ally, de verdad te interesa lo que digan. - dijo dando una media vuelta hacia mi, lo que me asusto un poco - No importa lo que crean, lo que importa es nosotros sabemos lo que somos solo amigos.

Cuando me hablo así se quedo mirando fijamente mis ojos, luego bajo su vista a mis labios que casi temblaban. Yo sabia que esas palabras, esas palabras tenían toda la razón. Y yo por años me había dejado llevar por los comentarios de los demás. Se acerco tanto a mi que sentí su respiración de su boca un poco abajo de mi nariz.

- Tienes razón. Esto esta en la lista. -dije tratando de salir de esa conversación incomoda

Empezamos a coger todas las cosas de la lista. Eran tantas y para "beneficio nuestro" la tienda era enorme. Entonces fuimos al pasillo de papeles de oficina. No había casi nadie.

- Cuando era pequeño, hacia algo siempre en los pasillos que estaban vacíos. - dijo echando muchas cosas pesadas en carrito

- No me digas, le dabas besitos en las mejillas de las niñitas, y ¿que haces? Eso no esta en la lista. - dije refiriendome a las cosas que echaba alli

- Tranquila preciosa, montate aqui. - dijo señalando con el pie la barrita de metan que tenia el carrito

- Jason, ¿estas loco? No lo hare.

- Ally, no esta mal regresar a la niñez de ves en cuando. Ven, no te va a pasar nada.

- Esta bien. - me deje llevar por mis recuerdos, cuando era niña hacia eso siempre.

Me acerque a el pero me quede confundida. ¿Los dos íbamos a treparnos ahí?

- ¿Vamos los dos a la vez?

- Si, ven.

Agarro mi mano y con delicadeza agarro mi cintura y me monte los pies en la barrita. El se acerco a mi, puso sus pies al laso de los míos. Sentí como su cuerpo se acercaba a mi espalda. Ese calor, ese contacto me dio tranquilidad.

- ¿Lista? - dijo sacando mi cabello de mi oído

- Creo que si - dije nerviosa por lo cerca que estaba

- Sujetate

Cuando dijo eso, empezó a tocar el piso con el pie dandole impulso al carrito para que avanzáramos. Llegamos a una gran velocidad. Yo me asuste un poco pero recordé lo divertido que era. Así que empece a reír.

- ¡Voy mas despacio! - dijo riendo

- ¡No! ¡Wojooo! - el empezó a reír

Era divertido como pasábamos por los pasillos como dos niños pequeños.

Mi risa se perdio en nuestras respiraciones cuando vi...