Capítulo 43: Alix.

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Han pasado varios días desde el incidente de la Sra Philips. No hablamos de ello porque nadie quiere hacerlo, nadie me dice nada y mis recuerdos siento que me traicionan.

¿La Sra Philips me hizo eso?

¿Me odia?

¿Por qué me odia?

¿De qué errores hablaba?

Desde aquello todos me cuidan mucho, no puedo pasar 5 minutos en mi habitación, en el baño, en la farmacia o en cualquier otro lado sim que reciba una llamada, mensaje de texto o toquido en la puerta.

Estoy cansada de ser vigilada.

Cipriano está todo el tiempo a mi lado pero guardando su distancia, es como uno de esos antiguos caballeros con armadura.

En el autobús se sienta a una fila atrás de mí, en los turnos me habla exclusivamente para lo necesario.

Es como aquellos caballeros con armadura, siempre está ahí pero no habla.

Me siento sola.

Llego a mi habitación y abro la llave y tomó mi teléfono, le mando un mensaje a la Sra Sky antes que ella lo haga:

“ Tomaré un baño antes de cenar, le hablaré si pasa algo ”

Tomé mi toalla y pide música en el teléfono, dejé que el agua se llevará todo lo que me inquietaba, pero todo igualmente término volviendo a mí. Esos recuerdos de la Sra Philips y... Esos ojos violeta pero ¿Violeta?

¿Quién tiene los ojos de ese color?

He oído que hace muchos años había una actriz con los ojos de ese color.

Ese chico me ayudó, pero parecía que trataban de protegerme de él. La Sra Sky ha hablado con la Sra Philips.

¿Cómo le explicó la razón de su ataque hacia mí?

Bueno... También estoy considerando que comparado con el tiempo que tienen de conocerla a ella probablemente la cubrirán.

Una sombra se ve tras la cortina.

- ¿Quién es? - dije.

No recibí respuesta. Por un momento pensé que podría ser Cipriano pero pensé que el no haría algo así sin decir ningún tipo de comentario.

La sombra fue acercándose hasta que se lanzó hacia mí.

Era la Sra Philips.

¿Cómo entró aquí?

Sujetó de mis muñecas arriba de mi cabeza, la pateé en el diafragma pero se dobló en lo mínimo.

¿Qué no le dolía?

Sabiendo que era inútil me detuve a hacer algo que no hacía desde hacía un tiempo.

Gritar por ayuda.

“Calla” dijo la Sra Philips en mi mente sonriendo “No te escuchará, está en el sótano”

Sacó un cuchillo.

“Vas a matarme ¿Verdad?” dije. Ella sonrió psicóticamente.

“No, tú no te mereces algo tan cómodo, haré algo mejor que eso ¿Sabes que tienes un pecho más pequeño que en tú anterior vida? Me pregunto si Jev seguirá deseándote si tienes cicatrices en está zona” dijo mientras pasaba el filo del cuchillo por mí clavícula lentamente hacia abajo en mi pecho. “Te dejaré irreconocible” río en voz alta.

Sentía tanta desesperación, las lágrimas quemaban mis ojos pero por un un segundo pensé que no importaba si lloraba ya que por lo mojada que estaba no se notaría.

Estaba divagando. Trataba de evadir la realidad.

Cerré mis ojos conscientemente de que no podía hacer nada, esperando  el dolor insoportable de lo que ella deseaba hacerme.

Escuché la puerta abrirse y jalando la cortina.

Abrí los ojos y vi a un chico de cabello castaño claro y unos ojos violeta que reconocí, abriéndose de golpe.

La Sra Philips volteó y el chico le arrebató de las manos el cuchillo lanzándolo por la ventana, se lanzó hacia ella y le golpeó la cara, ella me soltó.

Algo no me dejó correr, no podía moverme.

El chico me vio y barrio por un segundo con la mirada pero se concentró en la Sra Philips, ella se levantó cuando vimos otra sombra acercarse.

Era Cipriano.

El chico de ojos violeta se quitó la chaqueta café chocolate que traía y la puso sobre mis hombros, la cerró y me cargó.

Cipriano fue tras la Sra Philips que se escapaba.

El chico me dejó sobre mi cama sentada, sacó mí cabello de dentro de la chaqueta y quitó unos mechones de mi rostro.

Se fue.

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