Capítulo 28: Alix

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Estoy pensando desde hace semanas en los cambios de personalidad que puede tener una persona. Cipriano debe ser bipolar no hay duda.

Por otro lado siento que hay alguien detrás de mí siempre que voy a la bodega por los fármacos que faltan en los mostradores. Cuando este hombre desagradable aparecía no soportaba esa sensación y cuando volteaba esa sensación desaparecía porque no había nadie.

Cipriano se acerca a mí cuando estoy llegando al mostrador de la farmacia y me guiña un ojo y esbozó una sonrisa.

¿Pero qué carajos le ocurre a este idiota? ¿Creé que se me va a olvidar que me trato como perro apestoso ese día?

- Hola, siempre tan puntual - dijo mirando su reloj - 5 minutos antes ¿Eh? Es lo más tarde que has llegado.

- Sí bueno, lo mismo digo, es temprano y ya estás aquí - dije intentado parecer condescendiente.

- Es increíble que trabajes en una farmacia y no te cuides a tí misma - dijo Cipriano con una sonrisa burlona.

- ¿Qué quieres decir? - Tomó mí mano, sentí que el calor subía a mí cara y aún más cuando una herida, una cortada en mí dedo era sobada por los suaves labios de Patch, quito mi mano de su alcance y me volteo dejando que mi cabello cubra mi vergüenza. El ríe una vez más y me deja.

Un cliente me pide un jarabe para la tos infantil y debo buscarla en el fondo de las repisas... Perfecto.

- Permítame un momento. En seguida se las traigo - digo al cliente.

Voy en busca del jarabe y lo encuentro pero cuando me lanzo a por el mí dedo cortado roza un poco demasiado fuerte con la esquina de otra caja y no me aparté lo suficientemente rápido.
Me abro un poco más la herida, solo eso basto para que pudiera sangrar más de lo que creí.

Llega Cipriano con un curita y algodón con un fuerte aroma a alcohol, pone el algodón sobre mí dedo y antes de que pueda arder sopla. Cubre con el curita y besa la herida sobre el curita después de asegurar el curita.

Ya no dolía más.

- Eres muy delicada en realidad, pero aparentas ser fuerte - dijo mientras me curaba hábilmente - pero conmigo no tienes que serlo - susurró cuando terminó. Así como llegó se fue.

- Aquí está su jarabe - dije al cliente.

Me pregunto que habrá querido decir con “delicada”, “aparentar” y el “conmigo no necesitas serlo”.

Solo con pensarlo mi corazón se aceleraba y oprimia mis pulmones y no me dejaba respirar, extrañamente no como haría un asesino profesional pero, esto me hace sentir... ¿Viva?

Miro la vendita en mí dedo.

¿Qué es lo que me pasó?¿Porqué de pronto es tan idiota pero luego tan... Gentil?¿Porqué es tan indiferente y luego... Tan protector?

El suelo comenzó a tambalear como las olas en el océano, los estantes se valieron tirando su contenido, las luces parpadearon hasta que el interior del supermercado quedó a oscuras, se escucharon gritos de niños y chicas, crujidos y los estantes a mí alrededor.






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Holaaa... Sí, lo sé, ya soy una Baka (idiota en japonés) ya no actualizo tanto ni tan seguido. Lo lamento.
Verán, muchos tuvieron su regreso a clases y yo aunque estudiaba la preparatoria abierta estoy estudiando un curso de enfermería así que esto continuará así por un tiempo. Pero no me voy a olvidar de ustedes ya verán.
Les quiero un montón.

XOXO

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