Restart

Capítulo 65: Patch.

- ¿Qué dices?

- No la encuentro, no me contesta, si no lo hace no podre devolverle su cuerpo. - dijo Nora. - ¡Alix! ¡Tienes que volver!

¿Qué esta pasando con Alix?

¿Le habrá hecho daño que cambiaran tan bruscamente?

¿Ella no querrá volver?

No seas idiota Jev Cipriano ¿Por qué no querría volver?...

Eso es...

Siente que no tiene a nadie...

Se siente innecesaria...

Recuerdo la mirada que tenia cuando quería llegar a salvar a su madre del incendio, era una mirada vacía como si se quedara sola.

Recuerdo cuando supo de Nora, tenia una mirada triste, cuando miraba a Vee, cuando me miró a mí.

La mirada que puso recién cuando veía a su padre, por lo qué vi no era el mejor, pero era lo último que le quedaba.

Tengo que decirle que la quiero, que la necesito, que si no está ella no funciona. Que estaré ahí para ella y que nunca estará sola.

Tomé la cara de Alix y puse su frente en la mía. Nora cerro los ojos de Alix.

- Escucha, Alix. Sé lo que piensas, no es así, no es así. - dije. - No es lo mismo si no eres tú. Nora ya murió, ella lo entiende, yo lo entiendo. Deja que los muertos descansen. Por favor... Por favor, vuelve. Yo te quiero aquí conmigo, no dejaré que sufras sola, yo jamas te traicionaré. Eres más... Eres más que mi propia vida. Necesito que vuelvas. Te caerás, yo te levantaré. Te abandonaran, lo sé, pero yo estaré ahí siempre. Pero... No me abandones tú a mí. No me dejes solo. No otra vez...

Dije esa ultima frase con la voz cortada.

- Por favor... - susurré. - Vuelve.

El cuerpo de Alix perdió la fuerza y la sostuve.

- ¡Alix!

- No... No te dejaré solo... Sólo... Que creí que preferías a Nora a tú lado... - dijo con una voz medio ida.

Mis ojos por algún motivo se sentieron pesados. Y la abracé sosteniendo su cabeza con una mano.

- Tonta, - dije. - Eres tú a la que puedo curar, cuidar y tocar ¿No? ¿A quién voy a rozar con cualquier parte del cuerpo que se ofrezca para molestarla?

- Como siempre con tanta facilidad de palabra pervertida y suposiciones erróneas. - dijo Alix por fin abriendo los ojos.

Al final ya no me contuve. Tomé su mejilla y antes de que dijera algo, se excusara para detenerme o dijera algo grosero, rudo o extraño para que no lo hiciera por nervios.

La besé.

Sus labios suaves se quedaron quietos. Asimilando lo que pasaba.

Me quedé así por unos minutos que eran tan poco y al mismo tiempo eternos.

Me separé de ella y Alix estaba con los ojos muy abiertos, mejillas rojas y pasando sus dedos por sus labios. Me miró y miró mi boca, sentí mis labios calientes y con la necesidad de unir mi boca con la suya otra vez.

- Quiero hacerlo de nuevo, si no quieres puedes detenerme, - dije ya que prometí esperar que ella tomara una decisión, pero Sonreí, ella quiere más, si no no me miraría así los labios. - pero si no me detienes ahora no prometo tener autocontrol sobre como, cuanto y donde más tomare de ti.

No respondió nada.

La besé otra vez, no, devoré su boca hasta dejarnos sin aliento.