Capítulo 20: Alix

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Después de ver el paisaje me quedo tranquila, no se quien me lleva pero me siento en paz. Y entro en la oscuridad.

Estoy en el trabajo, mucha gente se siente mal hoy, por eso les doy medicina, como siempre, mi rutina no cambia, voy a casa pero me encuentro con mí padre de camino.

- Hola Álex - dice sonriendo.

- Hola - digo sin muchos ánimos.

- Me gustaría que me acompañaras a un lugar, para que podamos regresar juntos.- dice y mi estómago cae en picada, pero pienso que realmente no debo ponerme así, digo es mí padre, y eso es lo más importante de todo.

- Es que... Mamá me espera para cenar.- digo como excusa ya que me gustaría pensar en esto un poco más, de nada me serviría pensar en estas cosas mientras estoy con el.

- Vamos, yo soy tu padre, yo te excusaré con tú mamá - dice muy convencido. Me doy cuenta de que no importa cuantas excusas ponga no me va a dejar en paz.

- De acuerdo - digo poco convencida, probablemente quiera ir a comer o al cine, me convenzo haciendo caso omiso a mi corazón que palpita fuertemente.

- ¿A dónde vamos? - pregunto cuando me siento en el límite de la incomodidad y molestia y...

- A casa de alguien - dice el interrumpiendo con el sentimiento más poderoso de todos que puedo sentir.

- ¿De quién?- pregunto con la sensación de querer hechar a correr.

- Ya verás, te dará gusto.- dice terminantemente y me doy cuenta que por más preguntas que haga no me lo dirá, eso solo me hace recordar que el es una persona cruel, probablemente terminará siendo algo que me lastimará, debo estar preparada para irme.

Tomamos un taxi, mi padre intento hacer conversación pero muy fallidamente, no conteste más que con frases simples y luego volvía al silencio. Quería darle a entender que no estaría nada cómoda si él no me decía a donde íbamos y con quién.

- Mare, dice que te extraña y le prometí que te llevaré - dice rompiendo el silencio de medio viaje a casa de ella. Es totalmente... Horrible.

- ¿Me citaste para llevarme con engaños a la casa de tú amante a ver a su hija? Realmente caíste bajo.- dije y luego me dirigí al conductor del vehículo - déjeme bajar por favor. ¡Detengase!

El taxi se detuvo y salí apresurada del taxi, no quería que el me detuviera. Mi padre dijo repetidamente mi nombre, me llamaba. Pero aunque quería volver para que me dijera que no era verdad. Que sentía decir eso. Que me amaba y que comprendía el porque estaba molesta. Que... No lo haría más. Su voz queriendo que volviera solo me dió más fuerzas para correr hasta la estación de autobuses.

Tenía lágrimas en los ojos, pero no me importó que me viera quién me viera. Llegué a mi casa llorando tanto que no veía por donde caminaba, tropecé y choque de lado con la pared, caí resbalando de la pared y lloré, lloré y lloré.

- ¿Estás bien? Estás llorando ¿Te lastimaste?- levanto la mirada y veo a Patch hincado a mí lado. Toca mi mejilla y la siento caliente, no solo por su roce también porque he llorado demasiado, dijo esa simple frase con tanta preocupación que me cuesta pensar si fue o no sincero.

- ¿Cómo entraste a mí casa?- pensé pero salió de mi boca el planteamiento antes de que pudiera detenerlo.

- Eso... Bueno luego te lo diré, pero quiero hablarte de algo más importante.- dice sonriendo.

No era su sonrisa habitual, lobuna, atrevida, sarcástica, tan... Ya sabes. Esta era tan... Amable.

- ¿Más importante que el cómo entraste a mí casa? ¿En serio?- dije ahora yo sarcástica. El río y yo también.

- Es que hay poco tiempo, lo siento - dijo aún riendo, cuando ríe se ve más... Joven, me gusta eso, yo sonreí...

Abro los ojos y estoy acostada de lado, veo a Cipriano cerca de mí con los ojos abiertos, son tan negros que veo el reflejo de los míos, son hermosos pero brillo en ellos falta, veo que sus labios estan tan cerca de los míos que puedo olerlo, su aroma, su aliento, respiro lentamente ya que siento que me falta el aire pero al mismo tiempo no puedo moverme por su cercanía, el huele a menta y... ¿Petricor? ¿Quién rayos huele a tierra mojada? No puedo dejar de mirar sus ojos, me siento hipnotizada. Quiero que se incline un poco para que pueda sentir sus labios, muy profundo dentro de mí lo quiero. Muerdo un poco dentro de mi labio inferior para tratar de que mí corazón no salga de mí pecho. El baja la mirada a mis labios y luego de vuelta a mis ojos.

Se escucha el rechinar de la puerta. Entra un poco de luz entre 2 sombras.

RestartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora