Lo demas es lo de menos..

Capítulo XXVI

-Hoooolaaaa... - Dijo emocionada al abrir la puerta. -Estas hermosa Flor! Bueno... SOS hermosa - Se corrigió a si misma.

Florencia se mordió el labio... si había algo que la mataba de su novia eran esos detalles (eso y un paaaarr de cosas mas, claro...) -Vos sos hermosa! - Contestó la morocha mirando de costadito. -Fue un poco exagerado mi pedido me parece... - Confesó, levantando la bolsa que traía en su mano derecha, con tres cajas de sushi apiladas.

-Yyyy... capaz un toque. - Rió con ganas Jazmín. -Ay trajiste el vino! Te amo..!! - Dijo al ver las botellas dentro de la otra bolsa... -Tenía... miedo... que me... mates... - Continuó con su explicación, entre beso y beso. -Porque me acabo de dar cuenta que no tengo vino blanco.

-Mirá si te voy a matar por eso... con vos, que me importa el vino!

-Aia... me vas a hacer llorar...- Fingió emoción, llevando sus manos al pecho y haciendo puchero...

-Que tarada...

-Pero me querés...

-Obvio que te quiero... te amo! - Afirmó mientras dejaba un beso sonoro en sus labios y se dirigía a la cocina a dejar las bolsas. -Tené eso en mente los proximos minutos si..? - Solicitó, bajando la vista y chocando la punta de sus dedos índices entre si.

-Ay amor no me asustes!

-No... no te asustes, no es que sea algo grave... pero ya no estoy tan segura de si es algo bueno o no... - Volvió a mirar a Jazmín a los ojos y al ver su expresión de preocupación y desconcierto decidió explicarse un poco mejor. -Traje algo... TE traje algo... - Aclaró. -Unaaaaa sorpresa... pero ahora me da miedo que haya sido una mala idea...

-Por qué una mala idea... no digas eso... - Habló camino a besarla. -Además si lo hiciste pensando en mi, nunca podría molestarme...

Florencia suspiró... -No se... mejor lo dejamos para después igual...

-A no! Si me haces eso si que te mato... ni se te ocurra... - Sentenció la cocinera entre cosquillas.

-Bueno bueno... esta bien... esta bien... Te amo, acordate de eso si?...

Florencia tomó de la mano a Jazmín y la guió hasta la puerta, los nervios que sentía por arruinar las cosas se fueron disipando y transformando en diversión al ver la cara de su novia cuando le dijo que la sorpresa estaba en el auto y que debían ir a buscarla.

Era una nena de cinco años camino al árbol de navidad, minutos después de las doce de la noche.

-Florencia Estrella será posible que sigas con esa costumbre de dejar el auto a una cuadra en lugar de subirlo a la entrada de casa! - Recriminó Jazmín, al tener que realizar ese trayecto con unos zapatos no demasiado aptos para los desniveles de las veredas.

-Bueno, no me retes... me dá como que es invadir mucho... que se yo. Además hoy, justamente, fue con total premeditación...

-Con total PRE ME DI TA...- Comenzó a imitarla... pero no consiguió terminar la frase.

Estaban lo suficientemente cerca del vehículo como para apreciar un bulto importante, atravesando los asientos y parte de la luneta.

Seguramente para cualquier otra persona habría una infinidad de opciones entre las que escoger, si fuese necesario adivinar que era... Pero para Jazmín no fue así, con una pequeña mirada supo de inmediato de que se trataba...

Parpadeó un par de veces y ese fue el único movimiento que realizó su cuerpo por algún tiempo.
Florencia no supo precisar por cuanto exactamente, ella también estaba paralizada ante la incertidumbre de su reacción.