Restart

Capítulo 49: Alix.

Hay algo que me ha atormentado desde que soy una reencarnación.

Soy yo o Yo soy otra persona.

Es algo que no puedo dejar de pensar por que eso implica el también del que hace Cipriano cuidándome.

¿Si Nora volviera a la vida Cipriano se iría con ella o... ?

No tiene caso pensar más en ello.

Me recuesto y cierto los ojos cuando un pensamiento se filtra antes de que pueda hundirme en la oscuridad.

Alfred...

- Hola - dijo Alfred cuando abro los ojos.

Ésto es otro sueño.

- Hola - digo y me siento en la cama de rodillas.

¡Eh! Estoy vestida con un camisón super corto con tirantes de encaje con un listón en el cuello y medias con ligueros arriba de la rodilla.

Pongo las manos en mi regazo y no me atrevo a mirar a Alfred, mi cara está ardiendo.

- Descuida, no pasa nada. - dice Alfred al notar mi incómodidad - te he visto con menos que eso.

Ese comentario me hizo sonrojar aún más, pero el ríe divertido y la verdad se veía encantador.

Entrelaze mis dedos en mi regazo.

Cuando por fin se dio cuenta que eso último no me había ayudado paró de reír.

- Lo siento no era mi...

- Lo sé. - lo interrupí, no quería que se sintiera mal por un comentario poco reflexionado. Me ha pasado a mí también, además, me agradó escuchar su risa.

- Antes de dormir pensaste que sería bueno hablar conmigo. ¿Qué pasa? - el se quedó de pie frente a mí con esos ojos violeta que me gusta mirar.

Pues la verdad es que el no tiene nada que ver en ésto pero siento que tengo que hablar con alguien de ésto, no puedo involucrar a mis amigas.

- Si tú amor muriera, te enamoras de otra que es su reencarnación y tú primer amor vuelve a la vida. ¿Volverías con tú primer amor? - dije sin pensar mucho como formular la pregunta.

- ¿La señora Nora volvió a la vida? - dijo Alfred.

- Realmente no se el por qué pregunto. Solo que últimamente no me siento yo misma ¿Entiendes? Es como... - me detuve frustrada por no saber cómo expresarlo.

Tenía un nudo en mi garganta y mi visión borrosa.

- Tranquila. - dijo Alfred mientras se sentaba junto a mí.

Una lágrima corrió por mi mejilla y Alfred con un dedo suavemente la limpió.

- Te diré que no importa si eres una reencarnación de la señora Nora o no, tú eres tú y aunque tuvieras miles de vidas anteriores o futuras, tú ahora en el presente siempre serás tú. Y si el señor Jev te quiere por ser la reencarnación de la señora Nora entonces no durará mucho molestándote, así que  no te preocupes. Yo siempre me quedaré protegiendote.

Esa promesa me tranquilizo bastante.

- Tengo un plan para deshacernos de esa mujer que te atacó. - continúo hablando Alfred para cambiar de tema.