Capítulo XXIX

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Esa mañana, Jaz apagó el despertador un minuto antes de que suene. Tenia muy en claro la noche anterior que lo estaba programando de pura costumbre... era muy obvio que no iba a poder dormir ni un ratito. Aun así decidió activarlo... tal vez en un acto de optimismo de su parte.

Como supuso, no pegó un ojo en toda la noche... se la pasó mirando el techo, la pared... la ventana... y de nuevo el techo... mientras un millón de ideas iban y venían por su mente... Entre ellas, se cuestionaba en qué estaba pensando cuando le dijo a Flor que prefería estar sola?? Si claro, por un lado se hubiera reprochado el hecho de "torturarla" con sus vueltas toda la noche... pero siendo un poquitito egoísta, le hubiera encantado que esté a su lado para poder abrazarla, o que la abrace ella... o sentir su calorcito... Cualquier indicio de su presencia hubiera bastado para tranquilizarla.

Miró su celular... pensó en llamarla... extrañaba despertarse con su voz... en realidad, SIEMPRE extrañaba su voz. Pero eran las siete de la mañana y sabia que si algo no caracterizaba a su novia era el amor a levantarse temprano... Seguramente no se enojaría (o al menos no se lo haría saber)... pero con el día que les esperaba prefirió no molestarla.

Optó por dejar el teléfono nuevamente en la mesita de luz y comenzar por darse un baño... con la esperanza de despabilarse un poco y recargar energías, ya que "las horas de sueño" evidentemente no hicieron su trabajo.

Tardó un poco más de lo estrictamente necesario... pero lo ameritaba... y valió la pena, se sentía bastante mejor. Luego de vestirse, caminó hacia su teléfono... con la espectativa de que fuese Flor quien le mande un mensaje o la llame ni bien se despertara... pero para su desilusión, no había nada. Seguramente seguía durmiendo... o tuvo cosas que hacer, tampoco es obligación que te llame ni bien se despierte... Se reprochó a si misma.

En eso, sonó el timbre y la sacó de sus pensamientos. No tenía idea quien podía ser a esa hora... pero igual decidió atender...

-Hola linda! - La sorprendió Flor apenas abrió la puerta.

-Hola amor! Buen día. - Contestó con una sonrisa. -Beso... - Solicitó señalando su mejilla izquierda.

Florencia accedió de inmediato. Pero como de costumbre, un milímetro antes de tocar su piel, Jazmín giro la cara y terminó en sus labios.

-Ya sabia... - Dijo divertida Florencia mientras cruzaba la puerta.

-No te hagas que siempre caés...

-Como si me molestara...

-Aaawww... Vení, dame otro entonces...

Una vez más no se hizo rogar... dejó sobre la mesa lo que traía en las manos y se abalanzó sobre ella. Dejando en claro que su idea no había sido la de "un piquito"...

Jazmín se sorprendió en un principio pero no le disgustó para nada el cambio de planes. Tampoco le molestó la pequeña mordida que dejó Flor sobre su labio inferior, ni la manera desenfrenada en la que su lengua recorría su boca.

-Gor... da... - Trataba de hablar entre beso y beso.

-Si si... ya se... - Soltó con resignación Florencia, apartándose levemente. -Vos empezaste igual... tenelo en cuenta...

-Yo empecé?? - Fingió indignación, llevándose una mano al pecho.

-Obvio... yo venía inocentemente a desayunar y vos me chapaste...

-Yo te chapé?... lo mio fue un piquito...

-No se, no se... vamos a lo importante mejor... traje facturas, y no cualquier factura... traje con dulce de leche, como te gustan a vos... así que no me podés decir que no tenes un RATITITO para que desayunemos juntas. - Dijo... chocando los dedos indices frente a su cara, para enfatizar "ratitito", y finalizando con un puchero.

Lo demas es lo de menos..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora